MURCIA. El 29 de octubre de 2016 es una fecha grabada a fuego para María González Veracruz. En plena tormenta del PSOE, fracturado por la posición del partido ante la investidura de Mariano Rajoy, la diputada murciana vivió el peor día de su carrera política, como ella mismo reconocería. Atrapada entre la lealtad a unas siglas y a sus propias convicciones, González Veracruz, sentada en el Congreso entre Eduardo Madina y el pachequero Pedro Saura, se levantó de su escaño y votó "por imperativo, abstención". Acataba así el dictamen del Comité Federal, entonces en manos de una gestora, aunque lo hacía a regañadientes. Veracruz, una de las fieles del defenestrado Pedro Sánchez, daba la espalda así al ya exlíder socialista, que había dimitido. Ya nada volvió a ser igual después de aquel día. Apostó posteriormente por Patxi López en las primarias del PSOE, que perdió ante Sánchez y éste, una vez recuperado el control del partido, dejó de contar con ella. Hasta hoy.
González Veracruz era una de las políticas más emergentes del PSRM, cuyo tirón se había ganado por su juventud y su trabajo como diputada en la Asamblea Regional (2007-2011) y en el Congreso (2011-2019). Desde 2008 hasta 2016 formó parte de las ejecutivas federales de Rodríguez Zapatero, Pérez Rubalcaba y el propio Sánchez. Estaba llamada a ser la principal espada del socialismo murciano y la principal alternativa al PP para la Comunidad Autónoma. Pero su camino se truncó. A la pérdida de la confianza de Sánchez se unió poco después su derrota ante Diego Conesa en las primarias por el liderazgo del PSRM-PSOE. Perdió por apenas un puñado de votos ante el entones alcalde de Alhama de Murcia, cuyos principales escuderos (como el hoy líder José Vélez) sí tenían el beneplácito de Ferraz por el respaldo inquebrantable a Pedro Sánchez en su travesía por el desierto. Aquel mazazo marcó otro punto de inflexión para Veracruz. Su figura se diluyó con el transcurso de los meses y en los prolegómenos de la campaña electoral de 2019 dio un paso al lado, se apartó de las listas y despejó el camino a la ejecutiva regional. Aunque nunca dejó la militancia activa, su tiempo en política se apagaba, condenada a un perfil bajo, lejos de los focos.
Y una mañana cualquiera de octubre de 2022 su carrera política resucitó. González Veracruz vuelve a la primera línea, al ser elegida nueva secretaria de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, un departamento del Ministerio que dirige Nadia Calviño. El propio presidente bendice el regreso de la murciana; una posición que vuelve a poner de manifiesto su apuesta por los dirigentes que le acompañaron en la primera etapa, como Antonio Hernando e Isabel Rodríguez (portavoz del Gobierno). Incluso Patxi López está ahora a su lado, como portavoz en el Congreso. La propia Veracruz festejaba hace un año el cambio de rumbo de Sánchez, que se refugió en caras como Félix Bolaños (ministro de Presidencia) y Óscar López (el sustituto de Iván Redondo): "Pegando saltos de alegría y pelos de punta todo el rato", opinaba sobre la cascada de nombramientos que se conocieron durante la remodelación del Ejecutivo. "Es puro PSOE", exclamaba Veracruz, que apostillaba en uno de sus tuis: "Me siento tan representada que sé que empieza una gran etapa para el Gobierno de nuestro país".
"En el momento más oscuro de la noche empieza a amanecer". Así reaccionaba, exultante, un antiguo colaborador de Veracruz tras conocer su regreso a la política. Casi seis años después de aquella triste votación en el Congreso, las tornas han cambiado por completo para ella. Mucho tiempo ha pasado desde entonces, pandemia mediante. En ese periodo, Veracruz, que es licenciada en Bioquímica, aprobó las oposiciones para profesora de Física y Química en Secundaria, un trabajo que ha desempeñado en un colegio público. Mientras tanto, el mismo PSMR que acarició la gloria en la Región al ganar las elecciones autonómicas de 2019 se ha ido estancando con el paso de la legislatura. Conesa ya no está al frente del partido. Y su sucesor, Vélez, afrontará el desafío de acabar con 28 años de gobiernos del PP. Sin embargo, el panorama no es muy halagüeño a tenor de las encuestas: ninguna pronostica una suma que le dé a la izquierda la posibilidad de gobernar. Al contrario: todos los sondeos apuntan a que ganará el PP, con una sola duda: gobernar con o sin Vox.
Si Vélez no logra el objetivo, las aguas bajarán revueltas por Princesa. El PSOE es un partido hecho para gobernar (igual que el PP) y una nueva derrota sería inaceptable. Se generaría una situación difícil y la oposición, hoy apaciguada en pos de remar unida en torno al candidato Vélez, podría reavivar un cambio de rumbo. Si eso sucediera (es una hipótesis), el socialismo murciano encontraría en junio de 2023 a una Veracruz ya habituada en su puesto de secretaria de Estado. Apoyos internos no le faltan, pues siempre fue una política con muchos seguidores en la militancia. Y, por si fuera poco, su padre, el otrora líder del PSRM (2012-2017), Rafael González Tovar, encabeza la agrupación Murcia Este (anteriormente conocida como Vistalegre), uno de los sectores más críticos del PSOE regional.
Pero, de momento, volviendo al presente, los socialistas murcianos se llevan un alegrón con el nombramiento de Veracruz. Hace más de un año y medio que el PSRM se quedó sin ningún secretario de Estado en el Gobierno, un rango que equivale al segundo escalón de un ministro. Pedro Saura fue el último, como responsable de Transporte hasta que fue reubicado al frente de Paradores de Turismo. En el organigrama del Ejecutivo nacional también hay otra murciana: la directora general de Políticas contra la Despoblación, Juana López Pagán. Veracruz se convierte en la dirigente de la Región con más responsabilidad en el Gobierno de España y su representante en la Región, José Vélez, tardó poco en sumarse a las felicitaciones públicas. "Estoy seguro de que vas a hacer todo lo que esté en tu mano por nuestra Región. Es una gran noticia que una murciana asuma esta responsabilidad", escribía Vélez. Dicho queda, para despejar suspicacias maliciosas. Con Veracruz, Princesa vuelve a tener hilo directo con el Gobierno central. Pero también sabe que el 'mirlo blanco' de Pedro Sánchez ha regresado a la política.