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entrevista al guitarrista flamenco y concejal de cartagena

Carlos Piñana, candidato a los Grammy Latinos: "La Región es flamenca por los cuatro costaos"

6/09/2020 - 

MURCIA. Carlos Piñana, catedrático del Conservatorio Superior de Música de Murcia y concejal delegado de Cultura de Cartagena, es candidato por su disco Rubato al Grammy Latino a Mejor Álbum de Flamenco. El trabajo del guitarrista, junto a la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia y al archenero Pedro Contreras, ha conseguido atravesar las exigencias que estos premios de tanta relevancia en el panorama musical requieren.

El guitarrista cartagenero, de estirpe de artistas, cuenta con una larga formación y experiencia en guitarra flamenca, influenciado y enseñado por grandes maestros como Manuel Sanlúcar o Enrique Melchor. Después de una larga trayectoria, con ocho discos lanzados y con el arraigo flamenco con marca murciana, ahora está muy cerca de lograr lo que sería un gran reconocimiento internacional.

¿Esperaba que este disco llegará a estar entre los candidatos al Grammy Latino?
No lo esperaba, porque nosotros no nos hemos presentado nunca a estos premios. La idea surgió un poco para probar. Hemos presentado el último disco, Rubato, grabado con la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia; un álbum muy complicado, muy arduo y muy laborioso de grabar. Es un disco donde hemos arriesgado mucho al fusionar la guitarra flamenca con la música clásica de la Orquesta Sinfónica. Por todo esto que tiene el disco, decidimos inscribirnos en los Grammy Latinos sin esperar que fuéramos a pasar esta primera fase, realmente la más difícil, porque se presentan candidatos de todo el mundo de habla hispana, tanto de flamenco como de otras modalidades.

Es una fase muy exigente por los criterios de selección sobre la calidad del producto, del contenido, de los músicos que participan, la calidad de la música, el formato, el estilo que se hace dentro del flamenco… Para mí ya es un premio situarme entre los diez candidatos a ser nominados finales, después de haber conseguido sobrepasar esta criba. Es algo increíble. Además, tenemos muy buena sensación porque presentamos tanto canción por canción como el disco, y nos han seleccionado en la candidatura a Mejor Álbum de Flamenco. Estamos expectantes, aunque es complicado porque los contrincantes estoy seguro de que son artistas de primera clase.

¿Qué tiene Rubato para poder ser ganador de un premio de esta categoría?
La característica fundamental de este disco es el género que se pone de manifiesto en él, la fusión entre el flamenco y la música clásica, pues esto es algo muy poco utilizado. Mis canciones de guitarra flamenca han sido orquestadas y suena a flamenco sinfónico. Para mí, trabajar este género no es complicado porque, aparte de guitarrista flamenco, he estudiado en el Conservatorio y tengo conocimientos y formación respecto a la música clásica, los instrumentos, el análisis, la composición…

Me he encontrado bastante cómodo en este tipo de fusión. También he contado con la ayuda de Pedro Contreras, el productor, quien ha hecho los arreglos y la orquestación. Yo le he trasladado mis composiciones, le he explicado cómo quería que sonara con la Orquesta; y él lo ha orquestado utilizando toda la plantilla orquestal que tenemos en la Sinfónica de la Región de Murcia. Ahí ha estado el trabajo más duro y más difícil, trasladar el concepto del disco que yo quería que sonara a un género tan novedoso como este.

Este disco nos llevó aproximadamente seis meses de trabajo. Me ha costado mucho esfuerzo, tanto a nivel de composición como económico. He de romper una lanza a favor de la Consejería de Cultura porque, siendo consejera Noelia Arroyo; me abrieron las puertas y lo apoyaron económicamente desde el primer momento.

