CARTAGENA. Un total de cinco empresas se disputan el contrato de rehabilitación de la fachada del Mercado de Gisbert, que salía a licitación a comienzos del pasado mes de febrero y que en estos momentos se encuentra en el traslado de las proposiciones a los servicios municipales, que son los que se encargarán, a partir de ahora, de estudiar la documentación aportada por Construcciones María Martínez, Eos, Pegiro, Sur89 y Zima Desarrollos. Una vez cumplimentado este paso y evaluados los criterios se trasladará una proposición de la mesa de contratación para su posterior aprobación y firma del contrato.
El proyecto cuenta con un presupuesto base de 411.400 euros y tiene un plazo de ejecución de tres meses una vez iniciadas las obras.
Las obras de primera fase se centra en la fachada principal, para ello se abrirá mediante más ventanas
y mostrar el interior del mercado a la calle. El tipo de piedra
con la que está pavimentada la calle se prolongará en la
parte de fachada que se interviene para crear esa unidad de espacios y hacer más atractiva la entrada.
Esta primera fase incluye varias actuaciones en el interior, como el desmontaje integral del mismo, incluidas las instalaciones, la demolición de techos, tabiquería y escaleras, así como reparaciones en el forjado interior y el tratamiento de humedades en los muros. También se van a demoler rampas y alicatados
y el suelo y se colocarán nuevas escaleras y rampas.
El BIC ha limitado tanto la forma de la fachada como los tipos de materiales, por lo que se ha pretendido dar una continuidad a esos dos elementos aprovechando al máximo la apertura de huecos y a su vez, utilizar la continuidad de los materiales persistentes de los ladrillos de la fachada y el suelo de las aceras.
La segunda fase comenzará una vez concluida la primera, tendrá un coste que ronda los 700.000 euros y su plazo de ejecución estará por los 6 meses. El Gobierno ha solicitado ayudas europeas para la reforma del Mercado que suponen una subvención de 1.100.000 euros. Las obras previstas para esta fase contarán con una zona de mesas y sillas para dar cabida a los clientes que quieran disfrutar de la gastronomía en el propio mercado.