CARTAGENA. La cara de los propietarios, de los promotores y de las asociaciones que fueron congregados ayer para contemplar el inicio de la demolición de los 10.000 metros cuadrados de sótano del antiguo centro comercial, así como de los tres pabellones de locales abandonados eran de incredulidad. No porque no creyeran lo que estaban viendo, sino porque no podían creer que después de más de 20 años esperando, esto pudiera estar sucediendo.
Este primer paso supone un gran avance para que el nuevo espacio comercial de Cabo de Palos, ubicado en Las Dunas, sea más que una realidad y esta zona, ahora en manos de los botellones, la suciedad, las peleas y los ruidos, se convierta en una gran zona comercial que ayude a la desestacionalización de esta zona turística de Cartagena.
Las obras de demolición, a cargo de la empresa cartagenera Jumabeda, consisten en dejar un gran vaso para que Mercadona levante un gran establecimiento de 5.000 metros cuadrados, según la versión facilitada por los promotores -a falta de confirmación oficial por la misma empresa- y un espacio destinado al aparcamiento -tanto en el sótano como en los exteriores- que rondará los 15.000 metros cuadrados. "Será el Mercadona más grande de España", repetía José García Fernández, uno de los grandes precursores de este proyecto en la zona de las Dunas y propietario de la empresa Certain, la promotora de la misma.
Las obras de demolición, que se alargarán hasta mediados de noviembre, darán pie, a continuación, para que la firma de alimentación pueda poner en marcha su proyecto, para el que solicitaba licencia hace unos días al Ayuntamiento de Cartagena, aunque según fuentes municipales, aun están dando los últimos retoques a dicho proyecto. Además, García Fernández aclaraba que está proyectada una gran rotonda en la zona de entrada del CC Las Dunas, que será financiada también por Mercadona.
A su vez, en los meses de enero y febrero, se procederá a la urbanización del entorno -calles, alumbrado, desagües, canalizaciones, aceras, etc...- para que a lo largo del próximo año 2023 Mercadona pueda abrir definitivamente esta superficie, cerrar la que tiene unos cientos de metros más abajo y convertirse en el gran referente de esta zona. Junto a la superficie de alimentación, irán abriendo sus persianas otros grandes negocios, como un Burger King, una perfumería y otro buen ramillete de marcas principalmente de restauración y de ropa. "La singularidad del proyecto es que una vez que empezamos las obras, los futuros inquilinos nos salen bajo las piedras. El ejemplo lo tenemos en Alcantarilla, con el nuevo parque comercial que se ha abierto. Si hubiéramos tenido el triple de espacio, también se habría llenado de nuevos negocios", apostilla el dueño de Certain SL.
"Desde el principio, hemos apostado por llevar a cabo esta actuación, cuya tramitación comenzó en la pasada legislatura con la modificación del Plan Parcial para cambiar el uso de estos terrenos, que era hotelero y ahora ya es comercial. Hemos ido avanzando más lento de lo que nos habría gustado por las dudas legislativas que surgieron, pero, por fin, las máquinas ya están trabajando", subrayaba la vicealcaldesa Ana Belén Castejón.
"Vecinos y empresarios llevaban mucho tiempo reclamando que el centro comercial se rehabilitase para que se reactivase esta zona y porque su mal estado era muy peligroso. Estas obras son un paso fundamental para que su petición sea una realidad, por lo que estamos de enhorabuena", añadía.
Los vecinos de la zona manifestaban su alegría por el comienzo de las obras. Isabel Belmonte, presidenta de la Asociación de mujeres de Cabo de Palos, quiso lanzar un mensaje a los vecinos que cada noche tienen que aguantar botellones y ruidos. "Tenemos que aguantar un poco, porque con estas obras nos quitamos por fin ese gran problema que venimos sufriendo. Así que pido paciencia a los habitantes de la zona por los inconvenientes que suponen unas obras de este tipo. Ahora es un desastre y se va a convertir en un sitio muy bonito, que generará trabajo para los vecinos. Llevamos muchos años luchando por esto porque hemos tenido que aguantar de todo y ahora solo pido un poco de paciencia".
Por otro lado, está la problemática del mercadillo de los domingos en Cabo de Palos, que está junto a las obras que se han iniciado en el CC Las Dunas. En las últimas semanas se han mantenido diferentes contactos con las asociaciones de comerciantes de venta ambulante para explicarles cómo está la situación. "Esta obra no va a afectar al normal funcionamiento del mercadillo. Ahora bien, una vez que se avance con la misma, los promotores nos han ofrecido unos terrenos alternativos pegados a estos que solo separa un paso de peatones. Vamos a explicarles, no obstante, a los mercadilleros todo el proyecto, para que conozcan las fases, la hoja de ruta para que sepan cuando se hará el traslado provisional y el definitivo", decía la vicealcaldesa.
Respecto a los terrenos propiedad de Consprocom SL anexos al CC Las Dunas y paralizados por la Ley del Mar Menor en los que la firma tiene proyectado la construcción de un Lidl y una gasolinera entre otros inquilinos, la vicealcaldesa explicaba que "hemos tratado de poner cordura dentro de nuestras potestades. Hemos pedido que se hagan las cosas con coherencia, teniendo en cuenta el equilibrio natural del territorio. Claro que hay que proteger el Mar Menor, pero con conciencia. Una ley deprisa y corriendo no puede ser que no haya gustado ni a ecologistas, empresarios y agricultores y a los ayuntamientos, que tenemos que dar las licencias, tenemos que recurrir al Consejo Jurídico porque hay muchas lagunas de interpretación. Aquí quien paga el pato es el promotor que no puede construir".