CARTAGENA. El presidente Miras acaba de obtener un indiscutible triunfo en su pugna por volver a ganar la dirección del PP regional. La clave ha sido triple: el apoyo de la dirección nacional del PP, escenificado por el vicesecretario Mellado; el gran número de avales (5.300) que consiguió; y el pacto con Patricia Fernández, inducido por el propio Feijóo, mediante el cual la alcaldesa renunciaba a presentar su candidatura a cambio de instaurar una ejecutiva de síntesis entre ambos sectores y de preparar conjuntamente las listas a las elecciones autonómicas. Eso sí: sin que conste nada por escrito, porque "esto no es Podemos". En cualquier caso, ha sido una solución razonable porque, de haber presentado Patricia su candidatura y haber ganado, se habría planteado la insostenible situación de que gobernarse la Región un presidente derrotado en su congreso y presidiese el partido una alcaldesa sin mando gubernamental. Esa posible bicefalia habría perjudicado mucho al PP desde el punto de vista electoral, de modo que la intervención de Feijóo para imponer el acuerdo entre el sector de Miras y el de Patricia, que culminó en el tiempo de prórroga, ha sido la más razonable de las disponibles.
"si se crease, la provincia de Cartagena pasaría a jugar un papel central en la regeneración del Mar Menor por un motivo obvio de proximidad"
Resuelta la batalla interna, queda ahora la todavía más importante de ganar las elecciones autonómicas. Las encuestas son ahora favorables al PP, aunque no tiene asegurada la mayoría absoluta. El resultado de las elecciones andaluzas ha reforzado la posible victoria del PP en esta Región, pero todos estarán pendientes de la evolución del sentido del voto en el año que queda hasta la cita con las urnas. Salvo sorpresa, el PSOE perderá esta vez las elecciones, atrapado en el dilema irresoluble de tratar de "gobernar para todos", pero apoyarse en Podemos y en los separatistas vascos y catalanes. No es posible captar el voto centrista y, a la vez, recurrir por sistema a lo más extremo del arco parlamentario. Por otra parte, como algo habrán aprendido de las consecuencias de la división en Andalucía, también es previsible que Podemos, IU y Más País lleguen aquí a razonables acuerdos que les permitan mantenerse o mejorar ligeramente. Y en cuanto a Ciudadanos, si han quedado fuera del parlamento en la comunidad autónoma, Andalucía, donde se mantuvieron fieles al pacto que firmaron (antes habían pactado con el PSOE) y gestionado bien sus consejerías, es muy probable que aquí logren a lo sumo un escaño.
En resumen, que a fecha de hoy la principal duda es cómo será la relación de fuerzas (Vázquez Montalbán la llamaba "relación de debilidades") entre el PP y Vox. Si el PP aventajase por mucho a Vox, podría formar gobierno en solitario, pero si no fuese así podría verse obligado a aceptar un gobierno de coalición. Así, la duda está en si el PP regional podrá seguir la senda de Juanma o tendrá que seguir la de Mañueco y, en ese caso, incluso si Vox cumpliría o no su amenaza de vetar a Miras como presidente (ya Cs vetó a Pedro Antonio Sánchez). Se abre un trilema: gobierno en solitario del PP; gobierno de coalición del PP y Vox, con Miras de presidente; gobierno de coalición del PP y Vox, sin Miras de presidente. La invariante, que decía Anguita, es que gobernará el PP, y lo más probable es que el presidente sea Miras.
Parabienes y complacencias para los protagonistas, pero también consejos (no pedidos) para mejorar los resultados electorales. Ha señalado el director editorial de La Verdad de Murcia que conviene sobrellevar la irrelevancia con dignidad y, aceptando ese sabio consejo estoico, el Aparecido, desde su digna irrelevancia, sugerirá a Miras que haría bien en explorar en detalle la posibilidad de crear la provincia de Cartagena. Ha declarado que la mira con simpatía, pero convendría concretar esa mirada en alguna acción política y jurídica que conduzca a crear la nueva provincia. Está bien como promesa electoral; mejor sería cumplirla. Ya el presidente Valcárcel expresó su predisposición favorable a esa idea y también Pedro Antonio Sánchez lo hizo, aunque más discretamente. Ignora el Aparecido qué pensará el presidente Garre de este asunto, pero solo una provincia de Cartagena permitiría que Somos Región se convirtiese en una realidad plena, porque mientras tanto más realista sería decir que "Somos Provincia" (la de Murcia).
