entrevista al exalcalde de murcia (1995-2015)

Cámara: "No me tienta volver a la política"

"Hablo muchísimo más con Miras y Teodoro que con Ballesta: yo trato con quien quiere hablar conmigo"

25/07/2021 - 

MURCIA. Desde hace seis años vive fuera de la vida política centrado en su faceta de profesor universitario, pero Miguel Ángel Cámara Botía (Orihuela, 6 de mayo de 1955) no pierde hilo de la actualidad como demuestra en esta entrevista de Murcia Plaza en la que no escurre el bulto ante ninguna pregunta. Y es que, tras 20 años como alcalde de Murcia y como secretario general del Partido Popular de la Región, su opinión es importante para muchos. De hecho, reconoce que queda para comer cada cierto tiempo con Fernando López Miras, con quien tiene una relación cercana, no como con el que fuera su sucesor en la Alcaldía, José Ballesta, con quien apenas tiene trato, porque él habla "con quien quiere escucharle", como expone claramente.

-Seis años después de abandonar la política en activo, ¿sigue al tanto de la actualidad política?

-Sí, lógicamente, como la mayoría. La sigo de cerca en todos los ámbitos: local, regional y también nacional.

-¿Nota mucha diferencia con respecto a su época? ¿Ha cambiado la política?

-El principal cambio que aprecio es la relación entre las personas. Antes había visiones y partidos distintos y había una confrontación de ideas, pero no existía la visceralidad y la radicalidad que hay en estos momentos. Muchas veces, más que argumentos, se ponen encima de la mesa descalificaciones. Eso ayuda a la disociación entre la sociedad civil y la actividad política.

"El PP que yo dejé en 2015 era una organización muy cohesionada"

-¿No le gusta lo que ve hoy en día?

-No me gusta la relación que hay. Es decir, no puede ser que cuando alguien hace un planteamiento se responda con un "no" sin argumentos. Yo recuerdo que en mi etapa, en la que estuve bajo gobiernos del PSOE con mayorías absolutas y luego con el PP, siempre había una contraposición basada en ideas y proyectos. Echo en falta, por una parte, la ausencia de una crítica fundamentada y, por otra, que no siempre hay que criticar. Es decir, en muchos casos hay que apoyar, aunque sea con matices. Yo siempre he mantenido que en las campañas electorales es cuando se confrontan las ideas, pero una vez que se conforman los gobiernos hay que intentar gestionar lo mejor posible para los ciudadanos. Y se gestiona tanto desde el Gobierno como desde la oposición.

-¿Echa de menos la política activa?

-No, no... He estado desde el año 85 en política activa, tanto desde el partido como desde las instituciones. Fueron muchos años y fue una etapa que me ha llenado mucho, donde he conocido a muchísimas personas y he encontrado a muchos amigos. Pero la actividad política es una etapa de la vida. No puede ser una dedicación ni un trabajo. Fue una etapa en la que dejas tu actividad profesional -yo dejé la Universidad- y en un momento determinado la terminas y recuperas tu profesión.

 

-¿Le tienta volver a la primera línea?

-No, en estos momentos no. Cada persona tiene una época y un tiempo. Y los que hemos estado lo único que podemos hacer es poner nuestra experiencia y nuestro conocimiento al servicio de quienes tienen que tomar las decisiones. Son tiempos para otras personas; son tiempos para que la generación joven, que es la que tiene que asumir la responsabilidad, sea la que gobierne.

-Su nombre, sin embargo, todavía sigue sonando... ¿Va a hacer algo por el PP local?

-Lo más importante para el PP, y para todos los partidos, es poner en práctica sus proyectos y gobernar. Es decir, lo que tiene que hacer el PP es articular un proyecto que le permita tener la confianza suficiente para gobernar y no depender de los demás. Los que tienen que tomar las decisiones son los que están. Cuando me preguntan, siempre digo: yo consejos no doy, ni daré en mi vida. Podré dar mi opinión, pero siempre respetando a quien toma la decisión. Lo más importante para un dirigente, además de tener voluntad para tomar decisiones, es oír el mayor número de opiniones posibles. Una veces gustan más, otras menos; pero hay que tener un abanico de posibilidades. 

