la banda murciana actúa este sábado 14  en la sala mamba de murcia

Jorge Ruiz (Maldita Nerea): "Cuando logras el éxito, o tienes una 'toma a tierra' o pierdes la cabeza"

12/01/2023 - 

MURCIA. Su éxito nació en la época donde las redes sociales eran algo impensable. Desde su primer fichaje por Universal, Maldita Nerea ha conocido todas las crisis del mundo de la música. Fue un secreto el que les hizo alcanzar el éxito. Pero ese tema, 'El secreto de las tortugas', es mucho más que su gran canción. Es una filosofía de vida para una banda que camina a su ritmo, alejada de los cánones habituales. Con ese estilo, han logrado lo que ya es un éxito en sí mismo: seguir vigentes en la música 20 años después de su primer disco. A punto de sacar nuevo trabajo de estudio, pasan por Murcia en su gira por salas mientras sueñan con volver a llenar el Wizink Center de Madrid.

Empezamos por lo más reciente. A punto de sacar vuestro octavo disco de estudio. ¿Cómo está la banda? ¿Cómo se encuentra en este momento?

Nosotros tenemos una característica, de la que soy consciente hace poco, que es el hecho de haber atravesado todas las crisis de la industria musical que han existido. En cada crisis suele haber una poda, en todos los mercados, y a la música le ha afectado para bien y para mal toda la transformación de la comunicación universal. Hablo de internet y, una vez implantado ese universo gigante, la aparición de las redes sociales. Desde la pandemia hay una, Tik Tok, que ha revolucionado la comunicación a grandes niveles. A mí me ha costado verlo. O estás en esa plataforma o no lo ves.

Respondiendo a la pregunta, estamos en ese punto de asimilar todo lo que ha pasado y ver como nos situamos en ese nuevo escenario con un proyecto, el del Maldita Nerea, que no ha seguido los cánones habituales. No tenemos un plan de marketing habitual, como es tener la presencia física además de la marca. En mi caso, tengo un anonimato desde que empecé y lo sigo manteniendo. Eso es bastante difícil. Porque la gente conoce tu música, pero no te conoce a ti. ¿En qué momento estamos? En una vuelta a reinventar. Estamos con el marcador a cero. Eso me ha llevado a tener cierto retraso a la hora de sacar el disco. Quiero hacerlo lo mejor posible. Esto parece una redundancia, pero no lo es. Tengo que estar preparado para la revolución que ha supuesto Tik Tok.

Hice hace muchos años una entrevista a Conchita y recuerdo que me dijo "en tu carrera tienes que renovarte o si no estás 'muerto'". ¿Cómo afronta esto como compositor? ¿Es muy fiel a lo que le ha llevado hasta aquí como compositor?

Más que renovarse yo lo veo como una actualización. Es un concepto que me ha llegado a través de la psicología. Entender como el ser humano se debe adaptar a los cambios del entorno. Si hablamos de la industria musical, adaptarte y estar presente para llegar a cuanta más gente mejor. Empezar de cero cada disco es un caso algo extraño. Es muy raro. Cuando se van acercando al proyecto, la gente se extraña de que tengamos que hacer todo el proceso desde cero con cada nuevo álbum. Desde cero, gira de salas y acabamos, toco madera, llenando el Wizink.

Empezar de cero cada vez exige una actualización permanente. Ese proceso tiene que ser fiel a tu esencia. Igual que en la naturaleza cualquier especie no deja de ser lo que es aunque se adapte. El público de cualquier artista, por darte un dato, suele pasar al siguiente conforme pasan los años. Maldita Nerea siempre se ha quedado en el mismo. El rango de edad está entre los 18 y los 30 y pocos. Siempre hemos estado ahí. Eso es muy raro. Lo que intentamos es gustar a la gente joven sin dejar de gustar a los que van creciendo con nosotros. En la era de Tik Tok es muy complicado. No sé como lo hago. Simplemente intuyo el tipo de mensaje que quiero dar en la canción. A veces me cuesta más, como en este disco, y otras menos. En eso estoy.


Vuestro último single es 'La increíble historia entre tú y yo'. Hay una frase que me llama mucho la atención. "Encuentro siempre una excusa para escribir lo que mis ojos cerrados cuentan y hablan de ti". Algunos artistas afirman que es más fácil componer desde la tristeza que desde la alegría. ¿Está de acuerdo con eso?

