MURCIA. Comenzó con 7 años a tocar la guitarra, una guitarra que tenía en casa, de su madre. "Con tres años ya empecé a 'darle' pero tocar empecé con 7 años", apunta María Ruiz, la cantautora alicantina que este sábado visita la sala Musik de Murcia (22.30h). Su pasión siempre fue la música, aunque en su formación también aparece la Educación Social. Por el camino, un debate interno que terminó ‘ganando’ la música. "No fue una decisión inmediata. Estudié Educación Social y empecé a dar pequeños conciertos los fines de semana. Llegó un momento que el volumen de trabajo no me permitía compaginar ambas cosas. Entonces decidí apostar por la música y salió bien".
Con tres discos de estudio, la alicantina se trasladó a Madrid hace casi diez años, cuando empieza su carrera musical. "Después de un año en Madrid me dediqué en exclusiva a la música", añade esta artista que emite en su música influencias flamencas. "No hago flamenco, pero desde pequeña siempre me ha gustado el flamenco y hay mucha influencia en él. En la forma de cantar, los ritmos…Hay una influencia del flamenco en mi música que se nota a la hora de crear y de cantar", apunta la compositora que afirma estar contenta con la elección de ir a Madrid. "El ir a Madrid no era tanto por la parte profesional, pero sí es verdad que he encontrado muchas compañeras con las mismas inquietudes que yo, y me he sentido menos sola a la hora de encontrarme en esta profesión. He compartido muchos proyectos y eso te hace crecer mucho", afirma.
Ahora presenta su último disco, Deshielo. "El título viene un poco de una época complicada para mí a nivel personal. El disco anterior también vino tras la pandemia, que fue una época difícil en el sector. Este disco viene después de un ‘invierno largo’ y era un poco jugar con esa metáfora. No viene tanto por el contenido de las canciones", señala.
Con 'Deshielo' comienza ahora una gira en acústico en un momento en el que el directo ha ganado peso. "La música está creciendo muchísimo. Hay más oferta musical de todo tipo. Tienes festivales de todo tipo. Quizá tanta restricción ha hecho que haya una explosión cultural". El acústico supone para ella volver al origen de todo. "El formato de banda me encanta, se crea una energía diferente. Pero el acústico tiene una experiencia diferente, con las canciones más desnudas. Este formato creo que te hace conectar más con el artista", apunta. Un disco que nace, principalmente, en su casa, lugar que le da la calma necesaria para crear. "Los procesos creativos son diversos. En mi caso, suelo componer en casa. Casi todo se ha hecho en casa. Para mí, mi casa es un refugio, donde puedo concentrarme. Alguna ha nacido al aire libre. Soy muy de casa, aunque me pueda inspirar cualquier cosa, en el tren, en la calle…Pero mi proceso de creación suele ser en casa", apunta.
De hace 10 años hasta ahora, en la vida del artista han irrumpido con fuerza las redes sociales. "Se han incorporado a la vida profesional del artista. La mayoría de la difusión es a través de esta ventana. Yo vengo de lo analógico, a pesar de que cuando arranco estaban las redes, pero no existía la necesidad de estar tan en contacto. Ahora necesitamos estar recordando constantemente. Hay mucho contenido y necesitas posicionarte y que no se olvide de ti. Cada vez hay que sumarle más horas de trabajo que me quita tiempo de crear música. Me voy acostumbrando, aunque no soy gran amante de la pantalla", apunta.
