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como ayer / OPINIÓN

Galerías Preciados nos trajo el primer supermercado

5/05/2022 - 

MURCIA. Nos ha contado estos días Murcia Plaza que hay una especie de fiebre de apertura de supermercados en la Región, y que uno de ellos se ha instalado en la más que céntrica plaza de Cetina, en un extenso local que ha estado durante muchos años dedicado a la óptica.

Al margen de las consideraciones que desarrolla la información facilitada por este diario, interesa a estos ayeres volver sobre su emplazamiento, al que ya me referí en su momento como primer establecimiento de Galerías Preciados en Murcia, donde permaneció hasta su traslado a la Gran Vía (entonces José Antonio, hoy Francisco Salzillo), donde abrió sus puertas hasta su reconversión en segundo local de El Corte Inglés.

Para situar al lector, merece la pena recordar que Galerías tomó el nombre de la calle madrileña de ese nombre y su primera tienda fue inaugurada en 1943, para expandirse paulatinamente por España. La de Murcia fue la novena, tras la citada y las de Badajoz, Don Benito, Santa Cruz de Tenerife, Córdoba, Jaén, Cádiz y Sevilla. Lo que quiere decir que fuimos la quinta Región a la que llegó la cadena y que contamos con estos grandes almacenes antes de que llegaran, por ejemplo, al País Vasco, Cataluña o la Comunidad Valenciana.

Fue el sábado 3 de octubre de 1959 cuando tuvo lugar el acto protocolario, si bien la apertura al público no se verificó hasta el lunes siguiente, pero ya en septiembre se comenzó a hablar de la novedad que llegaba, aunque no tanto por lo que se refiere a los almacenes, que ya contaban en Murcia con otros como los emblemáticos de La Alegría de la Huerta, en las mismísimas Cuatro Esquinas, fundados en 1891, sino por el hecho de que Galerías Preciados trajese a la ciudad el primer supermercado.

"Supermarket a la vista", titulaba la información ofrecida en Línea el recordado Ismael Galiana, que anunciaba que Galerías daba los últimos toques a sus instalaciones en la plaza de Cetina, y destacaba que en la planta baja funcionaría un "Sírvase usted mismo", explicando que se trataba de "una versión corregida y aumentada de las tiendas de ultramarinos, llamadas a desaparecer, o al menos sus procedimientos de venta".

Los ecos de la inauguración no podían ser más elogiosos: "Un soberbio establecimiento moderno, funcional y económico, donde se vende de todo"; "Hasta lo nunca visto en nuestra capital: un autoservicio de alimentos pre-envasados". Ocupaba la planta baja y la primera, y se volvía a poner el acento en la gran aportación que representaba el supermercado, que nos traía el concepto de autoservicio y permitía elegir "lo más adecuado y necesario, sin intromisiones ni condescendencias personales; triunfa la calidad, porque los "selfservices" acreditan los productos que venden por los productos mismos".

"El establecimiento de Murcia fue el noveno que abrió en España, tras los de Madrid, Badajoz, Don Benito, Santa Cruz de Tenerife, Córdoba, Jaén, Cádiz y Sevilla"

Además, la crónica, recordaba al lector que Pepín Fernández, el creador de Galerías Preciados, "hombre dinámico, de marcada influencia comercial americana, renovador de los arcaicos sistemas españoles de ventas, ha introducido en nuestra Patria dos innovaciones fundamentales: estímulo de las apetencias inversoras por medio del lema "Practique usted la elegancia social del regalo" y correcto personal especializado. Pepín Fernández creó los días del padre, de la madre, de la suegra, de los enamorados, de los médicos y creemos recordar que hasta de los escritores imponiendo unas directrices comerciales continuadas hoy por numerosos establecimientos".

En la plaza de Cetina se mantuvo Galerías durante 11 años. A finales de 1969, poco después del décimo aniversario de la tienda de Cetina, contaba la prensa que la estructura del gran edificio que albergaría a la popular cadena, en la Gran Vía, estaría terminada para el mes de marzo. Ocupaba el solar donde se había emplazado, hasta hacía muy poco, la sucursal de los Maristas, que en el curso 1968/1969 se había trasladado al nuevo Colegio La Fuensanta, en el barrio de Vistalegre.

El establecimiento ocuparía tres plantas y media, según se difundía meses antes de su apertura,  y precisaría entre 350 a 400 empleados. Contaría con cafetería y tienda joven en la segunda planta. Y coincidiendo con estos anuncios, y anticipándose unos meses al desembarco de Galerías, abrió también en la avenida, en el edificio Torre de Murcia, otra tienda célebre de aquellos años: Almacenes Arias

El 25 de abril de 1970, fue colocada la bandera de España al "cubrir aguas", a 54 metros de altura, en el que era el edificio de mayor fachada (101 metros) de cuantos existían en la ciudad. Una finca de 15 plantas y ático, con un pilotaje de 16 metros de profundad, en la que 120 obreros habían trabajado a gran ritmo, durante 135 días, para llegar a ese simbólico momento. Cuatro plantas (tres y media) se destinarían a Galerías Preciados, seis a oficinas, y en el resto se dispondría de un centenar de viviendas.

Con la proximidad de la fecha señalada para abrir las puertas al público, el 23 de octubre, se fueron conociendo más detalles que resultaban llamativos hace 52 años: Contarían los nuevos almacenes con un ascensor con cabida para 14 personas, que se movería a una velocidad de 0,75 metros por segundo, propulsado por un motor de dos velocidades. En las horas en que el edificio estuviera cerrado al público, se podría habilitar como montacargas, siendo entonces su capacidad de 1.050 kilos. También contarían con los servicios de unas escaleras mecánicas compuestas de cinco tramos con una inclinación de 30 grados y una capacidad de transporte de 80.000 personas al día.

La superficie de venta al público sería de 6.000 metros cuadrados, y para mayor bienestar de la clientela, se instalarían una serie de acondicionadores de aire del tipo más moderno, que garantizarían en cualquier lugar de la tienda una temperatura constante de 22 grados en invierno y 25 en verano. La humedad sería del 40% y el 50%, respectivamente.

"Los nuevos almacenes contarían con un ascensor con cabida para 14 personas y con unas escaleras mecánicas con capacidad de transporte de 80.000 personas al día"

Llegado el gran día, el diario Línea publicó una entrevista con Pepín Fernández, el empresario que revolucionó el concepto de grandes almacenes con la creación de Galerías Preciados. Un asturiano que llegó siendo muy joven a Cuba, con 100 pesetas en el bolsillo, entró a trabajar de chico para todo en una tienda de tantas y nueve años después se había convertido en el gerente de la misma. A España regresó para instalarse en 1934 en la calle Carretas, con su primer negocio, la sedería de igual nombre, que fue el germen de Galerías. Contaba con seis empleados, que en 1970, cuando abrió la nueva tienda de Murcia, eran más de 8.000.

Y el creador de aquél imperio, engullido 13 años después de su muerte por su gran competidor, El Corte Inglés (fundado por su primo César Rodríguez, asturiano y emigrante, como él) aconsejaba a quienes pensaran abrir un negocio señalando que "la honradez siempre es rentable", o que "una publicidad inteligente y; sincera, inspira confianza, ensancha el circulo de compradores y los convierte en amigos".

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