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el gato en la talega / OPINIÓN

Feria del Libro: navegando por la Costa Cálida

9/10/2022 - 

MURCIA. Del seis al doce de octubre, la calle de Alfonso X de Murcia acoge las casetas que custodian esos tesoros que son los libros. Hasta 59 estands nos muestran cómo las letras son uno de los mejores vehículos de expresión humana. De diez de la mañana a nueve y media de la noche, una puede pasear entre las sombras de dos bellas hileras de plataneras y encontrar autores o autoras, amigos y amigas, personas conocidas y por conocer. Pero lo mejor de todo es acercarse a los libros que nos llaman y tocarlos, olerlos o mirarlos, para dudar sobre el que adquirir. Es también un gran baremo que mide, yendo con cierto espíritu observador, el estado de salud de las letras en la Región de Murcia.

Este año he tenido la ocasión de asistir el día de la inauguración de esta Feria junto a Rafael Hortal Navarro. Navegando por las historias de la Costa Cálida es el nuevo libro que presenta. Estando en mi retiro vacacional al otro lado del país, Rafael me escribió proponiéndome redactar un prólogo para el libro recopilatorio de relatos que iba a realizar, relatos que conforman un bonito cuaderno de bitácora. Por descontado, a mayor retiro que tiene una, el nivel de contemplación es tal que honra al famoso "no hacer nada", así que me puse manos a la obra a mi regreso no sin cierto gusanillo de incertidumbre. Sin embargo, las benditas musas seguían a mi lado, seguramente porque también estaban desestresándose de lo locas que las llevaba y ni siquiera intentaron huir. También porque el conocimiento, la intuición y la claridad que tenía sobre los textos y su autor, prevalecían.

El desarrollo y las pinceladas del contenido de los nueve capítulos los recojo en el prólogo. Es muy bonito y de agradecer que parte del mismo aparezca en la contraportada junto a los logos colaboradores y la maravillosa rosa náutica. La travesía se realizó en su mayor parte en la goleta Santi Christophe, con permiso del Else, y abarca tal cantidad de personajes y aventuras de los lugares avistados que, por una cuestión de espacio, me es imposible citar aquí. Basta decir que es un trabajo que da paso a un abanico heterogéneo y dinámico de personas y sus espacios. Las imágenes que acompañan a los amenos relatos abren la mirada al descubrimiento. Es, por ello, un trabajo de muy agradable lectura que incluso te incita a conocer los lugares bienhallados. En todo este trabajo se siente el asesoramiento, como si fuese una gaviota de visión prodigiosa, de María José Cárceles.

El libro se completa con unos anexos que amplían la visión del conjunto. Y todos ellos están hilados con la aguja enhebrada en hilo de mar. Tratan sobre el velero Tamaris, una auténtica joya de la navegación, el programa en Onda Regional donde Rafael Hortal ha podido hacer casi un audiolibro, pero mucho más rico y personalizado, de la Sociedad Geográfica en la que tanto trabaja y cree, con menciones a colaboradores valiosos, de su amor por las velas, de Soren Peñalver con esa luz mediterránea siempre presente en sus textos. Recogen también las propias publicaciones de La Opinión que conforman el cuaderno de bitácora, y hay una preciosa dedicatoria para su hija y su nieto.

Ante una taza de té, al lado de la caseta de la Asociación de Creadores y Artistas Palin, me entregó un ejemplar, grabamos un pequeñito vídeo y tuvimos un recuerdo entre nosotros de Asensio Piqueras, porque como él mismo dijo "y los desgarros se vuelvan pliegues de amor". También tuve la oportunidad de saludar y felicitar a Manuel Vicent, un señor educado y de mirada inteligente, literalmente hablando. Coincidimos también ante la caseta de la Universidad de Murcia con Pascual Vera y su sonrisa de mar, hablamos de la tristeza reconvertida en ironía pascualina en la anécdota que nos contó de haber tenido que regalar 300 libros ante la pena de eliminarlos. En ese diálogo, Rafa tuvo un recuerdo fugaz sobre como conoció a María José Cárceles, su compañera vital, de la mano de Don Destino: misma hora, el mismo boulevard, frente a pilas de libros. Con tanto por decir, termino ya reseñando que esta es una Feria accesible para personas con discapacidad visual gracias a la señalética digital Navilens y quienes la hacen posible.

La última fotografía del libro es la del velero de cuento sobre las tranquilas aguas del Mar Menor, con la línea de costa de Santiago de la Ribera parpadeante. La rosa de los vientos que se hace presente en algunas de sus páginas y en la sobrecubierta, es una señal ineludible para mí; pienso que perderse solo es placentero sabiendo mantener el rumbo. Es lo que podemos hacer navegando en este libro, redescubriendo nuestra costa, desde el mar, en las ondas, en los textos vividos.

Celia Martínez Mora

Investigadora

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