MURCIA. Mientras la crisis del coronavirus asfixia a todos los españoles, la salud del Mar Menor continúa sin mejorar. El consejero de Medio Ambiente, Antonio Luengo, ha dado cuenta de los principales indicadores de la laguna a fecha del 21 de abril y ha detallado que la salinidad sigue siendo baja, con 37,75 gramos por litro. Son ocho puntos por debajo de las cifras esperadas para estas fechas y su ínfima cantidad "pone en riesgo el equilibrio del ecosistema".
Luengo reconoce que existe el riesgo de que vuelva a originarse un episodio de anoxia similar al acaecido en octubre, cuando miles de peces perecieron en las playas de Villananitos (San Pedro). "Tenemos constancia de que en invierno se han producido episodios de estratificación [mezcla de dos volúmenes de agua con salinidad diferente]", expone. "Cada vez que deja de soplar el viento, vuelve a haber estratificación". Por eso, "ante la pregunta de si se puede repetir un episodio de anoxia, la comunidad científica nos advierte de que sí".
La clorofila presenta niveles altos, con 2,4 micogramos por litro; también hay una turbidez elevada (4,28), "causada por la turbulencia de los vientos" -apuntó Luengo-. La transparencia se sitúa en 1.62 metros (es la profundidad que alcanza la luz del sol en el agua) y la temperatura ha crecido hasta alcanzar los 19 grados.
La Rambla del Albujón permanece en el centro del problema, a juicio del consejero. Sostiene que, desde noviembre hasta abril, han entrado unos 7,7 hectómetros cúbicos de agua dulce y se han vertido unas 1.600 toneladas de nitratos, que provocan la bajada de la sanidad. Los episodios de lluvias torrenciales -hubo cuatro DANA en seis meses- también han influido en la baja salinidad del Mar Menor al descargar 137 hm3 de agua dulce sobre un ecosistema "ya tocado".
Por el contrario, el riesgo de 'sopa verde' que en febrero se cernía sobre la laguna ya no existe. "No hay indicios por ahora". Pero no hay motivos para estar muy tranquilos, porque la situación puede cambiar en cualquier momento. No en vano, si las temperaturas vuelven a aumentar -un hecho previsible- y dado que es un ecosistema frágil -dañado en el pasado- "podría aumentar la clorofila, que daría ese tono verdoso a las aguas".
El consejero, que este miércoles se ha reunido con la Confederación de Empresarios de Cartagena, vuelve a insistir en la necesidad de trabajar coordinados entre todas las administraciones y lamenta que el Gobierno central no participe en las reuniones ni se involucre en la ejecución de los apartados 5, 6 y 9 del plan de Vertido Cero. Estas tres medidas, mantiene Luengo, "bajarían el nivel del acuífero, evitarían la entrada de agua dulce a través de la Rambla y evitarían las escorrentías que se forman cuando llueve y que arrastran sedimientos".
"Basta ya de entrevistas incendiarias y amenazadoras", dijo, en alusión a las palabras del secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán. Luengo reclama el nombramiento de un alto comisionado que visibilice el problema y coordine todas las actuaciones de recuperación. El titular de Medio Ambiente también ha pedido a la Confederación Hidrográfica del Segura que convoque una reunión urgente para conocer los expedientes de los regadíos ilegales en el entorno de la albufera.
Luengo defiende que su departamento se está involucrando en la recuperación de la laguna. La Comunidad está aplicando "medidas estructurales", como es la retirada de biomasa -en la imagen se observan estos trabajos-, proyectos de oxigenación y el banco de especies. "Pero no es suficiente", añadió. "Necesitamos la acción del Gobierno central. El Mar Menor no puede esperar".