Espíndola, a la izquierda; Fede, a la derecha; junto a Javier Arrivi, entrenador de porteros del club. Foto: ELPOZO MURCIA. Los dos porteros de la primera plantilla de ElPozo Murcia Costa Cálida, Carlos Espíndola y Federico Pérez "Fede", han aconsejado a los guardametas de la cantera del club y les han dicho que "hay que intentar controlar los nervios en la portería" y que lo más importante para llegar al buen rendimiento es "trabajar bien durante la semana" y "estar centrado en parar desde antes de cada encuentro".
El brasileño y el valenciano han compartido un rato con los jóvenes porteros del club a través de una charla telemática patrocinada por Bankia y que ha sido colgada en la cuenta de Twitter de la propia entidad deportiva.
Tanto Espíndola como Fede han hablado de los nervios que van especialmente ligados al puesto en el que desenvuelven.
"El nerviosismo llega en función de lo importante que sea el partido y es bueno siempre intentar controlar ese sentimiento porque no es bueno, aunque esa sensación en la barriga no se pierde nunca mientras estás en activo", ha comentado el de Florianópolis, de 26 años y llegado a ElPozo el pasado verano procedente del Jaén Paraíso Interior.
Mientras, el valenciano, de 27 y en el club desde 2011 -primero en la cantera y en el primer equipo desde 2016-, ha concretado que la vez que más responsabilidad soportó fue "en los cinco partidos de la final de la pasada Liga ante el Barcelona y en la final de la Copa de España también frente al Barça, encuentros en los que hay más nervios y que se deben gestionar para estar más activados y pendientes y que no te debiliten".
Espíndola, quien ha destacado como su mejor parada en ElPozo una en la última Copa de España frente al Levante, ha apelado a "jugar lo mejor posible en los partidos que quedan esta temporada" y ha contado qué hace antes de cada choque: "Intento visualizar partidos pasados y rezo antes de empezar, aunque lo más importante de todo es hacer bien el trabajo durante la semana".
Por su parte, Fede, quien ha resaltado una parada suya frente al que hoy es su compañero Leo Santana en un Barcelona-ElPozo, ha reconocido que "en los primeros días, tras volver a entrenar después del confinamiento, lo que más se acusaba era la situación espacial en la portería tras mucho tiempo inactivo y metido en casa" y, sobre su ritual, ha indicado lo siguiente: "Tengo pocas manías pero sí una rutina, primero te vendas una mano y luego otra y son cuestiones que se repiten. Me suelo poner música antes del calentamiento y a partir de ahí sólo piensas en parar y en estar bien".
