MURCIA. Una buganvilla y un limonero dan la bienvenida en el exterior de esta casita de pescadores en Águilas que buscaba recuperar su sabor marinero para uso vacacional de una familia. Fue el primer detalle de esta pequeña vivienda en el barrio antiguo de la localidad que enamoró a la diseñadora, decoradora y restauradora murciana Isabella Bo. Porque de lo que se trataba era de "crear un espacio vacacional tan bello como modesto, todo con materiales naturales y recuperados. Una casa muy eco y con muy bajo presupuesto", explica. Una vivienda que llevase por bandera la sencillez que aún se respira en esta población costera.

La 'Casa pescao' -que fue el nombre que se les ocurrió para este hogar marinero- ya fue reformada en los años 70 sin mucha fortuna. El reto que se le planteó a Isabella Bo fue el de sacar a relucir la esencia del pueblo utilizando materiales naturales propios de la zona, conservando todo lo que fuera posible y reformando y amueblando sin perder de vista el bolsillo. Y es que "para crear atmósfera y suscitar emociones a través de un espacio, no necesitamos tirar la casa por la ventana", asegura.

Para empezar, la interiorista sustituyó los laminados por madera natural y las ventanas de aluminio plateado por ventanas de pino con hojas abatibles tradicionales.

La cocina, que era el 'patito feo' de la casa, es el mejor ejemplo de la filosofía de conservación y reutilización de elementos de esta creadora murciana, comprometida con la sostenibilidad. Lo que se encontró fue un cubículo para cocinar que casi no recibía luz, ni ventilación y que quedaba muy interior. La actual cocina fue diseñada a medida y construida con restos de madera con un carpintero local; posteriormente la misma Isabella Bo la pintó a mano inspirándose en las barcas de los pescadores. El suelo hidráulico fue recuperado  de un derribo.

Muebles de distintas partes del mundo

Respecto a los muebles y decoración de la casa... qué decir de Isabella Bo, quien formada en Bellas Artes se ha especializado en recuperar auténticas joyas vintage -procedentes de distintos puntos de España y Europa- a las que ella da una nueva vida. Así, en esta 'Casa pescao' confluye una amalgama de estilos, pues tiene muebles de distintas partes del mundo y un carácter coastal y cosmopolita. 

Lámparas francesas, sillas sevillanas y francesas, armario reciclado español, cuadros de la costa británica… adquieren un especial protagonismo y encuentran su lugar especial en este espacio donde reina la sencillez y donde la autenticidad se abre paso.

Isabella Bo -quien desde hace unos años es una fija en la lista de lugares recomendados por la revista AD- es un proyecto que nace en el año 2015, al frente del cual está Isabel Giménez, interiorista y decoradora con muchos años de experiencia en distintos ámbitos de la decoración y formada en Bellas Artes. Isabella Bo es su alter ego. Cuenta que "la pasión por las antigüedades me venía de muy largo, quizás desde pequeña cuando mi abuela me abría las infinitas puertas y cajones para enseñarme todo lo que dentro se atesoraba por generaciones, ese perfil de alguna manera romántico y coleccionista ha condicionado el desarrollo de mi estilo. Un estilo definido por el eclecticismo, la búsqueda de la esencia de las personas y los espacios, el color y la sostenibilidad".