Es una lógica sencilla de entender. Cuando estás mal te atraviesa una información muy profunda, de mucho valor. Estás como en un límite. En los límites siempre hay mucha información. Yo soy muy crítico con esto. Siempre les digo a mis colegas que sean valientes y escriban desde la templanza, desde el estar bien. Es más fácil identificarte con alguien que está muy mal porque apela a sentimientos muy humanos, como la compasión, la empatía… ¿Por qué no me hablas desde lo que sientes, desde lo que tienes?

La persona se reconoce mejor en lo malo que en lo bueno. Llevo 20 años escribiendo sobre el 'sí'. No le doy ningún valor especial, pero sí le doy el reconocimiento de la valentía de escribir desde ahí, porque no lo hace nadie. Cuando te encuentras con un amigo y le preguntas '¿qué tal?', si te responde que bien, ahí prácticamente se acaba la conversación. En cambio, si te responde que está mal, te empieza a explicar por qué. ¿Por qué el click es más sencillo con lo siniestro? Es innegable que hay más luz que oscuridad. Lo que sucede es que la luz, lo luminoso, lo positivo, no tiene tanto valor para sobrevivir. Porque te está diciendo lo que está bien, no lo que está mal. Para sobrevivir buscas los peligros, la indecisión…La música pop vive en esa supervivencia. Y yo trato, desde ahí, hablar de otras cosas. Es algo muy complejo.

Además de cantante, es terapeuta y maestro de audición y lenguaje. ¿Cómo influye esa formación a la hora de componer y de liderar una banda?

Sí, soy el padre de la ‘criatura’ que es Maldita Nerea. Esto es un equipo, lo que pasa que yo siempre he compuesto canciones para banda. Siempre he huido del círculo cantautor, por evitar esa vulnerabilidad. Nunca he querido eso. Siempre he querido un equipo y lo tengo.

Mi formación ha influido mucho porque el conocimiento que yo puedo adquirir en mis actividades extraescolares como yo le llamo, ese plan 'B' que siempre trato de tener para poder salir de la música y tener una perspectiva que me permita volver a ella con más información, me ha venido muy bien. La terapia de lenguaje intenta conocer mucho sobre la herramienta que nos ha permitido ser lo que somos como especie, que es la interpretación de muchos códigos del universo. El estudio del lenguaje es una materia apasionante porque no acaba nunca. Cuando terminé la carrera pensé que era maestro de 'nada', pero me ha permitido indagar y conocer además de la parte de escribir, la técnica de la poesía, la métrica, todos estos conceptos, también el saber cómo impacta lo que yo digo en los demás, que es la base de la comunicación. Esto ha sido clave y fui consciente especialmente desde 'El Secreto de las tortugas'. Lo que pensaba que estaba escribiendo no tiene nada que ver con lo que objetivamente dice.

Por otro lado, no sabía que el mundo de la educación me iba a absorber por dos vías. Una, que al terminar la carrera vi que la educación es el camino por el que avanza la sociedad. La primera línea no es la ciencia. Es la educación que engloba, entre otros campos, a la ciencia. Encontré que la actualización personal empieza en el vientre materno. Este mundo me absorbió y además se dio la circunstancia de que mis canciones empezaron a entrar en las aulas. Los niños acogieron a través de los maestros mi música de una forma masiva, aunque no lo ves si no estás en ese mundo de la educación. Casi todos los niños de España han hecho algo con tres canciones nuestras. Cada vez que voy a un colegio se sorprenden de conocerme, porque conocen mi música, pero no a mí. Eso sigue pasando y espero que siga pasando muchos años.


¿Cuándo vio que la música iba a ser su principal medio de vida?

El mundo de los sueños es algo que me apasiona y escribo mucho sobre ello. Yo tenía el sueño de llenar un recinto grande y que cantaran mis canciones, no que las cantara yo. Este era el sueño tipo que yo tenía. Era muy freudiano porque ha sido casi literalmente lo que ha sucedido. No importa el cantante, importa la obra. Puedo ver y escuchar el mensaje a través de la gente. Esto lo perseguí cuando estudiaba Derecho y me iba fatal porque sufría un montón. Todo mi cuerpo me decía que por ahí no, pero no podía dejarlo. Esta inercia que tienen muchos estudiantes de 'todo el mundo estudia, pues yo también'. Cuando tuve el valor de dejarlo e ir en contra de todo lo que me había dicho a mí mismo y yo pensaba que me decía mi entorno, empecé a escribir y al poco tiempo me fichó una compañía, nos echó y me convertí en músico independiente, que es prácticamente lo que sigo siendo, aunque trabaje con una multinacional.

