MURCIA. La reapertura de las terrazas en Murcia llegaba este miércoles tras un mes de cerrojazo y con muchas dudas de cuáles eran las pautas para poder sentarse a consumir entre los hosteleros y los clientes. Tras más de un mes cerrados o sólo con servicio para llevar por orden del Gobierno regional para frenar la tercera ola de la pandemia, en esta vuelta a la actividad se mezclaba el malestar por algunas de las restricciones con la resignación y sobre todo con las dudas en el procedimiento de admisión de clientes.
Lo que sí se reforzaron fueron los controles por parte de la Policía Local de Murcia para asegurarse de que se cumplen a rajatabla las medidas. Y parece que no todo el mundo cumplía. El concejal de Seguridad Ciudadana y Gestión Económica, Eduardo Martínez-Oliva, se mostraba indignado en declaraciones a Onda Regional con que en la primera mañana ya había "recibido muchas llamadas de vecinos denunciando que no se cumplían las normas".
El concejal declaraba a la emisora pública que al llegar a uno de esos locales había "tenido que identificarme, por primera vez desde que soy concejal, para decirle al responsable del local que las 14 mesas de la terraza superaban el aforo. Luego vienen las madres mías, pero es que cosas así te indignan".
Martínez-Oliva lamenta que por la ansiedad de unos pocos, "otros que sí cumplen puedan acabar pagándolo con un nuevo cierre de la hostelería. Por vender hoy cuatro cervezas corres el riesgo de tener que estar otros dos meses cerrado. Estamos hablando de la salud, y también de la economía".
En la tarde de este jueves, varios agentes de la Policía Local realizaron controles en las terrazas situadas en la plaza de Europa y el entorno de la Universidad de Murcia, como pudo comprobar Murcia Plaza, en ellos pedían la documentación en las mesas en las que había más de dos clientes, ya que está permitido que consuman dos no convivientes como máximo y miembros de una misma unidad familiar.