MURCIA. Agrosingularity estaba llamada a conquistar los cielos. Eran numerosas los expertos que habían colocado a esta startup murciana como una firme candidata a revolucionar el futuro de la alimentación, apoyando una transformación hacia un sistema más sostenible. Sin embargo, el camino no estaba exento de obstáculos, y la compañía ha acabado anunciando su cierre antes de cumplir los cincos años de trayectoria.
"Creo que es el post que más cuesta escribir a todo emprendedor", arrancaba Daniel Andreu, CEO de Agrosingularity, en la redacción del mensaje final que sirve como despedida al proyecto que inició en 2019 con el objetivo de convertir el desperdicio alimentario en superingredientes. Para ello, produce ingredientes procedentes de productos y subproductos vegetales, como frutas y hortalizas no valorizados, y los transforman en super-ingredientes en polvo que aportan sabor, color, micronutrientes y funcionalidad para una nutrición de impacto.
"Es un momento agridulce, pero hemos intentado todo lo que estaba en nuestra mano para seguir operando con normalidad, continuar innovando a la vez que seguíamos creciendo, cash is king y en este caso pivotar con un entorno tan poco favorable es un trago difícil de digerir", apunta Daniel Andreu.
Desde un primer momento, esta propuesta resultó atractiva para los inversores y, tras una ronda presemilla de 100.000, fue capaz de recaudar 1,2 millones de financiación en abril del 2021 para continuar desarrollando su modelo, que despertó el interés de la aceleradora de empresas de Juan Roig. También habría que sumar una segunda tanda que se cerró en dos partes a lo largo del pasado 2022, sumando unos 1,6 millones entre ambas. En consecuencia, acumulaba inversión total de 2,9 millones de euros.
Tras este ilusionante comienzo, la firma murciana se preparó para poner toda la carne en el asador con la construcción de una nueva planta en Alhama que supondría una inversión de 8 millones de euros y permitiría multiplicar por 10 la capacidad productiva, lo que supondría un gran salto cualitativo y cuantitativo.
Sin embargo, estas previsiones pasaban por completar una tercera ronda más ambiciosa donde esperaban obtener un capital de entre 5 y 7 millones de euros, lo que nunca pudo llegar a completarse. Y es que esta firma se topó de lleno con el "invierno de la inversión" en 2023, cuando los mercados del venture capital se paralizaron y pararon en seco los ritmos a los que acostumbraba el sector, tal y como relató en su día Andreu en conversaciones con este periódico.
Por tanto, hubo que reordenar las prioridades, y el crecimiento orgánico empezó a ganar peso mientras que continuaban obteniendo reconocimientos. Así, el Alhambra Venture le otorgó el premio a la mejor startup en categoría agro, Forward Fooding la incluyó en la élite mundial de la innovación alimentaria y KM Zero Food Innovation Hub la seleccionó entre las 100 startups que marcarán el futuro de la alimentación. Además, continuaba trabajando para aumentar su presencia en Europa, lo que pretendía conseguir mediante acuerdos con distribuidores especializados.
En cualquier caso, lo cierto es que las piedras en el camino han acabado siendo más numerosas y puntiagudas de lo que cabía esperar, por lo que esta startup murciana no ha podido llegar a explotar su potencial. En consecuencia, la ausencia de financiación y rentabilidad han acabado por truncar su trayectoria.
Creo que es el post que más cuesta escribir a todo emprendedor / empresario, pero como todo ciclo en la vida, hay un proceso de nacimiento, crecimiento y en algunos casos "muerte", bueno aquí diremos "cierre" de una empresa.
Y es que desde AgroSingularity
nos toca pasar ese "duelo", han sido cinco años llenos de aprendizajes, conocimiento y compañeros de viaje.
Desde una idea "vaga" hasta poder "casi" demostrar que un sistema alimentario sostenible y respetuoso con el medio ambiente es posible. Digo "casi" porque no hemos llegado a convertirnos en empresa, no hemos podido superar los cinco años.
Quiero agradecer de una manera infinita, toda la implicación del equipo, dar las gracias a todos los clientes y PROVEEDORES (en mayúscula) sin ellos no hubiéramos conseguido nada, por el esfuerzo y la confianza en creer en nosotros, en compartir esa visión, y por supuesto a nuestros inversores.
Es un momento "agridulce", pero hemos intentado todo lo que estaba en nuestra mano para seguir operando con normalidad, continuar innovando a la vez que seguíamos creciendo, "cash is king" y en este caso "pivotar" con un entorno tan poco favorable es un trago difícil de digerir.
Se cierran etapas y se abren otras nuevas, cerca o lejos del sector, nunca se sabe, pero estoy agradecido por todo lo creado, aprendido y compartido.
Si algo caracteriza, y más en este país, a los empresarios es "ER" o lo que es lo mismo, extraordinaria resiliencia.
Sois muchos a los que agradecer, no sólo yo, sino mi familia, la oportunidad que nos habéis dado. Si en algún momento alguien ha podido sentirse defraudad@ o he podido ofenderl@ en algún momento, nunca de manera intencionada.
Por último quiero agradecer a Luis, mi socio, sé que no he sido el mejor socio del mundo, quizás en algún momento te has sentido menospreciado, pero quiero agradecerte el viaje de estos cinco años, hemos vivido de todo.
Una etapa se cierra, otra se abrirá.
