Fotografías: Juan de la Cruz
MURCIA. Hay una casa que soñó que flotaba sobre el mar; que se transformaba en yate -eso sí, en uno de lujo- y surcaba las aguas azules del Mediterráneo; que se sumergía en el agua para dormir mecida por juguetonas tonalidades azules; y que se asomaba a un acantilado para fundirse con el paisaje, respirar hondo y pensar: "¿Qué más se puede pedir?". Esta casa existe, se encuentra en el mágico paraje mazarronero de Bolnuevo y es obra del estudio multidisciplinar de arquitectura e interiorismo Muher, formado por los arquitectos y también artistas, Francisca Muñoz y Manuel Herrera, con sede en Totana.
'Una casa flotante como un yate' es como bautizó Muher esta espectacular vivienda unifamiliar en una acantilado de la costa murciana desde la cual se tienen unas increíbles vistas. Esta ubicación extraordinaria trajo aparejada que el estudio murciano con proyección internacional tuviera claro que "la inspiración marítima era la clave del diseño de esta casa flotante, rodeada de agua por una piscina desbordante que se funde con el Mediterráneo que se vislumbra en el horizonte".
De hecho, en la casa predominan el blanco y los grises, que conceden todo el protagonismo a los azules de la piscina, revestida con gres azul oscuro, que se funde con el mar. Colores que durante el día llenan de luminosidad la vivienda y que, por la noche, se ven acentuados por la iluminación.
Según describen los arquitectos, el acceso a la planta superior de la vivienda se realiza a través de un puente de lamas de madera, como si de un barco se tratase. Este mismo elemento sirve para conectar visualmente el espacio interior con el exterior. Además, "siguiendo con la analogía marítima, la espaciosa cocina está protagonizada por una isla central de color blanco".
Otra característica que llama la atención de esta vivienda es que, como si de un yate se tratase, "los dormitorios se han situado en la planta baja, donde las paredes de vidrio dejan ver el fondo de la piscina, ofreciendo la sensación de estar en una casa sumergida". Este efecto que adopta "un carácter metafórico en la ducha con mampara instalada en el dormitorio principal", añaden los arquitectos.
El resultado es una vivienda que parece sacada de un sueño casi futurista, en el que la imperfección no existe y en el que cada detalle está pensado. Un ejemplo de esto es el lavabo en mármol negro Marquina, acompañado por la grifería Lounge, que resalta como pieza escultórica en el gran salón de la vivienda, ante un hueco que permite vislumbrar el jardín de estilo balinés.
Cabe recordar que los 'Muher', aunque con sede en Totana, trabajan para el mundo y han obtenido numerosos reconocimientos. Son los autores, por ejemplo, del Jardín de la Seda de inspiración murciana que fue inaugurado en 2019 en la ciudad china de Nanning, donde plasmaron la herencia del comercio de la seda en la Región de Murcia y para el cual llevaron hasta el país asiático los árboles representativos de las tres culturas (cipreses, olivos y palmeras), además de otros propios de la cuenca mediterránea. Además, como artistas los Muher están representados por galerías en ciudades como Shanghái, Pekín y Hong Kong.
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