MURCIA (EFE). Todas las organizaciones agrarias, cooperativas, asociaciones de productores y exportadores y sindicatos de regantes se manifestarán el próximo 16 de febrero en Murcia para reivindicar "Futuro y respeto para el campo murciano" en un paro sectorial que busca, como han subrayado este lunes en rueda de prensa los convocantes, denunciar el "asfixiante" incremento de los costes de producción experimentado en 2021.
En una comparecencia ante los periodistas de los dirigentes regionales de Coag, Upa y Asaja, flanqueados por representantes de Fecoam, Apoexpa, Proexport y Scrats para manifestar la unanimidad del sector, las organizaciones han informado de que esta gran movilización se enmarca en un calendario de protestas en toda España, y espera reunir por el centro de la ciudad de Murcia a miles de trabajadores del campo junto a tractores, camiones y maquinaria agrícola.
Entre otras reclamaciones, los convocantes piden medidas legislativas y fiscales para hacer frente al "desmedido incremento de los costes de producción", con subidas del 300 por ciento en el precio de los fertilizantes, del 270 % en el caso de la luz, cercanos al 50 por ciento en los plásticos y en torno al 30 por ciento en el agua, los costes salariales o los piensos, entre otras subidas.
"Estamos en una situación claramente insostenible", ha subrayado el presidente regional de Coag, José Miguel Marín antes de criticar la poca sensibilidad del Gobierno con el sector y manifestar su inquietud por los "planes que parecen tener el gobierno y la UE para reducir la producción agraria propia e ir hacia la globalización" de los mercados agrícolas.
Ha denunciado además los agravios que sufren los productores comunitarios respecto a países de fuera de la UE y ha puesto como ejemplo la estrategia "De la granja a la mesa" que, entre otros hitos, obliga a reducir el uso de abonos y fertilizantes pero permite la entrada de producciones de mercados extracomunitarios sin esas obligaciones.
El secretario general de Asaja en Murcia, Alfonso Gálvez, ha resaltado por su parte las peculiaridades de las demandas del campo murciano respecto a los productores españoles por el déficit estructural de la cuenca del Segura, por lo que la manifestación de febrero servirá también para reclamar la aprobación del plan de cuenca del Segura, el establecimiento de un precio no superior a los treinta céntimos el metro cúbico para el agua desalada, o la aprobación de caudales ecológicos en el tramo alto del Tajo ajustados a criterios "rigurosos" y que no supongan la reducción "innecesaria" de volúmenes trasvasables al levante.
Su homólogo en la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), Marcos Alarcón, ha explicado que, tras la suspensión del calendario de protestas por la pandemia del coronavirus, el campo vuelve a movilizarse en febrero porque tiene "graves problemas y las explotaciones familiares aún más", tras lo que ha pedido el cumplimiento efectivo de la ley de cadena alimentaria para evitar presiones de las empresas de distribución y los grandes compradores europeos.
"Los consumidores deben pagar un precio razonable y el margen debe repartirse de forma adecuada en todos los eslabones de la cadena alimentaria", ha clamado.
Junto a estas reivindicaciones, el sector agrario regional pedirá en las calles una mejora del sistema de seguros agrarios, el control efectivo de los acuerdos comerciales con terceros países, la modificación del plan estratégico de la PAC y un plan de apoyo a inversiones que favorezcan la mejora de la sostenibilidad ambiental y el bienestar animal.