CARTAGENA. El entonces presidente de la Junta de Galicia no presentó su candidatura cuando, en el año 2018, se convocaron elecciones primarias para elegir al sucesor de Rajoy. Obviamente, Feijóo no quería competir con Soraya y Cospedal, lo que el inteligente Teo aprovechó para impulsar la candidatura de Casado, que el Aparecido apoyó. Años después tres errores no forzados del equipo directivo del PP, cuales fueron anticipar las elecciones en Castilla-León, defender el decisivo error del diputado Casero en la votación de la reforma laboral y arremeter contra la presidente madrileña, Ayuso, forzaron el relevo de Teo y Casado. Han sido esas condiciones, y no ninguna otra, lo que ha propiciado que Feijóo haya sido elegido ahora por aclamación. O bien fue muy previsor, o bien ha tenido suerte, aunque ya sabían los oráculos griegos que el azar es el lenguaje de los dioses.
Comentará el Aparecido, en este Pasico, dos facetas de la intervención de Feijóo en el congreso pepero en Sevilla. La primera es que no pronunció la palabra <<Vox>>, sino que defendió la conveniencia de alcanzar la suficiente mayoría electoral para gobernar en solitario y, si necesario fuese, establecer acuerdos con el PSOE para que gobernase la lista más votada. Como deseo está bien, pero es dudoso que el sanchismo se preste a ese acuerdo. Los precedentes no abonan esa esperanza. De hecho, Sánchez, Robles y Batet se negaron a apoyar la propuesta de Susana Díaz de abstenerse para que gobernase Rajoy. Después de aquello, en ningún caso el PSOE de Sánchez ha facilitado que el PP gobierne en ninguna región, no imitando a los peperos vascos, que apoyaron al socialista López para que no tuviese que apoyarse en los nacionalistas. Es más, los socialistas expulsaron a la concejala Castejón y a sus compañeros por el grave delito político de pactar con la pepera Arroyo, con el apoyo de Padín, para gobernar juntos el ayuntamiento de Cartagena. Poca esperanza, pues.
"Son legión quienes quieren un cordón contra Vox. La mayoría de ellos, lo confiesen o no, solo pretenden que gobierne el PSOE, lo que es legítimo, pero no tanto que lo oculten"
Son legión los que suscriben la idea de establecer un cordón aislante contra Vox. La mayoría de ellos, lo confiesen o no, solo pretenden que gobierne el PSOE, lo que es perfectamente legítimo, pero no tanto que lo oculten. A los pocos que preferirían que gobernase el PP les recordará el Aparecido dos datos: primero, el único cordón aislante político del que tenemos noticia en España es el que firmó (ante notario) el PSC con los comunistas y separatistas catalanes para bloquear cualquier pacto con el PP; segundo, los que elogian que los conservadores alemanes nunca hayan pactado con el partido a su derecha suelen olvidar que los partidos separatistas y comunistas están legalmente proscritos en Alemania. El equivalente en España sería que fuesen ilegales todos los partidos que cuestionasen la integridad territorial de España y la soberanía única del pueblo español, tales como Podemos, Izquierda Republicana de Cataluña, Juntos por Cataluña, Reunirse, Bloque Nacional Gallego, Compromiso, etc. En suma, solo existirían los partidos protegidos por las siglas PP, PSOE, Cs y Vox. Ya se entiende que los pactos con Vox se plantearían de forma muy distinta con ese mapa político, entre otras cosas porque el PSOE se vería privado de los apoyos que, con Sánchez, mantienen a los socialistas en el Gobierno, lo que carecía de precedentes. Pero los partidos comunistas y separatistas son legales en España, lo que hace incomparable la situación de nuestra nación con la alemana.
"la ambición de gobernar en solitario del PP favorece a Isabel Franco, Paco Álvarez y demás integrantes del Foro Liberal"
No quiere decir lo anterior que el Aparecido no apoyaría un acuerdo general entre el PP y el PSOE, sino que prevé que tal acuerdo solo se produciría si Sánchez estuviese dispuesto a cambiar radicalmente su política de alianzas. Sería muy deseable por el bien de España, pero también muy improbable. El tiempo dirá. Mientras tanto solo cabe decir que la ambición de gobernar en solitario del PP favorece a Isabel Franco, Paco Álvarez y demás integrantes del Foro Liberal.
