CARTAGENA. La Manga y Cabo de Palos viven un año más un buen verano. Gran parte de los restaurantes y locales de ocio registran, especialmente en agosto, llenos varios días de la semana. La querencia de la población, especialmente nacional y regional, por este lugar es incontestable. “El verano en cuanto a facturación está funcionando bastante bien. De consumo, algunos dicen que han bajado, que la gente se ha gastado menos, y otros han mejorado sus números. Depende de a quién le preguntes”, apunta Pepe Espinosa, presidente de los empresarios de La Manga y Cabo de Palos.
Pese a los buenos números, los empresarios siguen lamentando la falta de servicios acorde a la población que se aglutina en los meses de verano en La Manga y Cabo de Palos. “Más que infraestructuras, demandamos servicios. En agosto especialmente la población crece a niveles de una gran ciudad. Y, sin embargo, no hay la misma policía, ni médicos, ni cajeros…El autobús sigue sin cobrar en efectivo y sin la posibilidad de sacarte un bono”, lamenta Espinosa. “Esto es un problema a nivel turístico. No se toman cartas en el asunto porque no hay voluntad política”, añade. “¿Esta situación se daría en Murcia o Cartagena? Es falta de miras lo que sucede”, apunta.
Estas demandas se ejemplifican en los cortes de luz que se produjeron hace unas semanas en Cabo de Palos. Debido a unos cortes de luz, los comercios de hostelería de Cabo Palos estuvieron cerrados casi en su totalidad. La imagen de un 29 de julio con algunos de los establecimientos más demandados de la costa regional vacíos impactó entonces a muchos vecinos y turistas. La culpa fue de una avería en dos cables subterráneos que dan servicio a casi todo el pueblo. El restablecimiento total de la red eléctrica no se produjo hasta las 23.30 horas. "Algunos negocios pudieron abrir, pero las pérdidas fueron de más de 20.000 euros", afirmaba José Enrique Cárceles, vicepresidente de la Asociación de Empresarios Turísticos de Cabo de Palos. Como medida de arreglo, trasladaron camiones con generadores eléctricos. "Del 15 de julio al 15 de agosto es la temporada más alta. Esto nos hace daño no solo a nivel económico, también a nivel reputacional", añadía Cárceles, visiblemente enfadado ante una situación que se ha repetido en los últimos años más veces de lo habitual.
Los empresarios de la zona aseguran que esto no es la primera vez que sucede, ni es algo producto de un pico de consumo eléctrico. "Nos podrán decir lo que quieran, pero es evidente que esto es un problema que hay que solucionar. En los últimos cinco años ha sucedido tres veces. No se han mejorado las infraestructuras como necesitamos", apuntaba el vicepresidente de los empresarios de Cabo de Palos. Las históricas demandas de los empresarios siguen vigentes. “No hay voluntad de crecer para acercarnos a los polos turísticos de costa”, finaliza Espinosa.