Cuando era más joven, tenía más ansía por correr y por hacerlo todo un poco más rápido, porque tienes la sensación de que se te acaba el tiempo

¿Cómo ha sido la evolución desde el primer disco, El cuidado de una esencia, y este último, Rubato?
El cuidado de una esencia lo grabé en el 96, a raíz de obtener el premio del Festival del Cante de las Minas, un disco muy puro y tradicional, con el concepto de toque muy puro y muy arraigado a la tradición. Tenía entonces 20 años y lo que tocaba era muy tradicional, con algún toque moderno relacionado con el jazz o con el blues. Luego, vinieron todos los demás (Cal-líbiri, Palosanto, Manos libres…) y ha habido una evolución constante en la composición. 

Lo que caracteriza mi estilo es la mezcla entre el flamenco, la técnica de la guitarra clásica y tintes de armonía moderna como el jazz o el blues, también la armonía de la música clásica. Fundamentalmente, soy un guitarrista flamenco con una fuerte influencia de la técnica de la guitarra clásica; eso es lo que ha sido plasmado poco a poco en cada disco. Todo esto unido a una forma de ver el flamenco distinta, con un concepto más clásico, más melódico, según dice la crítica. En el sentido de que predomina el concepto de melodía, no tanto como el toque flamenco más gitano o más tradicional. Ahora me encuentro en ese punto en el que mi manera de tocar es más pausada, más relajada, miro más la interpretación. Al principio, cuando era más joven, tenía más ansía por correr y por hacerlo todo un poco más rápido, porque tienes la sensación de que se te acaba el tiempo.

Miembro de una saga de artistas

Su padre, su abuelo y grandes figuras del flamenco han sido sus maestros, ¿qué ha aprendido de ellos?
De mi padre he aprendido la pureza del toque; fue mi primer maestro. Mi padre ha destacado en el mundo de la guitarra flamenca como un artista que ha sabido emplear los palos de nuestra tierra, de Cartagena, del flamenco. Es un hombre que me ha trasladado todo el conocimiento de la técnica, la tradición del flamenco: los toques, las piezas. Luego, con Manolo Sanlúcar o Enrique Melchor he aprendido ya el toque más moderno, las armonías más modernas, otras formas de componer, otros conceptos armónicos y melódicos… Algo que fue muy importante para mí. En el flamenco es muy importante que conozcas la base y la tradición, pero también lo es evolucionar para poder desarrollar tu propia personalidad. También he trabajado a otros guitarristas a través de partituras, como Juan Manuel Cañizares, Serranito, Vicente Amigo… Además, me ha gustado aprender de guitarristas de otros estilos como el jazz de Miles Davis o John Sconfield;, también han sido artistas que me han influido bastante.

La guitarra se programa más fuera de España que en nuestro propio país; quizá gusta más o tiene más atractivo

¿Cree que se le otorga al flamenco la importancia que se merece en España?
El flamenco forma parte de nuestra idiosincrasia y de nuestro carácter, es nuestra cultura y forma parte de nuestras costumbres, nuestras tradiciones y, por supuesto, el folclore. Es algo tan arraigado en España que lo consideramos algo muy normal, se aprecia mucho el cante o el baile... en Andalucía hay muchas peñas flamencas, se han creado festivales en otras provincias… Pero, es cierto que con la guitarra flamenca no ocurre como en otros países, la guitarra se programa más fuera de España que en nuestro propio país; quizá gusta más o es más atractivo fuera de aquí. Allí los teatros se llenan y aquí, normalmente, no está todo vendido cuando se programan conciertos de guitarra flamenca. Desde los conservatorios estamos intentando recuperar esa pasión por la guitarra flamenca, que se implantó hace algunos años y queremos crear una cantera de guitarristas.

¿Y en la Región de Murcia somos conscientes del arraigo flamenco?
La Región de Murcia, no solo por la proximidad a Andalucía, es flamenca por los cuatros costaos y creo que sí que está siendo bien recibida la fusión entre cante, baile y guitarra. Tenemos implantado el flamenco en el Conservatorio Superior de Danza, en el Conservatorio Superior de Murcia con cante y guitarra flamenca, y también en el Conservatorio de Cartagena. En el punto educativo hay mucha formación y está muy colmado.

