El nombre, el escudo y los más de cien años del Real Murcia no pesan tanto

MURCIA. El nombre, el escudo y la historia del Real Murcia no le valdrán para competir la próxima temporada en la nueva Primera RFEF a no ser que se gane ese derecho en el campo. La Real Federación Española de Fútbol se mantiene firme en su decisión de no otorgar invitaciones para competir durante el curso 2021/2022 en la que será la tercera categoría nacional y que es algo por lo que está peleando el conjunto grana, que ya dejó escapar la posibilidad que se ponía en juego de dar el salto a LaLiga SmartBank, un objetivo que sí mantiene el otro equipo de la ciudad, el UCAM Club de Fútbol.

Durante los últimos días se había especulado con la opción de que el organismo que preside Luis Rubiales diese cabida en la división de nueva creación, de la que formarán parte 40 equipos distribuidos en dos grupos, a entidades históricas del país que ahora están en Segunda B como el propio Real Murcia, el Hércules de Alicante, el Córdoba, el Recreativo de Huelva, el Numancia de Soria, el Deportivo de La Coruña, el Racing de Santander o el Lleida.

Sin embargo, desde la RFEF se descarta esa invitación, por lo que el club que preside Francisco Tornel, por mucho que fuese fundado en 1908 o en 1919 -hay dos versiones que apuntan a esas dos fechas- y que todavía hoy siga siendo el conjunto que más veces ha ganado la Liga de Segunda -ha logrado ocho títulos en la división de plata-, tendrá que seguir peleando ese ascenso. Con ese fin participa en una fase en la que a día de hoy es el quinto clasificado del grupo 4D con 28 puntos y tiene seis de desventaja con respecto a los dos equipos que alcanzarían ese objetivo y que son el Sevilla Atlético y el Linense. Para enjugar esa diferencia dispone de cuatro partidos, dos frente al Tamaraceite empezando por el de este domingo en Canarias, uno contra el mismo Linense en casa y otro en el feudo del Cádiz B.

Lo dicho, el nombre, el escudo y la historia no ganan partidos fuera del campo ni, como sí pasa con las "wild cards" del tenis, dan privilegios y esto no hace sino reforzar la teoría de quienes piensan que lo mejor sería hacer borrón y cuenta nueva con relación a una institución endeudada y cuyas perspectivas deportivas -tras estar 18 campañas en Primera lleva 14 seguidas fuera de la élite y ocho apartado del fútbol profesional- tampoco es que sean muy halagüeñas.