MURCIA. ¿Cuáles son los atributos de un buen editor? Puede que para adentrarse en el mundo de las letras sean necesarias ciertas aptitudes como la ambición, la tenacidad y la capacidad de adelantarse a los acontecimientos. Dentro de la definición de un “buen editor” podría entrar también la regularidad, la buena organización y la forma de leer bien los contextos, e incluso la obsesión y la perfección en algunos casos. Puede que estos términos definieran al italiano Giangiacomo Feltrinelli, considerado como uno de los editores más importantes de la historia y recordado por publicar el manuscrito Doctor Zhivagoen 1957 yEl gatopardoen1958, también por saltarse la censura y por ser uno de los grandes promotores de laavant-garde.
Hijo, amante, amigo y activista político Feltrinelli fue también un hombre que quedó “maldito” por su ambición que ahora se relata entre las viñetas deFeltrinelli,una obra (publicada por Altamarea Ediciones) que repasa la biografía del editor de la mano del historiador Guillermo Gracia, del ilustrador Nacho Nava y del guionista Aitor Iturriza quienes se sirven de la ficción y de la historia a partes iguales para componer su relato.
Entre tintes de negro y amarillo -y en ocasiones especiales otros colores- escriben la historia de un editor que lo quería todo y que a veces parecía obtenerlo. Tal y como lo define Nava su historia “tan inabarcable como apasionante” les enfrentaba a generar un cómic que no se pasara de extensión y que pudiera resumir su labor centrándose solo en ciertas partes de su vida para comprender su imaginario.
“Era un gran reto componer esto como un cómic no demasiado largo, la historia da para varias entregas porque él estuvo en todo tipo de acontecimientos clave de la mitad del siglo XX y de la historia de Europa y el mundo, el reto era dibujar una historia que no fuera una biografía al uso, que quedara más fragmentado”, añade el ilustrador, quien explica que para ello se sirven también de la ficción narrativa para explicar el relato del personaje principal como narrador. En tono de novela negra y casi de aventuras su biografía se cuenta a ritmo de “thriller político con tintes históricos” basándose siempre en la documentación que les proporcionaba Gracia durante el proceso de creación de este libro.
Desde el guion Iturriza confiesa que la clave para contar un relato tan inabarcable era centrar la atención en los momentos más característicos de su vida, partiendo como base por la publicación de Doctor Zhivago: “Es tan importante para él como editor que hasta nos planteamos escribir solo sobre esto pero poco a poco fuimos comprendiendo la publicación de la novela como tronco central y fuimos escalando hacia otros relatos”.
Comprendiendo el ansia que tenía Feltrinelli por ser el primero en publicar -y traducir al italiano- a Pasternak se empieza a leer su personaje desde una partida más emocional, dando paso a un estilo de lectura más poética desde el guion: “Jugamos con las imágenes y el texto para que rimen, algunas escenas se repiten y Feltrinelli revisita los mismos espacios siendo una persona diferente cada vez”, explica Iturriza, quien añade en la historia algunas aves que sobrevuelan su cabeza y sus decisiones.
Pasolini, el Che Guevara y hasta el propio Borís Pasternak se cuelan también entre las páginas de Feltrinelli, para mostrar la influencia del editor y la importancia de sus círculos, Nava les dibuja con diversos colores para “señalarlos” dentro de las viñetas: “Feltrinelli se rodeaba de todo tipo de personajes emblemáticos de la segunda mitad del siglo XX, para mi este es uno de los retos más atractivos de este proyecto darles una nueva vida entre las páginas".
"Dibujar a estos personajes con unos arquetipos y unos rasgos reconocibles es uno de los retos que plantea esta publicación y que nos ayuda a comprender todo lo que le rodea más allá de lo editorial”, explica Nava. Junto a ellos dibuja tanto a sus amantes como a quienes van contra él en el universo editorial, que acaban reflejados como “peces dentro de un gran mar que se lo intenta comer”, en puntos como este es donde se comprende ese toque de ficción ante el que plantean su tesis sobre Feltrinelli: su insatisfacción a pesar de su éxito.
Hacia el final de la historia Nava dibuja un Feltrinelli desgastado y frustrado al que más que los pájaros le acaban acosando los carroñeros: “Tras estudiar el personaje y la vida de Feltrinelli comprendemos que es un hombre completamente insatisfecho a nivel vital, eso entronca perfectamente con el personaje de Yuri Zhivago -protagonista de Doctor Zhivago- con el que de alguna manera se obsesiona”, explica.
Con todo esto desde Altamarea se desdibuja una ficción con la que se puede llegar a contar una gran verdad, a través de un guion en el que se lleva su figura al extremo. “Su obsesión es encomiable y hace que su figura sea tan interesante y novelesca, Feltrinelli es un personaje que lleva al extremo sus ideas y convicciones y de ahí surgen todo tipo de contradicciones y apuestas arriesgadas que hacen que se separe un poco de su propia vida”, añade Iturriza, quien deja sin resolver la gran pregunta de la novela: ¿Merece más la pena la vida en sí misma o el arte que se genera en esta?... si es que en este caso existe algún tipo de diferencia.