Todo eso hizo que a partir de escribir 'El secreto de las tortugas', que lo autoprodujimos nosotros y me encontré con la producción musical, viera la repercusión que tuvo dentro de mí mismo ese disco y me dijera que todo eso que tenía dentro tenía que salir. Me costó 5 años que sonara en la radio, que era otro de mis sueños, y ya lo transformó todo. Ahí entras ya en la música popular de España y vi que, con un tema que habla de filosofía, se podía hablar de muchas cosas, no hace falta hablar siempre de tus miserias. Porque creo que a nadie le interesan mis miserias. Cuando salen las cuento, pero con un punto de luz.


¿Cómo recuerdas esos inicios? Porque, aunque comenta que el 'click' le viene con 'El secreto de las tortugas', su primer trabajo, 'Cuarto creciente', ya es un gran disco.

Ese disco recoge la información que yo viví en esa crisis disruptiva de dejar esa tontería de hacer lo que no me gusta (estudiar Derecho) para hacer lo que me gusta (la música). Recoge parte de mi anterior 'yo', por decirlo de alguna forma. 'Cuarto creciente' es de hecho el único disco 'oscuro' que tengo. A partir de que me dije a mí mismo, 'hasta aquí', y me transformé vitalmente, comenzó una nueva etapa que me gusta más. Entiendo que a la gente le guste pero no me encuentro identificado en esas canciones. Pasaron muchas cosas en ese disco, que nadie se puede imaginar, pero para mí es mucho más transformador todo lo que pasó después.

Además, con el disco 'Cuarto Creciente', nosotros estábamos en Universal, la mayor discográfica del mundo, y fue donde descubrí como funciona la industria musical. Nos echaron prácticamente al sacar el disco sin ningún tipo de sentido, luego me quisieron volver a fichar. Una cosa un poco kafkiana. ¿Si me has echado por qué quieres volver a ficharme? Ahí descubrí lo que es la independencia y lo que es ser autónomo. El autónomo es una especie de superhombre o supermujer, indestructible. Eso te da poderes para hacer muchas cosas. Todo esto es lo que recoge 'Cuarto Creciente'. Por eso te digo que me siento más identificado con lo que ha venido después.

¿Cómo fue esa ruptura con Universal?

Fue totalmente unilateral por parte de ellos, aunque me hicieron el favor más grande de mi vida. Ahora tengo un pequeño taller al que vienen otros artistas que empiezan y, sin querer personalizar, las compañías no trabajan bien normalmente con el artista. Porque no tienen tiempo, no por falta de interés. El nivel de trabajo en una compañía de discos es brutal. Entonces, el artista espera que la compañía haga algo y, en la mayoría de los casos, no puede hacer nada. Te tienen ahí por si, por tus vías, llegas a un determinado nivel de atención y de consumo. A partir de ahí, ellas saben moverse muy bien. Yo eso no lo sabía y lo descubrí a partir de nuestro despido de Universal. Nos llaman y nos dicen: "Tenéis la carta de libertad". Y nos quedamos muy sorprendidos. Pensábamos: "¿Cómo que tenemos la carta de libertad? ¡Sí no hemos empezado aún!". El disco sale en octubre, habiéndolo retrasado casi un año, y en enero nos llaman para despedirnos.

Fue una de las llamadas más clarificadoras de mi vida. Me permitió no perder varios años de mi vida estando en un elenco sin poder crecer. Porque estás siempre esperando que desde fuera te ayuden. Y el crecimiento siempre es de dentro hacia fuera. En todos los órdenes de la vida. Eso me permitió explotar. Me encontré en la calle, teniendo que recuperar mi carrera sin tener un duro. Cuando hay un desierto, una necesidad muy grande y unas ganas enormes es cuando surge la creatividad. Está muy estudiado esto. Ahora lo interpreto así, pero en ese momento lo viví como un drama. Con los años puedo ver que fue una auténtica bendición esto que me pasó. Además, tenía un manager que también me dejó. Luego también quiso volver a ficharme. Entendí que todo iba en función de la fuerza que podía generar el artista por sí mismo.