Además, tenemos el festival más importante del mundo, el Festival Internacional del Cante de las Minas, que está haciendo una labor importantísima en la promulgación, difusión y promoción del flamenco, y en la creación y afición. En Murcia capital tenemos la Cumbre Flamenca de Murcia, coordinada por el periodista Antonio Parra. En Cartagena estamos haciendo una importante labor en pro del flamenco, ya que esta ciudad es la cuna del flamenco en la Región. De hecho, hicimos el primer festival flamenco, el Concurso de Cartageneras, antes que el del Cante de las Minas.

Además, la peña de Antonio Piñana, mi abuelo, cuenta con muchísimos socios que hacen una gran labor por la divulgación del flamenco; aparte de la organización de un ciclo de conciertos que se celebran anualmente. En Cartagena hay una gran afición al flamenco. También en Murcia, en La Unión,... Los eventos de flamenco en la Región se programan con bastante frecuencia y suelen tener muy buena aceptación. En el mes de diciembre, como concejal de Cultura de Cartagena, voy a traer el Festival Eñe de Flamenco organizado por la SGAE. 

¿Hay hueco para los músicos solistas en España?
España es un país con muchos festivales, que creo que apuestan por la música en general. En los conservatorios formamos a concertistas para que en un futuro puedan vivir de ello y es cierto que los solistas han crecido de forma exponencial. Tienen cabida en multitud de festivales, de todos los estilos, que dan espacio a los solistas y, sobre todo, a artistas noveles que necesitan una oportunidad.

He puesto en marcha en cartagena la primera Oficina de Artistas de España, dedicada a la formación y al asesoramiento para el emprendimiento 

Como concejal de Cultura de Cartagena, ¿qué cree que se puede hacer desde la política para impulsar a los artistas?
Es fundamental, sobre todo ahora, apoyar al sector local. Yo, desde Cartagena, voy a apoyar al sector artístico local. Tenemos muchos artistas de todas las disciplinas que se dedican profesionalmente a esta actividad; tengamos en cuenta es una ciudad con más de 200.000 habitantes. En este verano, hemos organizado en el jardín del Museo Arqueológico y en el Parque Torres una programación íntegra con nuestros artistas cartageneros de todas las disciplinas. Ahora que todo está paralizado, hay que apostar por ellos. Como concejal, he puesto en marcha la primera Oficina de Artistas de España, una oficina dedicada a la formación y al asesoramiento para el emprendimiento y desarrollo de las carreras profesionales de los artistas de Cartagena. En esta oficina hemos recibido hasta el estado de alarma a más de 100 artistas. Organizamos talleres y cursos formativos en otras competencias distintas para que no solamente hagan bien su trabajo, que conozcan otros aspectos importantes, como saber comunicar, nuevas tecnologías, crear imagen de marca, redes sociales, idiomas, asesoría fiscal y contable…

Tal y como está la situación, ¿cómo se va a desarrollar la programación cultural en Cartagena?
Cuando surgió el estado de alarma nos pusimos en contacto con el sector para darles trabajo, para crear programas culturales, y en lo que queda de año seguiremos nuestra hoja de ruta con lo que tenemos preparado, por ejemplo el Festival de Jazz. Además, hemos conseguido un convenio con el Ayuntamiento de Madrid para que nuestros artistas puedan salir de Cartagena para trabajar. También queremos crear convenios de colaboración internacional con las embajadas y los Institutos Cervantes de otros países para que nuestros artistas de Cartagena puedan salir de nuestras fronteras.

Mi hoja de ruta es el apoyo al artista, más allá de potenciar y engrandecer las marcas culturales de Cartagena como La Mar de Músicas, el Festival de Jazz, el programa Cartagena Piensa… En mi gestión política es fundamental apoyar la figura del artista cartagenero, precisamente lo hago por mi propia experiencia. A mí también me costó mucho empezar.

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