MURCIA. El sector del ladrillo en la Región sigue firme pese a las incertidumbres que vive por la crisis energética, el encarecimiento de las materias primas y los vaivenes macroeconómicos a nivel mundial derivados de la guerra de Ucrania. El presidente de la Federación Regional de Empresarios de la Construcción de Murcia (FRECOM), José Hernández, desglosa en esta entrevista con Murcia Plaza cuál es la situación actual de un sector, marcado "por una gran incertidumbre", como resume.
-¿Cuál es el estado del sector de la construcción en estos momentos? ¿Es momento para ser optimistas o pesimistas?
Tenemos una incertidumbre tremenda en el presente y un futuro muy exigente. Si lo analizamos por sectores, en la construcción el 75% es obra privada y el 25%, obra pública. En 2021 fue el año en que menos se invirtió en obra pública en la Región de Murcia en 20 años, este año hemos subido hasta los 386 millones de euros, pero las obras del AVE copan el 80% de esa cuantía. Hemos subido, pero estamos muy lejos de la inversión que debería haber en la Región. Los ayuntamientos son los grandes inversores de obra pública, pero están a la espera de los fondos europeos, que parece que no llegan. La obra privada y rehabilitación es el otro frente, el sector ha hecho un trabajo muy bueno, en las compraventas se han aumentado un 32.000 con más de 20.000.
"Los ayuntamientos son los grandes inversores de obra pública, pero están a la espera de los fondos europeos, que parece que no llegan"
-¿Cuáles son las principales amenazas?
Es cierto que hay una amenaza que es el aumento del precio de la vivienda, que ya nos está marcando un 6,5%. Estamos viendo que por el impacto que estamos teniendo por el aumento de los materiales y la escasez de mano de obra, el precio se va a incrementar de forma notable en la obra nueva. Las encuestas nos están dando que el 45% de los promotores están dispuestos a devolver el dinero, pero el 85% han decidido no emprender nuevos proyectos. Si hablamos de la rehabilitación, es un sector donde está todo por descubrir. La rehabilitación necesita cofinanciación, no sólo de los bancos, sino de los propietarios, que deben confiar en que es el momento para rehabilitar. No sabemos si los fondos europeos van a llegar a la rehabilitación. Tampoco sabemos cuál va a ser la respuesta de la administración para las ayudas a rehabilitación.
-¿Cómo se lidia en el día a día con la subida del precio de los materiales?
En obra pública hemos trabajado con la Confederación Nacional de la Construcción en la elaboración de un decreto, que se ha quedado corto. Se ha aprobado, se ha subrogado y hemos conseguido que el Gobierno regional dé cobertura a los proyectos que se están desarrollando. Y hemos sensibilizado a los ayuntamientos para que actúen en base a ese decreto. Pero no es la solución, porque sólo recoge la revisión de cuatro materiales y deja fuera la energía. Tenemos que seguir insistiendo para que haya una revisión. Por su parte, en el sector residencial, en la obra nueva, en los proyectos que están en marcha se están revisando día a día. El aumento del precio del acero ha sido de un 385% en los últimos años y eso te descuadra cualquier presupuesto. Se están barajando distintas estrategias, como revisar precios o paralizar proyectos. No hay cobertura legal para hacer revisión de ese precio y el promotor tiene que venderlo al precio al que se comprometió. En la rehabilitación es donde mayor incertidumbre hay. Se están presentando presupuestos, pero no se están aceptando por los clientes. No se sabe si esperando los fondos o por la incertidumbre.
-Se habla de los fondos europeos como el gran maná. Pero parece que no llegan. ¿Se está haciendo algo con las Administraciones para intentar acelerarlos?
El gran protagonista de los fondos europeos debería ser la transparencia y actualmente es la opacidad. Hemos pedido tanto al Gobierno nacional como al regional que queremos saber cómo, cuándo y dónde se han invertido los que han venido y qué pasará con los que están por venir. Hoy la confianza es lo que mueve las inversiones y si no la hay, ¿dónde vamos? Yo apremio para que las administraciones hagan un ejercicio de transparencia. Nosotros vivimos la puesta en marcha de los Plan E, que eran 8.000 millones, hoy se habla de 33.000 millones de euros que deberían llegar al sector de la construcción, por lo que el impacto puede ser tremendo. En el pasado hubo proyectos con los Fondos E, que no eran lo que la sociedad necesitaba. No se creó el empleo que era necesario, porque era de corto plazo. Se ha hablado mucho de los fondos, pero no se está siendo transparente ni en la cuantía de la inversión y en la tipología de los proyectos. Nos reunimos con el Ayuntamiento de Murcia y sabemos que están haciendo una apuesta por regenerar barrios y viviendas que son propiedad del Consistorio, pero no sabemos cuánto se ha solicitado para acometer las infraestructuras hidráulicas necesarias para que en el periodo de lluvias no se inunden las ramblas de Espinardo, la de Churra, Juan de Borbón, Juan Carlos I, etc. Y creo que deberíamos saberlo porque se está jugando con nuestro futuro. No queremos subvenciones pero tampoco impuestos y nos están friendo a impuestos. La cantidad de impuestos que están subiendo de todas las administraciones es tremenda y esto está paralizando la actividad.
