La casa de Cabo de Palos que se reinventó para encarnar el lujo y la elegancia en primera línea de mar

CARTAGENA. Cuando uno camina por el Paseo de Levante de Cabo de Palos no puede evitar admirar las casas que desde allí se asoman al mar, siendo esta una ubicación privilegiada, con la playa debajo y con unas magníficas vistas de La Manga. También nos podemos imaginar cómo serán por dentro estas viviendas que encarnan el lujo -ya solo por su situación- y que presentan tipologías muy diferentes. Las hay antiguas, que han pasado de abuelos a hijos y nietos con pocas modificaciones; algunas son relativamente recientes; y otras, como es este caso, han sido completamente rehabilitadas para dotarlas de todas las comodidades de una casa moderna y actual.

De la que hablamos -y a la que vamos a poder asomarnos para conocer el proyecto que diseñó para ella el arquitecto cartagenero José Manuel Chacón Bulnes- se llama Casa Marín y es una de esas construcciones que se llevaron a cabo en Cabo de Palos en los años 60, la década en la que el ladrillo y el fenómeno del turismo pusieron sus ojos en su vecina, La Manga del Mar Menor. Cabo de Palos, sin embargo, ya era considerado un destino vacacional desde principios del siglo XX, cuando empezaron a ponerse de moda las playas como destino estival. 

En este sentido, cabe recordar que este pueblo de pescadores de Cartagena se convirtió en el lugar de veraneo de familias acomodadas -principalmente cartageneras, murcianas y madrileñas-, que buscaban reunir a varias generaciones en grandes casas donde pasar el verano. Numerosas viviendas de estas características ocupaban la primera línea de mar configurando un frente residencial muy característico, aunque casi toda aquella arquitectura fue desapareciendo a lo largo de la segunda mitad del siglo XX.

En el caso de la 'Casa Marín' -cuenta el arquitecto José Manuel Chacón Bulnes-, el nuevo propietario tomó la decisión de rehabilitar la casa en vez de construir una nueva, siendo esta actuación -que llevó a cabo Construcciones Marcaser- un ejemplo de la recuperación y reutilización de la materia heredada por la que tanto se apuesta actualmente. En este sentido, desde el estudio de arquitectura cartagenero se sostiene que rehabilitar es un ejercicio de responsabilidad que debería imponerse en los próximos años. 

Respecto a la estética de esta exclusiva casa, cabe destacar que en el exterior mantiene la sobriedad de la arquitectura mediterránea, típica de esta zona; mientras que en el interior, donde prima el blanco y la luz fluye, la vivienda sorprende con un juego de estancias abiertas, de patios interiores y suelos de cristal que amplifican el espacio. De esta forma, la casa conecta sus diferentes zonas y muta cuando la luz cambia a través de sus transparencias.

Un cuestión importante era crear una óptima circulación del aire, habiéndose conseguido con esta intervención que la brisa entre en el interior por cualquiera de las fachadas de la vivienda, empujando al aire caliente hacia los respiraderos ubicados en lo más alto del espacio a doble altura.

Casa Marín es actual, elegante, luminosa y eficiente... y, sobre todo, ofrece el lujo de poder asomarse a uno de los rincones más bonitos y con más encanto de Cabo de Palos, donde cada atardecer se convierte en un espectáculo.