¿En ese momento tuviste miedo?

Miedo hay, pero tenía que tirar hacia adelante porque no tenía más opciones. Yo no elegí ser músico, la música me eligió a mí. Tienes que ser consecuente con ese ‘'poder'. La música, a nivel comunicativo, está en lo más alto. Hay pruebas de que la música está con nosotros desde hace más de 40.000 años. No había otra opción. La cuestión era ver de que forma podías vivir mientras o si la música iba mal. Luego viene el 'boom' de 'El secreto de las tortugas'. Es una canción sin estribillo, que a la gente se le olvida. Eso rompe muchas barreras y al principio nadie la quería. ¿Por qué iba a sonar en la radio sin estribillo? Todas tienen. Dentro de todo este drama, de quedarnos en la calle, entonces terminé lo que me quedaba de la carrera de magisterio, monté mi gabinete en Murcia, como vía por si la música no salía bien y, por suerte, las dos cosas me han ido bien.


El éxito de 'El secreto de las tortugas' es innegable. Casi 20 años después sigue sonando en las discotecas.

Tengo tres hijos y el mayor, cuando sale por ahí, la escucha. A él no le gusta decir que su padre es el cantante, pero algunos amigos suyos lo cuentan y la gente se queda sorprendida. No eres español si no has escuchado 'El secreto de las tortugas'. La filosofía de la canción, sin ánimo de comparar, de conócete a ti mismo, de ser o no ser, es atemporal, siempre te sirve. No corras, ve a tu ritmo, que si corres te pierdes cosas.  Eso es fantástico. Ojalá pueda conseguir canciones de ese nivel.

¿Cómo se vive el cambio de llenar La Riviera a llenar el Wizink? 

Hay un viaje hasta la Riviera, que es una de las salas míticas de conciertos, y el siguiente escalón ya es el Wizink. Ese escalón es muy difícil de darlo. Llenar la Riviera ya es complejo de por sí. En nuestro caso, la sala la llenamos antes de sonar en la radio. Eso es como lo hacen las bandas indies. Yo sostengo que Maldita Nerea es una banda indie, porque no tenemos un plan de trabajo similar al de los demás. Todo ese viaje fue muy marciano. Porque, cuando vienen los grandes, tocan en el Wizink. Y, de repente, estás tú ahí. Cuando lo haces la primera vez, o tienes un buen equipo, mi familia también es mi equipo, que te facilite una 'toma a tierra' o lo normal es que se te vaya la cabeza. Te quedas sonado. Solo bajas a tierra con un buen equipo.

Lo más impactante no es llenarlo una vez. Lo más fuerte es, que pasado el tiempo, sigues sin ser conocido, y tengo que acreditarme y me piden el carnet para entrar al Wizink, pero lo vuelves a llenar. Hay que vivirlo desde la magia. Ahora tenemos que volver a hacer todo ese viaje para, si todo sale bien, volver a llenar el Wizink.


En muchas entrevistas hablas de la pausa. ¿Cómo se gestiona esa pausa en un mundo tan volcánico como la música?

Intentando que no se te vaya la cabeza. Es muy complicado. Yo también he cambiado y, por ejemplo, no escribo desde el mismo lugar. No es que haya perdido la frescura, pero cuesta más encontrarla. Porque la etapa que estoy viviendo ahora mismo es completamente nueva para mí. Y, además, no tengo referentes personales. Me siento más identificado con el autónomo que tiene una tienda en la esquina y, un día, le plantan un centro comercial al lado. Entonces piensas, '¿ahora qué hago?'. Eso, creativamente, es interesante. Porque piensas, 'o me quedo con lo bueno, o me invento algo alucinante'. El concepto alucinante son palabras mayores, pero yo lo vivo desde ahí.  Si no, te hundes. El miedo se apodera de ti. Para eso, la pausa es mágica. Vive cosas pero que no se te vaya la pinza. El mundo siempre cambia más rápido que uno mismo, pero no te puedes volver loco. Además, tienes que asumir que no puedes ir a la velocidad que van otros.