El motivo es muy sencillo: esas gentes no pretenden competir con el PP, sino intentar captar votos para una eventual candidatura conjunta. Sin una encuesta del Cemop que lo aclare, nadie sabe si aportarían muchos votos o pocos, pero es seguro que no aportarían ninguno si no se concretase el acuerdo con el PP. Hay temas, como las conductas homosexuales, la trasparencia política, el ecologismo liberal y otros, en los que el Foro Liberal se desenvuelve mejor que muchos de los militantes tradicionales del PP, de modo que no sería ventajoso para nadie que no pudiesen llegar a la bolsa del PP. Distinto es el caso de la consejera Miguélez, quien ha preferido mantenerse al margen del Foro Liberal, siendo su principal apoyo el compañero Hervías, que ya no trabaja para el PP. En suma, el Foro Liberal, que se apuntó un éxito de comunicación al invitar a Federico Trillo en plena invasión rusa de Ucrania, tendría cancha si los dirigentes regionales del PP asumiesen que, poco o mucho, pueden ayudar a esa anhelada mayoría amplia. El Cemop debería investigarlo.
La otra faceta que comentará el Aparecido de la intervención de Feijóo en Sevilla es la referente a su política territorial. Tres datos interesan: saludó a los asistentes en gallego, habló del <<bilingüismo cordial>> y declaró <<no soy confederal>>. No recurrirá el Aparecido a aquello de <<excusatio non petita, accusatio manifesta>>, pues no cree en ella, pero si dirá que nuestras negaciones señalan nuestras fronteras. Dicho en claro: nadie se sentiría inclinado a negar su simpatía por lo confederal si no fuese porque intuye que alguna gente podría pensarlo. Y, en efecto, así es, porque Feijóo es tan acusadamente autonomista que roza el federalismo, sin llegar a poner en cuestión la unidad de España, ni la conveniencia de que todos los niños aprendan español en la escuela, junto con su lengua regional si existe. A diferencia de Vox, que se opone a las autonomías, y a diferencia de los separatistas y podemitas, que se oponen a la soberanía del pueblo español, Feijóo defiende el Estado de las Autonomías y la coexistencia del idioma español con el gallego, el vasco y el catalán. El Aparecido comparte esa visión federal, pero unitaria, de España.
La política territorial de Feijóo, que probablemente ayude a despegar a los peperos catalanes, vascos, baleares y valencianos, se traducirá internamente en que, al contrario que Teo, respetará las mayorías que se hagan con el poder orgánico en cada comunidad autónoma. Eso ya se ha visto en Andalucía, pues ha incluido en la Junta Directiva a Ávila, el alcalde de Carmona que, apoyado por Bonilla, el presidente andaluz, compitió con Virginia Pérez, defendida por el cospedalista Zoido, por la presidencia del partido en Sevilla. Ganó Virginia, pero ahora Feijóo, en entente con Bonilla, ha promocionado al derrotado Ávila, una muestra de respeto a la actual dirección pepera de Andalucía. Todavía más: ha recurrido a los consejeros andaluces Bendodo y Bravo, nombrados ambos por Bonilla.
La principal consecuencia para nuestra región de esa política autonomista cuasifederal de Feijóo es que no desatara ninguna persecución contra el presidente Miras. Todos saben que apoyó a Teo, y fue generosamente correspondido por el ciezano, de lo que cabría temer que ahora Feijóo obstaculizase su candidatura a permanecer en el poder interno. No habrá tal, motivo principal por el que Miras ha vuelto tan satisfecho de Sevilla que ha reiterado su deseo de que se celebre pronto el debatido Congreso Regional. También el Aparecido lo apoya porque, si lo ganase, como es previsible, saldría bastante reforzado de cara a las elecciones. No quiere decir eso que Feijóo haya apostado por Miras en detrimento de Patricia, la alcaldesa de Archena, sino que no interferirá en el desarrollo de la competición interna en el PP regional. Si la alcaldesa, que ha tenido buen cuidado de fotografiarse con Ayuso, a quien también apoyó el Aparecido, presentase su candidatura, serían los afiliados, que no Feijóo, los que decidirían a quien consideran mejor cartel electoral. Según las cuentas de los que lo apoyan, el ganador sería Miras, pero, añade el Aparecido, lo sería por méritos propios, no por ninguna designación de la superioridad. Y lo mismo cabría decir de Patricia. Se trata de un cambio, positivo, muy importante en un partido hasta ahora tan jerarquizado como el PP, otra diferencia con Vox, que ha suprimido las primarias para las elecciones internas provinciales.
Y, reiterando lo anterior, si el candidato pepero regional llegase a alguna clase de acuerdo electoral con el Foro Liberal, el enfoque federalista de Feijóo lo respetaría. Igual que respetaría lo contraria. Ahora bien, lo importante para el PP, como para los demás partidos, es ganar las próximas elecciones regionales y municipales, delicado tema que deja el Aparecido para el siguiente Pasico.
JR Medina Precioso