MURCIA. El pasado martes 5 de abril, la Real Sociedad Económica de Amigos del País y la Cátedra de Ecoeficiencia Hídrica de la Universidad de Murcia-Hidrogea invitaron a Luis Del Rivero, ingeniero, empresario y agricultor, a pronunciar una charla sobre la situación del Mar Menor y posibles soluciones para salvaguardarlo.
Esta conferencia se ha organizado en un momento en el que, una vez más, el Mar Menor está amenazado por las recientes e intensas lluvias, los cambios climatológicos y la falta de ejecución de las infraestructuras hidráulicas necesarias para evitar los vertidos.
El ponente, de acreditada experiencia adquirida por su participación en los años 70/80 en las obras de transformación en regadío de buena parte del campo de Cartagena, realizó una detallada exposición sobre los distintos sistemas lagunares del litoral mediterráneo que comparten características similares al Mar Menor, indicando la importancia de las golas para conseguir un correcto equilibrio entre aguas interiores/mar abierto y demostrando documentalmente cómo se han ido paulatinamente cegando en los últimos años.
"Rebatió con argumentos el mantra que demoniza a la agricultura como generadora del deterioro del sistema lagunar"
Indicó los dos principales factores que afectan al equilibrio medioambiental de la laguna: la naturaleza y la contaminación. La naturaleza que lentamente provoca el aterramiento del Mar Menor por los continuos aportes de agua y fangos a través de las ramblas que desembocan en la laguna y cuya máxima expresión fue la DANA de 2019. Como ejemplo, citó la Torre del Rame inicialmente a orillas del Mar Menor (torre vigía contra invasiones moriscas en tiempos de Felipe II) y que hoy está a más de 800 m del agua.
La contaminación que incrementa el nivel de nutrientes (nitratos y fosfatos entre otros) en el agua, provocada fundamentalmente por la inexistencia de redes de saneamiento separativas de fecales y lluvia y los aportes de aguas del acuífero a través de la rambla del Albujón (aliviadero del nivel freático).
Expuso muy detalladamente la evolución del regadío de la zona agrícola, así como las obras del postrasvase: drenajes, recogida de los lixiviados y conducciones desde la rambla del Albujón hasta la desalobrizadora de San Pedro para su posterior reutilización de las aguas en el regadío.
Rebatió con sólidos argumentos el mantra que demoniza a la agricultura como generadora del deterioro del sistema lagunar, manifestando que ni la agricultura ni los agricultores son los responsables de la actual situación del Mar Menor, indicando la importancia de las pequeñas plantas desalobrizadoras como mecanismo de control del nivel freático.
No se limitó al consabido análisis de situación, sino que aportó una serie de soluciones, sencillas y fácilmente ejecutables: desvío de las ramblas mediante un canal perimetral que evite que la lluvia y los fangos lleguen a la laguna o inunden las poblaciones. Gestión sostenible de las golas, manteniendo una profundidad adecuada para que el aporte del mar mediterráneo equilibre la evaporación anual del agua de la laguna. Recuperar las conducciones e impulsiones de los drenajes desde la rambla del Albujón hasta la desalobrizadora de San Pedro para su posterior reutilización y por ultimo, gestión sostenible del acuífero para controlar el nivel freático.
Alguna de estas soluciones (redes separativas de pluviales) parece que por fin encuentran financiación, mientras que las más prioritarias (desvío de ramblas y recuperación de las golas) todavía están pendientes de ejecución y financiación. La amena y documentada charla fue toda una lección para aquellos que permanentemente viven instalados en el problema o en debates estériles y politizados que no conducen a nada. El Mar Menor tiene solución. ¡A qué se espera!
Miguel Ángel Cámara Botía
Catedrático de Química Agrícola
Director Cátedra de Ecoeficiencia Hídrica
Universidad de Murcia