MURCIA. La compra del 49% de la empresa murciana Primafrio por el fondo estadounidense Apollo ha dejado muy clara la fuerza y el interés despertado por la empresa logística dirigida actualmente por los hermanos Conesa Alcaraz. La operación ha revolucionado el sector y dará más impulso a la internacionalización de la compañía.
La compañía se prepara para una importante transformación. Y es que esta nueva participación marcará un antes y un después en el desarrollo del grupo con grandes inversiones en nuevas infraestructuras que consolidarán su proyección internacional por toda Europa.
Pero detrás de Primafrio hay una historia familiar de tesón y mucho esfuerzo y trabajo. Juan Conesa y su mujer, Josefina Alcaraz, fundaron en 1963 la empresa Paconsa, que se convirtió en la mayor firma de transporte de España hasta su venta en 2003 por 120 millones de euros a un fondo de capital riesgo de Ana Patricia Botín, que acabó vendiendo el mismo tras la suspensión de pagos que tuvo la empresa de transportes a finales de 2005. Finalmente terminó en manos de la multinacional japonesa NYK, pasando a denominarse Freshliner en el año 2007 para presentar concurso de acreedores un año después.
La historia empresarial de la familia Conesa Alcaraz continuó. Y surgió Primafrio, cuya sede central está ubicada en Alhama de Murcia, y que ha multiplicado el potencial comercial que dejó Paconsa. La nueva compañía, cuya denominación primigenia era Transportes Reyli-H, fue creciendo con varias ampliaciones de capital. Actualmente cuenta con una flota de 2.300 vehículos y tiene presencia en casi toda la Unión Europea.
La familia Conesa Alcaraz apostó por la compañía, su gran emblema, y siguió adelante pese a varios tropiezos empresariales, y a la entrada en suspensión de pagos en 2010 del grupo empresarial del resort Tres Molinos, Mediterráneo Hispa Group, creado por la familia en los años 90 e impulsada tras la venta de Paconsa, y que sufrió en primera línea el parón en la venta de viviendas tras la crisis de 2008. El concurso se levantaría cuatro años después.
Pero es el el sector de la logística donde esta saga familiar ha sacado músculo. Tras el fallecimiento a los 87 años de su fundador, José Conesa Giménez, Primafrio siguió creciendo. La compañía estuvo a punto de cotizar en bolsa, convirtiéndose así en la segunda murciana en participar en los mercados. Se planeaba sacar al parqué un 25% de la compañía, lo que habría supuesto una inyección de 354 millones. No obstante, finalmente la compañía se echó atrás aludiendo baja demanda, un precio insuficiente de las acciones y unas circunstancias desfavorables del mercado.
A partir de ese momento, el objetivo pasaba a ser seducir a los fondos de capital riesgo para conseguir la ansiada liquidez, un objetivo que se prometía sencillo dado el buen comportamiento del sector logístico durante la pandemia. No obstante, los hermanos Conesa insistían en mantener una participación mayoritaria de la empresa, una condición que no suele tener buena acogida entre el capital privado.
Lo cierto es que no faltaron pretendientes a la cita, y grandes nombres del mercado como Brookfield o Blackstone participaron en la puja que finalmente ha ganado Apollo. Por tanto, ahora este fondo de inversión americano poseerá el 49% de Primafrio tras un acuerdo que se deduce superior a los 700 millones.
Primafrio es la sexta empresa por orden de facturación en la Región de Murcia y tras continuar su expansión por España, no para de crecer en Andalucía o la Comunidad Valenciana, el nuevo impulso internacional que se derivará de la fragmentación del accionariado con la entrada de Apollo permitirá sin duda que la joya empresarial de la familia les dé muchas más alegrías.