MURCIA. Conviene advertir que la extrapolación de los votos de unas elecciones autonómicas a unos comicios generales no constituye una ciencia exacta. El comportamiento de los votantes no es idéntico. Ni siquiera cuando hay menos de tres meses entre dos convocatorias electorales. Así sucedió en 2019, un año que acogió hasta cinco elecciones distintas. Además, influyen otras variables como que ciertas candidaturas locales relevantes no se presentan en una cita nacional. He ahí el ejemplo de MC Cartagena, cuya bolsa de 19.720 votos autonómicos se repartirá en las próximas elecciones del 23 de julio. E incluso la participación no es la misma, mucho más elevada en una contienda nacional que en las autonómicas. Aun así, teniendo en cuenta todas estas reservas, la extrapolación concede una cierta perspectiva, un termómetro del pulso electoral y su tendencia.
Así, a la vista del resultado de las elecciones autonómicas del pasado 28 de mayo y aplicando una simulación con el sistema D'Hondt, si los electores de la Región de Murcia repitieran su papeleta el próximo 23 de julio, los populares lograrían un gran triunfo en la circunscripción de Murcia. En concreto, el PP murciano conseguiría 5 escaños; el PSOE se quedaría en tres diputados y Vox apenas cosecharía dos parlamentarios. Podemos Izquierda Unida no obtendría representación. Tampoco llegaría al Congreso si a los 31.340 apoyos de la confluencia progresista se sumaran los 8.687 que el pasado domingo aglutinó Más Región Verdes Equo.
Cabe recordar que la Región de Murcia, cuya provincia es la séptima más poblada de España, aporta 10 diputados al Congreso y otros cuatro senadores, a los que hay que añadir los senadores por designación autonómica. Hoy día, en la Cámara Baja Vox, PSOE y PP tienen tres representantes de la Región cada uno mientras que Podemos cuenta con un solo parlamentario.
El PP regional ha dominado tradicionalmente esta contienda desde 1993. Hace doce años llegó a copar ocho de los diez escaños de Murcia, con una abrumadora cifra de 471.851 votos, el 64% de los electores. Fue en la primera legislatura de Mariano Rajoy (2011-2015). Sin embargo, en las dos últimas citas los populares sufrieron dos batacazos que todavía escuecen. El primero se lo propinó el PSOE, que en abril de 2019 se impuso en la Región como preludio de lo que iba a suceder un mes después en las autonómicas. Y posteriormente golpeó Vox, que en noviembre de aquel año dio la gran campanada de su historia y conquistó el feudo murciano, su primera victoria en España. En ambos casos el PP, encabezado por Teodoro García Egea, quedó trastabillado, con tres representantes, los mismos que Vox y PSOE.
Cuatro años después, el panorama es bien distinto. El PP llega a la cita del 23J con la moral por las nubes. Los populares confían en que los 286.000 votos de las autonómicas se conviertan en apoyos para que Alberto Núñez Feijóo llegue a La Moncloa. Vox, por su parte, también tiene muchas esperanzas en sellar un buen resultado. Su fuerza, de hecho, es el tirón nacional, con Santiago Abascal a la cabeza. No en vano, en 2019 recibieron casi 200.000 votos y esperan repetir aquel éxito. En este 28M, si bien lejos de sus ansias de victoria, Vox obtuvo 118.000 papeletas.
El PSOE, por su parte, vive un mal momento. Si 2019 fue un año feliz para los socialistas, con sus dos victorias electorales (en las generales de abril y las autonómicas), este 28M fue todo un mazazo. El PSRM cosechó 171.271 votos, frente a los 212.600 que logró Diego Conesa. En las dos generales de 2019, el PSRM consiguió 189.000 (abril) y 177.000 (noviembre). El mejor resultado histórico del PSOE tuvo lugar en 1982, cuando el 50,8% de los murcianos respaldó a Felipe González.
Podemos llega con la soga al cuello. Necesita recuperar los votos perdidos. En 2015, en plena efervescencia de Pablo Iglesias, 110.000 murcianos secundaron a Podemos en las generales. Fue su tope. En las autonómicas de aquel año recibieron 83.133 papeletas. Un año después, y aliado ya con Izquierda Unida, la confluencia retrocedió hasta 102.000. En 2019, y en un momento complicado para Podemos (su líder se había marchado a Más País) obtuvieron 63.461. Más País recogió 13.439 votos, insuficientes para entrar en el Congreso. Ahora las fuerzas progresistas intentan unir sus fuerzas. Sumar, que este martes se constituía como partido, es el faro al que se agarra la izquierda si quiere seguir viva el próximo 23 de julio.