CARTAGENA. Hace tan solo unos días, el vicepresidente del Puerto de Cartagena, Pedro Pablo Hernández, explicaba el proyecto de rack de tuberías que la APC quiere poner en marcha desde la dársena de Escombreras hasta la futura Zona de Actividades Logísticas de Los Camachos. Esta red de casi once kilómetros de tuberías serviría para el traslado de graneles líquidos desde los muelles cartageneros hasta dicha zona industrial, entre ellos el Gas Natural Licuado, que en su proceso de regasificación produce un frío residual procedente de las bajas temperaturas del GNL (-160º C) que actualmente se pierde.
En la mayoría de los sistemas de regasificación no se aprovecha la energía fría del GNL adquirida previamente en el proceso de licuefacción y, en consecuencia, se convierte en una energía residual de importante valor. Esto ha conducido a que la comunidad científica investigue la utilización de la energía fría del GNL.
El proyecto ecofrío, que mencionó el propio Hernández no es nuevo, porque llevan un par de años hablando del mismo gracias a los proyectos emprendidos por Enagás. El ecofrío, por un lado, utiliza esos excedentes de frío procedentes del GNL para desarrollar un novedoso sistema de congelación para producir hielo y ultra-congelar productos, por ejemplo, relacionados con la alimentación-. Este proceso está diseñado para alcanzar la total congelación del producto a una temperatura por debajo de los -35ºC.
Hace cinco años Enagás puso en marcha el Proyecto 'Shaky', que utiliza el frío residual del GNL para refrigerar alimentos mediante el desarrollo de un almacén de ultra congelación y la gestión de la cadena de frío, para su utilización en instalaciones de refrigeración en el entorno portuario.
Bajo esas mismas premisas, Enagás -a través de su filial e4efficiency-, Repsol y la Autoridad Portuaria de Cartagena (APC), firmaron un convenio para este proyecto de economía circular que aprovecha el frío industrial residual de la planta de regasificación de Enagás en Cartagena. El mismo plantea recuperar la energía del frío disponible en el proceso de regasificación de gas natural licuado (GNL) de la Planta de Enagás en Cartagena, y utilizar esta energía en diferentes instalaciones industriales de la refinería de Repsol en el Valle de Escombreras, situada a aproximadamente tres kilómetros de distancia. También se podrá utilizar esta energía limpia en otras instalaciones que se conecten al ‘frioducto’.
Al ahorrar la energía eléctrica, los usuarios del frío ecológico y el entorno portuario obtendrán mayor eficiencia energética. Este proyecto les permitiría descarbonizar sus procesos y reducir su huella de carbono.
En diciembre 2020, Enagás y la APC firmaron un protocolo de actuación para realizar estudios de viabilidad técnico-económica de proyectos de frío ecológico en la zona portuaria y del Valle de Escombreras. En abril de 2021, la filial de Enagás Emprende, e4efficiency, firmó con Repsol un memorando de entendimiento para colaborar en proyectos de eficiencia energética, dentro de la refinería de Cartagena, basados en el uso de la energía de frío ecológico de Enagás.
En 2022 se realizaron los estudios de ingeniería para desarrollar las infraestructuras de la cadena de frío ecológico y ayudas para el desarrollo de este proyecto de relevante aportación a la transición energética en la región.
El transporte marítimo del gas natural implica la licuefacción del hidrocarburo para facilitar su almacenamiento en los buques destinados al transporte del gas natural licuado (GNL), comúnmente conocidos como buques metaneros. Sin embargo, el GNL se debe regasificar antes de su distribución mediante gasoductos a los usuarios finales. El proceso de regasificación se realiza tanto en terminales onshore como offshore, no obstante, la energía fría del GNL, adquirida previamente en el proceso de licuefacción, se suele desaprovechar y, en consecuencia, se convierte en una energía residual con un importante contenido energético susceptible de ser utilizada en múltiples aplicaciones, explica Manuel Naveiro Parga, en su tesis doctoral de 2022 ‘Aprovechamiento de la energía fría del gas natural licuado en buques regasificadores’.
El transporte del GN a larga distancia, es decir, por vía marítima, requiere que el hidrocarburo se licúe a presión ligeramente superior a la atmosférica y a una temperatura aproximada de -162 ºC para conseguir un almacenamiento óptimo en los tanques de los buques dedicados al transporte del gas natural licuado (GNL). A continuación, el GNL es transportado hasta las terminales de importación, las cuales realizan el proceso de regasificación antes de su distribución a los usuarios finales.