"En mi etapa conocí a gente con una ambición desmedida, que unida a la traición y la envidia son lo peor que puede haber en política"

-¿Cómo ve al PP murciano actual?

-El PP pasa por una situación complicada: la moción de censura y la pérdida del Gobierno de la ciudad de Murcia después de 26 años han causado un impacto muy importante. Mi opinión es que primero hay que reflexionar por qué ha ocurrido. Hay que analizar cuáles son las causas por la que se está en la situación actual, en la oposición. Y luego hay que tomar las medidas adecuadas. Yo siempre he pensado que el proyecto del PP, en el que he estado muchos años, siempre sumaba. Es decir, la renovación del PP siempre era por ampliación, nunca por exclusión. Y en estos casos lo que falta es sumar a todas las personas y también recuperar, por lo que dicen y por lo que veo, la cohesión en el ámbito municipal. 

-¿A qué se refiere?

-Ha habido quizá un cierto distanciamiento entre las infraestructuras de pedanías y los barrios. En este momento se debería incidir en eso. Se debería consolidar la opción internamente para luego presentarla a los ciudadanos y poder conseguir la mayoría absoluta.

-¿Se ha distanciado mucho el PP de las pedanías?

-Más que de las pedanías, pienso que a lo mejor no hay la cohesión suficiente: se ha descohesionado la estructura que el PP tenía a nivel de municipio hasta que yo estuve en el año 2015. Luego no he profundizado en lo que ha existido. Pero hasta el 2015, una de las fortalezas del PP residía en que era una organización política muy cohesionada, tanto en el ámbito regional como municipal. No había diferenciación: cuando se hablaba del PP de Murcia, era el PP de Murcia. No se hablaba del PP de centro, ni del extrarradio, ni de una pedanía ni de otra. Los tiempos han cambiado.

-La moción de censura ha marcado todo el curso político de este año. Desde la universidad, ¿cómo la vivió?

"la moción de censura de murcia se pudo evitar: No se tendría que haber dado la ruptura entre los dos partidos que gobernaban"

-Fue impactante, sobre todo en el ámbito regional. En el ámbito municipal se veía que no había una cohesión de Gobierno. Es decir, eran dos partidos que gobernaban unidos, pero no había una cohesión. En el ámbito regional veíamos que había un Gobierno más cohesionado. Municipalmente, había discrepancias: que una coalición no saque las cosas por unanimidad es chocante. Todo eso podría llevar, no sé si a una moción de censura, pero sí a serias discrepancias internas.

La moción de censura fue un impacto por no ser esperada. Era un cambio radical de Gobierno: desde una opción moderada y de centro derecha a una opción radical de izquierda. Aquello ha contribuido poco a generar confianza de la actividad política entre los ciudadanos. La apatía política de hoy día viene porque los problemas de los ciudadanos no los vemos reflejados en los debates. Eso incide en que haya un distanciamiento y un cierto rechazo a la actividad política, que es necesaria y fundamental.

-¿Le dolió ver la pérdida del feudo de Murcia?

-Indudablemente. Fue doloroso y triste. Y pienso que se podía haber evitado. 

-¿Cómo?

-Haciendo desde el principio otras cosas. No me refiero a la moción de censura en sí. Eso fue la consecuencia de una gestión. No se tendría que haber dado lugar la ruptura entre los dos partidos que estaban gobernando. Insisto en que hablo desde fuera; no he estado dentro. Pero creo que las situaciones al límite se generan con antelación.