Son una banda que siempre tiene un hilo conductor en los discos, algo que no es tan habitual ahora. En ocasiones los discos son más recopilatorios de canciones que una obra completa. ¿Qué reflexión hace de este cambio en la industria?

Por un lado, está bien ese punto random. Pero, la realidad, es que los contratos discográficos siguen estando basados en discos. Los discos te dan una entidad en el tiempo para que el artista y la discográfica se puedan desarrollar juntos. Las carreras se desarrollan con el tiempo. Han hecho contrataciones por canciones, porque un artista determinado ha hecho un éxito y lo firman, pero con la intención de desarrollarlo. Las compañías necesitan echar raíces en las carreras de los artistas. Eso está bien, porque esa concepción de hacer algo caleidoscópico puede funcionar. El ejemplo más característico serían C Tangana y Rosalía. Han sido capaces de sacar canciones de lo más diversas, pero luego agruparlas en un concepto creado por ellos. Se le puede dar coherencia hasta a lo más random.

La entidad la da el artista. Ambos tienen una identidad muy clara. 'Esto soy yo y todos vamos por aquí'. La compañía, que por algo se llama así, los lleva hasta ahí. Esta forma de trabajar me gusta si se hace bien. En estos dos casos son dos artistas muy bien formados. Viendo cualquier entrevista de los dos, lo ves. Formación personal, vital. Esa concepción de artista completo es cada vez más difícil de encontrar. Para cualquier artista es lo mejor. Cuanto más formado estés, mejor. Porque de meteórico nada. Rosalía lleva un montón de años y C Tangana igual. Ambos están en la misma compañía que yo, en Sony.

Esto no es casualidad. Sony tiene un patrón japonés y, si ves como se crea, entiendes todo el desarrollo de la compañía. Incluso su división de cine, Sony Pictures. Si coges Warner, también se cumple un determinado patrón.  No es casualidad que muchos artistas españoles, de proyecto local y que luego han conseguido proyección internacional, estén en Sony.


A nivel compositivo, ¿le afecta de alguna forma el ver que la gente a tu alrededor no para de sacar singles mientras vosotros lleváis esa pausa que estamos comentando?

Busco la fundamentación de las cosas. Lo que me da peso y valor es, cuando alguien con una motivación similar a la mía, consigue cosas de valor. Hay ejemplos claros de artistas que siendo fieles a sí mismos consiguen cosas de valor en estos tiempos. Además, insisto en lo anterior, la mayoría están en mi compañía. Me gusta la palabra bien escrita, honrar a nuestro idioma. Yo escucho siempre a artistas en castellano que son capaces de pervivir en el tiempo. Y todos están en Sony. Mis referentes son por ejemplo Residente, Sabina (acaba de renovar por Sony), el último disco multipremiado de Jorge Drexler, con 7 Grammys, es el primero con Sony. Los mejores artistas en castellano, además de todos los grandes multi ventas de la música urbana, están en mi compañía. No defiendo la marca en sí, sino el posicionamiento sobre el castellano de la compañía.

A mí me han hecho una oferta que está fuera de lo común, que es trabajar la educación desde la música. Además de mi contrato con Maldita Nerea, tengo un proyecto educativo y musical donde la compañía ha invertido para desarrollarlo en los próximos años. Todo eso me hace sentir una confianza en el trabajo de hacer buenos versos, buenas canciones.

Otro ejemplo es Leiva, que es muy fiel a su forma de trabajar, es casi un orfebre, y está en Sony. Eso me hace ver que la compañía mira a largo plazo. Ahora tengo que ver como sobrevivir a esta nueva forma vital, con la presencia de Tik Tok.

¿Cuándo estará el nuevo disco?

Ahora mismo sigo en ese proceso de composición. Mi idea es que salga antes de la primavera. Voy muy retrasado, pero me ha pasado otras veces. Ahora necesito, de forma vital, sacar este disco. Ahí estamos. Para decirlo de forma gráfica, estamos en el minuto 89, no sabemos si va a haber prórroga, y tienes que ganar el partido. Ahí estoy. Por concretar, antes de que acabe la primavera. También dependo de los lanzamientos de Sony, e igual nos esperamos a abril. Eso si que lo ve el equipo, pero mi idea es antes de primavera.

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