"EL AUMENTO DEL PRECIO DEL ACERO HA SIDO DE UN 385% EN LOS ÚLTIMOS AÑOS Y ESO TE DESCUADRA CUALQUIER PRESUPUESTO"
-Dentro de esta tormenta perfecta, subida de precios de materiales, energía, etc, también se habla de falta de mano de obra, ¿Cuál es la situación actual?
Es una incongruencia y una imperfección del sistema que el sector de la construcción en la Región de Murcia tenga en las listas del paro a 8.500 personas y estemos buscando 5.000 trabajadores. Somos un sector de futuro, se ha identificado que 7 de cada 10 euros de los fondos europeos se van a destinar a la construcción. Será una de las palancas de la recuperación económica. Es el sector mejor remunerado con respecto al salario mínimo interprofesional, cualquier peón cobra de media 4.000 euros más que el de otros sectores, y tiene recorrido, se cobra un 30% más. Tenemos el sambenito de que los jóvenes abandonaron la construcción cuando vino la burbuja inmobiliaria. La formación se está dando y se buscan nuevos perfiles.
-¿Y por qué esa falta de interés? ¿Cuál es la solución?
Hay cierto desconocimiento y falta de relevo generacional. Estamos viendo cómo nuestros encargados y oficiales se están jubilando y no hay recambio. Hay que dejar claro que se buscan nuevos perfiles y se puede tener una carrera larga y bien remunerada en la construcción.
-¿Hay demanda por la obra nueva en la Región?
Sí. Desde hace mucho tiempo estamos desaprovechando la oportunidad. La Región está por encima de la media nacional en la creación de hogares y aumento de la población, por lo tanto hay demanda interna. Pero hay algunas debilidades que nos hacen no poder llegar a ofrecer las viviendas al público objetivo, como el aumento del precio del suelo o la falta de gestión urbanística . Pero no me quiero circunscribir a los murcianos que crean familias, me quiero referir a la segunda residencia, que es el patito feo de la economía de la Región. Recientemente se ha aprobado el plan general de ordenación urbana de Águilas, pero hay otros municipios costeros que llevan más de 30 años sin planes generales, incluso el municipio de Murcia no tiene claro el futuro del suelo enfocado al turismo residencial. Como ejemplo, el municipio con mayor impacto y precio de la vivienda, donde todo el mundo desearía vivir es una zona a 15 kilómetros de Marbella. No hay que estar en primera línea de mar, ni hacer atentados al medio ambiente, sólo hay que hacer casas atractivas para que los extranjeros vengan a vivir, con una serie de servicios e infraestructuras con atractivo. Y eso lo deberíamos hacer en la Región. Puede ser una realidad, pero debemos ponernos a trabajar. Las cifras de compraventa de extranjeros suben, pero muy lentamente.
"Es una incongruencia y una imperfección del sistema que el sector de la construcción en la Región tenga en las listas del paro a 8.500 personas y estemos buscando 5.000 trabajadores"
-¿Qué papel está jugando Frecom en el sector y con los asociados?
Nos pusimos un reto hace tres años, es cierto que ha venido la pandemia, pero el objetivo es el mismo. Entendimos que la federación de la construcción que representa a todos los sectores, profesionales y empresas tenía que hacer un ejercicio en torno a la unidad y se ha trabajado mucho en este sentido. Para que todas las compañías estén integradas dentro de las asociaciones empresariales, porque se ofrecen unos servicios tangibles, que es de lo que se trata. Tuvimos claro que había que hacer un ejercicio de transparencia, ser claros y nítidos y transmitir cuál es la realidad de nuestro sector. Los profesionales de la construcción tenemos que hablar claro y apostar para el desarrollo del sector. Otro ejercicio importante que se está haciendo desde la federación es el del liderazgo para trabajar desde la transparencia y la lealtad. La unidad forma parte de nuestra genética y vamos a seguir representándoles.
-¿Se plantea seguir al frente de Frecom?
Esto es muy intenso. He pasado los años más débiles de la construcción al frente de la asociación de promotores y llevo 3 al frente de la federación. Creo que hay un equipazo enorme y hoy no toca eso. Hay que mirar al presente que tenemos, que es complejo e incierto, y ya vendrá el futuro, que va a ser exigente. Toca seguir representando los intereses de las empresas y ver si llegan por fin los fondos europeos.