Nadie ignora que uno de los principales sumideros de votos para el PP es el deterioro del Mar Menor, del que Miras no es responsable, pero lo ha heredado. Tampoco ignora nadie que Vox ha postulado una solución radical: abrir las golas hasta que el agua del Mediterráneo limpie la laguna. Eso solventaría de golpe el problema estético, pero a costa de sustituir el ecosistema original, basado en una alta salinidad, por otro similar al del Mar Grande. A los turistas ya les iría bien; a los ecologistas les supondría un golpe mortal.
"No es descartable que, en parte, el deterioro del Mar Menor se haya debido a que los principales centros de decisión hayan estado lejos del lugar del drama (la ciudad de Murcia y la de Madrid)"
Resulta que todos los pueblos ribereños pertenecen a la comarca de Cartagena, de modo que ese sumidero de votos a favor de Vox (otros irán a Podemos, principal promotora de la ILP para conceder personalidad jurídica a la laguna) sería particularmente acusado en esa zona. Para compensar ese riesgo el PP debería intensificar sus esfuerzos para mejorar el estado del Mar Menor, pero además podría impulsar la creación de la provincia de Cartagena. De hecho, ambas cuestiones están relacionadas: si se crease, la provincia de Cartagena pasaría a jugar un papel central en la regeneración del Mar Menor por un motivo obvio de proximidad. No es descartable que, en parte, el deterioro del Mar Menor se haya debido a que los principales centros de decisión sobre su evolución hayan estado situados lejos del lugar del drama (la ciudad de Murcia y la de Madrid).
En efecto, entre otras ventajas prolijamente expuestas en el pasado, la creación de la provincia de Cartagena permitiría abordar con más cercanía y probabilidades de éxito la regeneración del Mar Menor. La cosa no es trivial: de los 20 millones de euros destinados por el Gobierno nacional a mejorar el Mar Menor, los primeros 1,5 se emplearán en mejorar el tratamiento de las aguas en la ciudad de Murcia. Está muy bien ese objetivo, que el Aparecido apoya sin reservas, pero parece paradójico que la primera medida a favor del Mar Menor sea mejorar el alcantarillado y la depuración en la capital de la Región, a 50 kilómetros de la costa. Eso cuadra con el hecho de que la Oficina del Mar Menor prevista por el Gobierno español vaya a ubicarse en la ciudad de Murcia. De ese modo, las dos primeras actuaciones sobre el Mar Menor del ministerio dirigido por Teresa Ribera se situarán en la ciudad de Murcia. Se agradece la colaboración, ministra, pero ¿no habría sido conveniente empezar por la comarca de Cartagena?
Si Cartagena, Los Alcázares, San Javier, San Pedro, La Unión y Torre Pacheco, poblaciones costeras del Mar Menor, dispusiesen de su propia provincia podrían impulsar con más eficacia las soluciones que la laguna necesita. Les iría en ello su prestigio y buena parte de su economía. La COEC, la Cámara de Comercio de Cartagena, así como los representantes sindicales y sociales de la Comarca de Cartagena, pesarían más a la hora de adoptar decisiones al respecto. La UPCT, que forma a los ingenieros de la región y se ubica en el municipio, Cartagena, que más litoral tiene en el Mar Menor, podría complementar las aportaciones de la Universidad de Murcia, que imparte algunos títulos, como Biología, Química y Derecho, importantes para la problemática del Mar Menor. Pero con los ecólogos no bastará; el Aparecido reitera que, sin ingenieros, el Mar Menor seguirá yendo mal. Y ya puestos, ¿por qué excluir a la UCAM, que también está presente en Cartagena?
"hay que pedir que el Gobierno regional, con Miras a la cabeza, impulse la creación de la provincia de Cartagena"
Cartageneros y cartageneras, ha llegado el momento de reivindicar que, junto con el Gobierno regional y el español, las instituciones y colectivos de Cartagena y su comarca jueguen un papel esencial en la recuperación del Mar Menor. No solo todos los ayuntamientos ribereños deben ocuparse del tema, sino también sus organizaciones empresariales, sindicales y sociales. También hay que pedir que la Oficina del Mar Menor se instale en Cartagena o en algún otro pueblo ribereño, los más afectados por la degradación del ecosistema marino circundante. Y hay que pedir, en suma, que el Gobierno regional, con Miras a la cabeza, impulse la creación de la provincia de Cartagena. Sería miope restringir esa petición al PP: todos los partidos que estén dispuestos a apoyar eficazmente esa iniciativa serán bienvenidos; no obstante, al partido que gobierne le corresponderá, lógicamente, la mayor responsabilidad. Es la hora de Cartagena y el presidente Miras, junto con las alcaldesas y alcaldes ribereños, deben saturarla de contenido. Porque, ya se sabe, "Dos es +".
JR Medina Precioso