MURCIA. De todos conocidos era el compendio donde se recogían todos los hechizos y embrujos documentados por los monjes dominicos en los interrogatorios.
Siguiendo a Kramer H. y Sprenger J. en su obra El martillo de los bujos, con traducción de Floreal Maza, os dejamos en las siguientes páginas parte del propio códice. Es muy interesante poder acercarnos, de una manera más o menos fidedigna, a la fuente directa para poder inferir sobre el propio contenido del libro y no por las opiniones vertidas por otros autores. Os invitamos a intentar comprender una forma de concebir el mundo inexplicable tan alejada de nuestro tiempo como próxima en ciertos aspectos de nuestra sociedad actual.
Exponemos un pequeño extracto para que ver el tipo de expresiones usadas en el manuscrito y que les debe pasar a quienes invoquen al diablo:
“Por haber llamado a los demonios en su ayuda, se atreven a derramar males sobre la humanidad, y aun a destruir a sus enemigos con sus encantamientos maléficos. Y es indudable que en operaciones de esta clase el brujo trabaja en estrecha conjunción con el demonio. En segundo lugar, los castigos son de cuatro tipos: beneficiosos, dañosos, infligidos por brujería y naturales. Los castigos beneficiosos se infligen por el ministerio de los ángeles buenos, tal como los dañosos provienen de los espíritus malignos. Moisés azotó a Egipto con diez plagas mediante la intervención de los ángeles buenos, y los magos sólo pudieron cumplir tres de estos milagros con la ayuda del demonio. Y la peste que cayó sobre el pueblo durante tres días, por el pecado de David, que hizo el recuento de la población, y los 72.000 hombres muertos en una, noche en el ejército de Senaquerib, fueron milagros realizados por los ángeles de Dios, es decir, por ángeles buenos, temerosos de Dios, y que sabían que cumplían con Sus órdenes. Pero el daño destructivo se lleva a cabo por medio de los ángeles malos, por cuyas manos fueron atacados muchas veces los hijos de Israel, en el desierto. Y los daños que son sencillamente malos y nada más, las provoca el demonio, quien trabaja por intermedio de hechiceros y brujas. También hay daños naturales, que de alguna manera dependen de la conjunción dé los cuerpos celestes, tales coma la escasez, la sequía, las tempestades y parecidos efectos de la naturaleza. Resulta evidente que hay una enorme diferencia entre todas estas causas, circunstancias y acontecimientos. Pues Job fue atacado por el demonio mediante una, maligna enfermedad, pero ello no viene al caso. Y si a alguien demasiado listo y demasiado curioso pregunta cómo fue que Job resultó atacado por el demonio mediante esa enfermedad, sin la ayuda de un hechicero o bruja, que sepa que no hace otra cosa que andarse por las ramas y no se informa sobre i la verdad verdadera. Porque en tiempos de Job no había hechiceros y brujas, y aún no se practicaban esas abominaciones. Pero la providencia de Dios deseaba que con el ejemplo de Job se manifestara el poder del demonio, inclusive sobre los hombres buenos, para que pudiéramos aprender a estar en guardia contra Satán, y más aun, para que gracias al ejemplo de ese patriarca la gloria de Dios brillara en todas partes, ya que nada ocurre, aparte de lo que Dios permite".
De esta lectura podemos concluir:
-El hombre está condenado desde su mismo origen y no puede cambiarlo. Sólo puede salvar su alma.
-A lo largo de todo el códice se realiza una búsqueda constante de la manera de "salvar" al ser humano; pero no de su ser físico, sino su ser espiritual.
-Se justifica la presencia de las brujas, brujos y adivinos como seres que realizan hechos extraordinarios porque han sido maldecidos con "dones" de diablos, que son los que pueden realizar sucesos extraordinarios.
-El diablo no sana, sana Dios.
-La ley divina manifiesta que se ha de evitar contacto con los brujos (porque son seres endemoniados) y que han de ser ejecutados para sanar el alma de los propios brujos, al romper el vínculo directo con su demonio.
-La brujas copulan con demonios y ofrecen a sus hijos a Satanás (podemos verlo representado en las pinturas negras de Goya).
-Se usa el fuego de la hoguera porque el fuego purifica el alma dejando sin sentido la cobertura física del brujo.
-El diablo es el mal y el mal es castigado por la ley divina y humana, así como la persona que es maldecida por el diablo.
* Santi García es responsable de 'Rutas Misteriosas' y autor del libro Murcia Sobrenatural