CARTAGENA. La exposición Dádiva. La memoria horada, de Lidó Rico, en el Museo Teatro Romano de Cartagena, primera del proyecto Horados, se amplía hasta finales de abril por la amplia acogida que está teniendo, con más de 57.000 visitantes.
La muestra está compuesta por un friso de 252 piezas inspiradas en la historia de la antigüedad romana en diálogo con el arte contemporáneo, Lidó Rico busca convertir al visitante en un arqueólogo capaz de descubrir historias de un pasado donde los jóvenes Lucio y Cayo César junto al propio Augusto toman su protagonismo en la obra. Cabe recordar que Augusto dedicó la construcción del Teatro de Cartagena a sus nietos Lucio y Cayo César.
A esto se une que la técnica empleada por el creador para elaborar las piezas del friso guarda similitud con la manera que tenían los romanos de realizar las máscaras funerarias, donde el rostro del difunto se reproducía con cera para hacerlo presente.
La exposición Dádiva. La memoria horada supuso la primera de una serie de exposiciones pertenecientes al proyecto expositivo Horados, el cual trata de reivindicar diferentes enclaves de la sierra minera de la Región de Murcia, destacando la particular idiosincrasia de cada lugar escogido.
La segunda entrega de Horados se inauguró hace escasas semanas con la exposición titulada Mazarrón: El prodigio impensado donde el artista ahonda en el pasado minero de esa ciudad. Allí, el escultor ha colonizado de manera literal el Casino y las Casas Consistoriales de Mazarrón, estableciendo con sus obras una serie de metáforas con implicación directa del espectador.
Este proyecto Horados cuenta con el apoyo de la Consejería de Cultura, a través del Instituto de Industrias Culturales y Artísticas y la Dirección general de Patrimonio, y de los ayuntamientos de Mazarrón y de La Unión, donde está prevista la siguiente inauguración para mediados del próximo mes de abril.