CARTAGENA. Hostecar (organización empresarial hostelera que agrupa a las asociaciones y empresas hosteleras de Cartagena y su Comarca) ha denunciado la situación lo que considera una "persecución" por parte del Ayuntamiento de Cartagena que reclama a los propietarios de los chiringuitos del Mar Menor el abono, antes del tiempo acordado, el pago de las tasas previstas para septiembre.
Explica la patronal de la hostelería que los empresarios están en una situación extrema debido a la situación actual de la laguna, ya que la licitación de estos puestos se concertó cuando el estado de la albufera estaba en mejores condiciones. A pesar de la baja demanda turística y de la cada vez más corta estacionalidad, estos establecimientos están obligados a abonar, antes del tiempo acordado, una elevada cantidad de dinero inasumible para el sector hostelero.
Desde Hostecar se pide al consistorio recalcular los cánones de ocupación establecidos, ya que estos locales se están viendo obligados a cambiar incluso el horario de apertura debido al desolador panorama turístico en el que la afluencia de visitantes es inexistente. El presidente de Hostecar, Juan José López, ha condenado esta situación “es inaceptable que el Ayuntamiento de Cartagena persiga a los chiringuitos, exigiéndoles en el mes de junio el pago de las tasas previstas para septiembre, sin tener en cuenta la complicada situación que está pasando actualmente el sector hostelero y turístico”.
Desde Hostecar se recuerda al Ayuntamiento que en temporadas estivales anteriores ha sido necesario controlar y afrontar la problemática generada por parte de los macroencuentros de los jóvenes cada fin de semana en la zona de Las Dunas, en Cabo de Palos y en el terreno junto a la Iglesia. Por lo tanto, "es imprescindible atender y ofrecer soluciones a las múltiples manifestaciones de comerciantes locales, asociaciones vecinales y culturales, que se ven afectadas cada verano debido a la inacción por parte de la administración pública competente".
Los botellones, la delincuencia y la suciedad, que traen consigo estas aglomeraciones, "son episodios continuados que amenazan con frenar el comienzo de la temporada de verano, tanto en los hoteles como en la restauración de la zona, a pesar de los numerosos esfuerzos por parte del sector turístico y hostelero".
"Esperemos que se adopten las medidas necesarias para preservar los negocios locales. Las instituciones públicas deberían de tener en consideración todos los factores que afectan gravemente a los comerciantes y vecinos de la zona" ha concluido Juan José López.
Fuentes municipales indicaban, por su parte, que no se ha hecho nada distinto a otros años, al margen de la pandemia. Estas son las condiciones de la concesión del año pasado, y se están aplicando las condiciones que estaban en el pliego de concesión.
Recuerdan que el año pasado el ayuntamiento bonificó la parte municipal de la tasa y, este año, "hemos gestionado con Costas que se les cobre por el tiempo efectivo que esté abierto el chiringuito".
Las ayudas "las hicimos bajo el paraguas de las restricciones de la pandemia, que nos permitió alterar los términos de la concesión de manera extraordinaria", subrayan desde el Consistorio.
Hay que recordar que al sector hostelero se han destinado ayudas directas para ayudarles en momentos difíciles al ser de los sectores mas afectados por la pandemia. "Hemos dedicado 1 millón de euros de ayudas directas y la exención desde el comienzo de la pandemia de la tasa de terrazas", apostillan.
