MURCIA. Una casa. Un lugar de trabajo. Una fuente de inspiración. Vivir rodeados de arte y belleza, y al mismo tiempo crearla. Esto es lo que han conseguido la pareja de arquitectos y artistas Francisca Muñoz y Manuel Herrera -conocidos profesionalmente como Muher- en el Huerto Las Palmeras de Totana, una granja de los años 30 que han convertido en su obra más personal, donde no sólo residen sino que también tienen su estudio de trabajo. Un oasis donde es protagonista una frondosa y variada vegetación que ellos trasladan a sus creaciones -o puede que sea al revés- y una antigua casa con torre, que reformaron respetando el volumen y que llenaron con sus vivencias del Caribe, Japón, Asia y los países árabes, donde han residido. No en vano, los Muher también son paisajistas e interioristas y han llevado su obra por medio mundo. Esta finca situada en Sierra Espuña ha sido destacada recientemente en la publicación 'Yo Dona' bajo el titular 'Un proyecto espectacular'.
Destaca la publicación la espectacular piscina integrada en la casa y rodeada de vegetación, lo que le confiere un toque exótico. Y como almendros, cipreses, naranjos, olivos, palmeras y todo tipo de vegetación mediterránea conviven en estos jardines llenos de rincones para recomponer el alma. También hay árboles en el interior de la vivienda. Igualmente, señalan que el hecho de que no haya vecinos permite prescindir de cortinas y estores en los amplios ventanales, por lo que se puede disfrutar del jardín desde dentro de la vivienda, donde prima -añaden- el uso de materiales naturales, piedra, hormigón y carpintería de hierro con tratamiento envejecido de óxido. No falta, cómo no podría ser de otro modo, la propia obra artística de los Muher pintores y escultores, que se inspira de la propia naturaleza.
"La arquitectura es otra de las modalidades con las que se puede llevar el arte hasta límites inimaginables. Combinaciones entre texturas, colores y distintos tipos de líneas arquitectónicas pueden concluir en resultados artísticos inmejorables", señalan desde el estudio Muher, donde una de sus constantes es que sus proyecten conecten con la naturaleza y el bienestar. "Conseguimos crear vínculos muy especiales entre el hogar, el confort y la tranquilidad que siempre buscas. Desconectar para conectar. Es el lema con el que siempre trabajamos y con el que conseguimos creaciones únicas alejadas de los estándares tradicionales", explican.
"Los acontecimientos de los últimos años nos han obligado a parar y observar nuestro alrededor. Pararnos a pensar qué es lo que verdaderamente necesitamos. Admirar la belleza que nos rodea fuera de tiempos frenéticos. Nos hemos dado cuenta de la importancia de contar con un hogar equilibrado y a tu gusto", cuentan sobre la filosofía de su tranajo, al tiempo que destacan la importancia de "poder vivir entre luces y colores entremezclados entre sí consiguiendo transportar a la belleza de la naturaleza".
Cabe recordar que los 'Muher' diseñaron el espectacular Jardín de la Seda de inspiración murciana que fue inaugurado en 2019 en la ciudad china de Nanning, donde plasmaron la herencia del comercio de la seda en la Región de Murcia; así como los autores del megaproyecto del Museo del Tomate en Taiyuán, en el que paisajismo, esculturas, urbanismo y arquitectura se dan la mano. Actualmente, están exponiendo en Casa Decor de Madrid un prototipo de habitación de hotel siguiendo la filosofía d ela técnica japonesa del kintsugi.
Como artistas, "son más de 30 años creando cuadros, o mejor dicho, perfilando obras de arte; llenas de emoción, color y naturaleza. En Muher somos inconformistas e incansables por naturaleza. Por ello, hemos hecho varios viajes
internacionales, para llevar nuestro arte a todos los rincones posibles del mundo. Y, principalmente, llevamos por bandera el objetivo de reivindicar el arte a través del reciclaje, para que nuestra sociedad consiga ser un poquito mejor y siga girando de la mejor forma posible", sostienen estos creadores que han logrado vivir dentro de su propia obra de arte, en un Muher con mayúsculas.