Fue muy triste no solamente por el PP: es que el Gobierno del PP en Murcia está sustentado en miles de personas que durante muchos años han dado su esfuerzo, su trabajo, su tiempo libre, a la política. De pronto, todas las ilusiones de un gran número de personas se perdían. Ese es el verdadero drama de lo que ha ocurrido en Murcia: social y sociológicamente Murcia y la Región son mayoritariamente de unas opciones moderadas y de centro derecha. En las elecciones se ve y se seguirá viendo: alrededor del 60% apoyan las opciones moderadas. Aunque por otra parte también digo que es el sistema democrático que tenemos: los gobiernos se eligen por votos delegados; el que tiene más, gobierna.

-Mario Gómez ha sido una figura central en todo esto, por su papel tanto en la anterior coalición con el PP como en la actual con el PSOE. ¿Se fiaría usted de Mario Gómez si tuviera que pactar con él?

-No me gusta nunca personalizar las acciones políticas. Tendemos a eso: qué bueno o malo es mengano. Y normalmente las personas, si son honestas y leales, deben seguir las pautas de la acción política. En segundo lugar: si llegas a un acuerdo con alguien, te tienes que fiar. No conozco a Mario Gómez, no puedo decir nada en lo personal ni lo diré; pero en el ámbito político es como cualquier otra persona en la cual si te apoyas, te tiene que valer. No puede ser que te valga si gobiernas y no te vale si no gobiernas. Aunque insisto, no me gusta personalizar: siempre hay un partido detrás que marca las pautas.

-¿Qué le parece el actual Gobierno que dirige José Antonio Serrano? ¿Ha podido hablar con el nuevo alcalde?

-No, no he hablado con él ni le conozco. El Ayuntamiento sigue funcionando. La gran ventaja de una Administración local es que no da lugar a revoluciones. Y menos en Murcia, que tiene un personal y un equipo funcionarial espléndido. Lo que veo es que están intentando dejar su impronta en estos dos años, porque pronto habrá elecciones. 

-Usted dejó la Alcaldía en 2015. ¿Cómo valora la etapa del PP de Ballesta que tomó su testigo?

-No quiero entrar a analizar políticamente lo que ha sido una cosa u otra, porque cada equipo de Gobierno tiene que poner su impronta. Cuando yo llegué en 1995, recogí algunos proyectos del anterior Gobierno socialista del alcalde José Méndez y los continué porque creían que eran buenos para la ciudad y ahí están. Los ejecutamos; y en algunos casos los podíamos haber dejado aparcados, como algunos puentes, las pasarelas... Creíamos que eran buenos. La ciudad es la suma de todos a lo largo del tiempo. 

"Se ha recuperado la separación de 'Murcia centro y pedanías'; Nosotros conseguimos su fusión, pero desde 2015 dejó de ser una prioridad"

Una oportunidad que se ha perdido era continuar apostando por la movilidad sostenible y además ampliar la línea del tranvía hasta la estación del Carmen. Nos podría haber dotado de una vertebración mucho más verde para todos los habitantes del municipio. Sobre todo teniendo en cuenta que la estación se va a convertir, esperemos que más pronto que tarde, en la gran entrada a la Región de Murcia a través del AVE. Que alguien baje del autobús e inmediatamente se pueda interconectar con la actividad comercial del centro y al mismo tiempo con nuestra zona universitaria y los grandes centros deportivos, etc. Se decidió por no ir ese camino. No digo si es bueno o malo... 

Y otra cosa es que se ha vuelto a recuperar el lenguaje de "Murcia y pedanías". Nosotros conseguimos en la última etapa en la Alcaldía que cuando se hablara de Murcia se hablara de Murcia. Y Murcia se articula en sus barrios y sus pedanías, no el concepto antiguo que era Murcia como ciudad y las pedanías como el extrarradio... Conseguimos esa fusión. Pero se ha vuelto a recuperar esa especie de enfrentamiento. Son cosas terminológicas, pero cuando se interiorizan se consigue que cualquier persona, viva donde viva en el municipio, se sienta orgulloso de ser murciano. Pues eso quizá no ha sido una prioridad.

-A su juicio, ¿Ballesta ha sido un buen alcalde?

