MURCIA. ¿El qué o el quién? ¿Las máquinas contra las mentes? Esto, que suena muy Terminator, en realidad es plena actualidad.
El mundo empresarial se encuentra dividido en dos campos de batalla: el "qué" versus el "quién". En un lado del ring, tenemos a aquellos que argumentan que lo más importante en una empresa es el "qué", es decir, los productos, servicios y procesos que la empresa ofrece. En el otro lado, están los defensores del "quién", que sostienen que son las personas detrás de la empresa las que realmente hacen la diferencia.
Los partidarios del "qué" argumentan que, sin productos innovadores, eficientes procesos de producción y servicios de calidad, una empresa simplemente no puede sobrevivir en el competitivo mercado actual. Para ellos, el enfoque principal debería estar en mejorar constantemente lo que la empresa ofrece al mundo.
"NUNCA DEBEMOS SUBESTIMAR EL VALOR DE LAS PERSONAS"
Sin embargo, los defensores del "quién" contraatacan, señalando que son las personas las que realmente impulsan la innovación, la eficiencia y la calidad. Sin empleados comprometidos, talentosos y motivados, los productos y servicios de una empresa carecerían de alma y su éxito sería efímero.
Pero, esta vez, me gustaría tomar partido en el ring. Me posiciono firmemente del lado del "quién", desafiando la hegemonía del "qué" en la empresa moderna.
Aunque no hay una respuesta definitiva, una cosa es segura: en un mundo empresarial cada vez más centrado en la tecnología y la automatización, nunca debemos subestimar el valor y la importancia de las personas. En última instancia, son ellas las que dan vida a una empresa y determinan su éxito o fracaso. Tal vez, en lugar de elegir entre el "qué" y el "quién", deberíamos esforzarnos por encontrar un equilibrio que reconozca la importancia tanto de los productos como de las personas que los hacen posibles.
Me niego a aceptar la idea de que las personas son simplemente recursos, piezas intercambiables en una máquina corporativa. Son mucho más que eso: son el corazón y el alma de una empresa. Son quienes dan vida a las ideas, quienes enfrentan los desafíos con ingenio y quienes construyen relaciones con los clientes que perduran más allá de cualquier producto o servicio.
En un mundo cada vez más dominado por la tecnología y la automatización, es hora de recordar que somos humanos, no máquinas. Es hora de poner a las personas en el centro de todo lo que hacemos en el mundo empresarial. Porque al final del día, son las personas las que realmente importan. Y las empresas existen por quienes trabajamos en ellas.
Sayonara Baby
María José Bernal
Responsable de Comunicación Interna y RSC de Fripozo
Foto de Rojo Lover by Mª Jose Puche