MURCIA. Decíamos al referirnos al Casino que la sede original estuvo en la calle llamada por entonces De Lucas, y que el acceso principal a actual inmueble fue por la que hoy es puerta secundaria, en la misma calle. Hoy está dedicada esa vía, peatonalizada hace tiempo, a Radio Murcia, emisora decana de la radiofonía en la ciudad, nacida en 1933 e instalada en ella desde 1953.
El 2 de agosto del año próximo se cumplirán 90 años de la primera emisión, aquella en la que el fundador, director y propietario hasta la compra de la emisora por la Sociedad Española de Radiodifusión (que eso significa SER), Arsenio Sánchez Alcarria, pronunció las históricas palabras: "Sintonizan a Radio Murcia, emisora EAJ-17. Señores radioescuchas, buenas tardes. Da comienzo nuestra emisión de tarde-noche con las señales horarias".
"Esta es la historia de las cuatro emisoras clásicas, de las que quien suscribe se hizo radio oyente"
La primera sede estuvo en el Recreative Garden, en Espinardo, un espectacular centro de ocio y deportes, con edificaciones modernistas diseñadas por Pedro Cerdán, el autor de la fachada principal del Casino, con la colaboración del escultor Anastasio Martínez Hernández y del tallista Esteban Pérez, inaugurado en 1897 y clausurado en 1902, aunque sus instalaciones fueron aprovechadas para diversos usos, incluido el de emisora de radio, durante varias décadas, hasta su desaparición en la primera mitad de los años 70 del pasado siglo.
El paso de Radio Murcia por aquel singular espacio fue breve, pero marcó un hito en la historia de la radiofonía en la Región. Con el inicio de la Guerra Civil, las autoridades del Frente Popular se incautaron de la emisora para convertirla en altavoz del bando republicano, y quedó instalada en la plaza de Hernández Amores, o de la Cruz, de donde pasó a su actual emplazamiento, como queda referido.
Relevante resultó también a la hora de establecer momentos que han marcado el desarrollo de la radio murciana la inauguración de la emisora de Radio Nacional de España en Murcia y de la gran antena situada en Las Torres de Cotillas. Una antena que, según se informó aquel 9 de octubre de 1965, ofrecería señal en un radio de entre 400 y 1.200 kilómetros.
El acto oficial estuvo a cargo del ministro de Información y Turismo, que no era otro que Manuel Fraga Iribarne. Una vez instaladas en 1963 las emisoras de La Coruña, Oviedo y Sevilla; en 1964 las de Barcelona y Tenerife; y en el mismo año 1965 el denominado tercer programa de Madrid, se planteó la necesidad de buscar un lugar adecuado en el Sureste para cubrir el principal territorio que faltaba por abarcar, y el lugar elegido fue Murcia y, a poca distancia de Murcia, Las Torres de Cotillas para colocar la antena, situándose los estudios en un noveno piso de la calle de Jaime I, esquina a la Gran Vía, sobre una superficie de 400 metros cuadrados.
En aquel céntrico y elevado emplazamiento permaneció Radio Nacional hasta su traslado a unas nuevas instalaciones junto al jardín de La Seda, calle de la Olma, y posteriormente, en 2014, al edificio que hoy ocupa, junto con Televisión Española, en el barrio de La Flota.
Pocos años antes del nacimiento de Radio Nacional de España en Murcia se había producido el de Radio Popular, emisora perteneciente a la Cadena de Ondas Populares Españolas (COPE), vinculada desde sus inicios, en los albores de los años 60, a la Iglesia a través de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social.
En Murcia, comenzó a emitir en período de pruebas el 28 de enero de 1961, a las 12 del mediodía, desde el mismísimo Palacio Episcopal, con el recordado sacerdote Juan Hernández Fernández, que fue capellán del Cabildo de Cofradías o del Orfeón Fernández Caballero, como primer director, y con una programación inicial de cuatro horas, de ocho a doce de la noche, que luego se ampliaría en cuatro más.
A primeros del mes de marzo ya emitía de 12 del mediodía a 12 de la noche los días laborables, mientras que los domingo lo hacía desde las 8 de la mañana, y poco después se estrenaba oficialmente, ya con los estudios en la calle González Adalid, a espaldas de los célebres grandes almacenes de La alegría de la huerta.
Fue en septiembre de 1973 cuando la emisora pasó a su emplazamiento actual, en el Edificio Fontanar, junto al Arco de Santo Domingo y propiedad de los jesuitas, siendo bendecidas las nuevas instalaciones, en los pisos 3º y 4º, por el entonces obispo de la Diócesis, Miguel Roca Cabanellas.
La cuarta de las radios clásicas fue la segunda en nacer. Radio Juventud empezó a emitir en el invierno de 1949 al arrimo del Malecón, en el caserón que había sido posada del Malecón y antes convento de San Francisco, y que tras la Guerra Civil acogió al Frente de Juventudes, a cuyo amparo nació la emisora.
A finales de los años 60, los estudios de Radio Juventud se trasladaron al edificio recién construido en la calle denominada entonces Alféreces Provisionales, y que hoy lleva el nombre de Isaac Albéniz, en cuyos bajos se encuentra hoy una de las Comisarías de Policía de la ciudad.
Estas eran las cuatro emisoras clásicas cuando quien suscribe se hizo radio oyente. Luego llegaron otras, como Radio Luz, en 1982, que se instaló en la calle de Madre de Dios y a la que sucedió Onda Cero. Radio 80, el mismo año, en Primo de Rivera; o Antena 3 Radio, poco después, en la plaza de Emilio Díez de Revenga. Pero eso está mucho más cercano en el recuerdo.
Históricamente, la radio ha servido como altavoz para las opiniones más plurales, y fue un canal indispensable para colectivos pequeños, movimientos alternativos y voces diferenciadas que, desde las emisoras, intentaron evadir cualquier tipo de censura. La libertad de la radio actual ha permitido que el colectivo LGTBI tenga un amplificador de onda para programas y podcast que visibilizan aquello que la heteronorma intenta esconder o reprimir. Ante la proliferación de la radio-fórmula, algunos referentes queer llevan tiempo abriendo sus micros a la lucha por la diversidad