-Eso lo tienen que decir los ciudadanos. Y los ciudadanos lo dicen cuando hay elecciones. Y a cada uno nos han dicho lo que han querido decir.

-¿Quién le gustaría que fuera el nuevo candidato para el PP? ¿José Ballesta? ¿Rebeca Pérez?

-El mejor candidato que puede tener el PP es aquel que esté en condiciones de reunir una mayoría para poder gobernar. ¿Nombres y apellidos? Eso corresponde al PP.

-¿Qué es lo mejor y lo peor de su experiencia en la política durante 30 años?

-Lo mejor es el contacto directo con las personas. En la política municipal, donde me moví, la relación directa con las personas y conocer sus problemas era básico. Es lo que más me ha llenado. Murcia es una ciudad muy vitalista. A través de ese conocimiento se establecen relaciones afectivas con muchísima gente. Es lo más gratificante que puedes tener. Me sirvió para tener una visión más global. Lo peor fueron las ambiciones desmedidas. He conocido no a mucha gente, pero sí a algunos y algunas, como se dice ahora (sonríe), con una ambición desmedida. Tener ambición en la vida es importante, pero la ambición desmedida, unido a la traición y la envidia, son lo peor que puede haber en política.

-Por cierto, hablando de ambición desmedida: el PP, ahora, cuando usa esa expresión es para referirse a Ana Martínez Vidal, quien fue su concejala. ¿Qué opina de ella?

-Como concejala fue una gran edil del equipo de Gobierno. Lideró momentos importantes y su cometido lo hizo de una forma excelente. Creo que personalizar con nombres y apellidos una acción de un partido no procede. Es como cuando dicen Arrimadas ha hecho esto o Casado ha hecho tal. No es así: es el partido el que actúa. Por mucho poder que pueda tener una persona, es el partido el que actúa. Yo no conozco cómo se generó la moción de censura, pero creo que fue una cosa de Ciudadanos.

-En su etapa de Gobierno en Murcia coincidió con Ramón Luis Valcárcel como presidente de la Comunidad. ¿Tiene trato con él?

-Hace tiempo que no hemos coincidido, la verdad, entre el año y medio de separación por la pandemia y luego por actividades distintas. Yo estoy en la universidad, y en su etapa de eurodiputado coincidimos en algunas actividades, pero no tengo trato con él.

-Recientemente fue sonada su comida con Fernando López Miras, ¿con él tiene relación? ¿Le pide consejo?

-Sí, con el presidente de una forma periódica tengo trato. Hablamos de muchísimas cosas y de lo que pregunta le respondo. Yo, como no doy consejos, no me los pide. Si me lo pide, le traslado mi opinión y a veces aunque no me la pida, se la doy, para lo que pueda servir.

"Algunos utilizaron la vía judicial, ya que no conseguían nada por la vía política: Llegaban las elecciones y perdían"

-¿Y cómo ve a Teodoro García Egea, un murciano con mucha influencia en el PP nacional? 

-Es algo buenísimo para la Región de Murcia. Nunca hemos tenido a nivel nacional un representante de tanto nivel y con poder de acción. Es una gran oportunidad para la Región que Teodoro sea el secretario general del partido. Creo que el PP va a gobernar dentro de dos años en España, y tener en la cabeza de los centros de decisión un murciano es una oportunidad. Cuando gobierne el PP será importante para revertir los problemas endémicos de la Región, como el de incomunicación, que es tremendo, con un tren tercermundista. No es de recibo que a estas alturas no se pueda coger un tren en condiciones para ir a Madrid. Es una oportunidad tener una persona como él.

-¿Habla con Teodoro?

-Sí, hablamos de vez en cuando. Mantenemos una cierta relación y cuando veo algo, le traslado mi opinión.

-¿Habla más con Teodoro y Miras que con Ballesta, su sucesor en la Alcaldía de Murcia?

-Sí, muchísimo más. Yo hablo con quien quiere hablar conmigo.

-¿Le siguen parando los vecinos de Murcia por la calle?

-Muchísima gente me saluda. Alguno incluso me plantea que tiene un problema. No porque me visualice como alcalde, sino por si puedo hacerle algo. Es muy bonito. He percibido mucho cariño y mucho apoyo todo este tiempo. Tenían muy claro que es un trabajo que debía hacer por y con todos. No es trabajo de una sola persona, sino que es la suma de todos, de un buen equipo: oír a la gente, hasta escuchar los cabreos de la gente...

-Y , por cierto, ¿qué tal se siente como columnista de Murcia Plaza?

-Muy bien, muy a gusto. Estoy muy cómodo; es un buen escaparate y una gran ventana para aportar una visión de lo importante y lo mucho y bueno que tiene la Región de Murcia. Los murcianos somos los que más desconocemos la realidad de la Región, que supera las expectativas. En el ámbito logístico estamos a la cabeza de Europa, en la monitorización del transporte. Somos la principal potencia de Europa en el sector agroindustrial. En la gestión eficiente del agua estamos a la cabeza del mundo. No hay otro lugar del planeta donde se haya invertido más en la reutilización. Somos pioneros en muchos ámbitos y en otros, en los que queda mucho por hacer, como el turismo, se debe aprovechar que en la Región lo tenemos todo y bien cuidado, como el mar, el interior, etc. Hay que cambiar la percepción y creo que puedo aportar una visión desde el ámbito científico.

"Nunca me han preguntado en los juzgados por lo que se decía de que no sacaba dinero en los cajeros"

-En abril, la Audiencia confirmó su absolución en el 'caso Nueva Condomina'. Una vez que ya tiene archivados todos los asuntos pendientes con la Justicia, ¿qué reflexión hace?

-La misma que el primer día: que el Ayuntamiento de Murcia estaba haciendo lo correcto. Que hay unos excelentes y extraordinarios funcionarios, muy cualificados, que garantizan que los procedimientos se atienen a la legalidad. Eso es muy importante, porque eso da seguridad a los ciudadanos, a los que no les preocupa quién es el alcalde o tal concejal, sino saber que los van a tratar a todos por igual. 

Por otra parte, siento satisfacción porque en todo momento lo hemos hecho por el interés de los murcianos. Otra cosa es que algunos hayan querido utilizar la vía judicial para lo que no conseguían por la vía política. Llegaban las elecciones y perdían, y cada vez por más; mientras que el PP desde 1995 a 2015 iba incrementando la confianza de los ciudadanos elección tras elección. Ante esa impotencia, algunos recurrían a los tribunales.

-Y en el plano personal, ¿qué sintió tras la liberación por el archivo de los asuntos judiciales?

-En todas estas situaciones se sufre, y sobre todo sufre la familia, que nada tiene que ver con esto, aunque la hacen sufrir. Por la parte de la familia, que recuperen la paz y la tranquilidad. Este proceso me ha servido para comprobar la gran cantidad de personas, conocidas o no, que creían en mí. Lo cual es un motivo de satisfacción. Esto nos ha llevado a mí y a mi familia a aguantar este largo periodo de tiempo. Han llegado a meter a familias en segundo y tercer grado, que nada tenían que ver. Allá cada cual con su conciencia, y si puede dormir o no.

-Se decía en la época del proceso judicial que usted no llegó a sacar dinero del cajero. ¿Qué piensa cuando sigue escuchándolo?

-En el ámbito judicial nunca me han preguntado sobre eso. Estaba clarísimo, pero algunos que escriben, escriben lo que quieren. Cuando se oculta parte de la verdad hay muchas historias de manipulación de la información. No le doy más importancia. Hay mucha manipulación sobre eso.

-¿Guarda rencor a alguien?

-De rencor, nada. Las cosas pasan. Cada uno de los que lo han intervenido saben lo que han hecho, por qué y cómo lo han hecho. Si pueden vivir con ello, que vivan.

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