MURCIA. La Confederación Regional de Organizaciones Empresariales de Murcia (Croem) ya ha despedido al que era hasta ahora su secretario general, José Rosique, que aprovecha el cambio de año para dejar este puesto en manos de su vicesecretario, Ramón Avilés. No obstante, tras 43 años vinculado a la patronal, será el propio Rosique quien más eche de menos trabajar día a día por crear una Región de Murcia mejor, una tarea por la que siente una absoluta devoción. No en vano, considera que Croem cumple una función esencial para la sociedad, una valía que lamenta que no todos reconozcan por igual, tal y como señala en una entrevista concedida a Murcia Plaza.
-¿Recuerda cómo fue su llegada a Croem?
-Hace 43 años que empecé a tener los primeros contactos. Empecé con Clemente García, que me comprometí a estar dos horas con él por las tardes, y con el paso del tiempo me fui integrando más y más.
-¿Qué ha cambiado en estos años?
-Croem ha ido evolucionando junto con la sociedad y el paso del tiempo. La constituyeron 11 organizaciones empresariales y ahora somos 64 y representamos el 95% del tejido empresarial de la Región. Entonces éramos 3 o 4 personas en un piso alquilado en el centro de Murcia, y ahora tenemos nuestro edificio con más de 4.100 m2 y estamos por encima de los 20 profesionales en plantilla.
-¿Echará Croem de menos a José Rosique?
-Espero que no, eso será buena señal. Eso querrá decir que quien viene detrás lo está haciendo bien. Y cuando alguien lo hace bien no se echa de menos nada.
-¿Y José Rosique a Croem?
-Yo sí voy a echar de menos a la confederación. 43 años te tienen que marcar sobre todo si has estado en el nacimiento, desarrollo, consolidación y crecimiento de una organización como es Croem. Eso te hace sentir orgulloso.
"No va a haber ningún problema en la transición"
-Ahora Ramón Avilés tomará el relevo. ¿Qué consejo le daría?
-Que no trate de hacer las cosas como las he hecho yo. Ramón Avilés tiene que ser Ramón Avilés, igual que yo fui Pepe Rosique y no Clemente García. Él recibe el legado de una organización consolidada por la excelente labor desarrollada por José María Albarracín.
Él lleva 21 años en Croem, conoce bien la organización, y desde 2018 es vicesecretario general. Es muy buen profesional, trabajador e inteligente y no va a tener ninguna dificultad.
-Hablando de presidentes, ha trabajado con José María Albarracín durante los últimos 10 años. ¿Cómo definiría esta etapa de la patronal?
-Yo he conocido a todos los presidentes y no se puede hacer una valoración aislada porque cada uno ha tenido su época. No obstante, José María Albarracín ha hecho un trabajo extraordinario y ha conseguido unos niveles de participación de las empresas muy importante. También ha logrado una unión en el mundo empresarial con Croem como el portavoz de todos los empresarios, indistintamente del sector. Es un empresario valiente que no tiene ataduras y estoy muy orgulloso de haber estado estos años como su secretario general.
-Ambos dejan la gestión de Croem casi al mismo tiempo, entiendo que no es casualidad
Yo estuve al inicio, cuando se presentó a la presidencia de Croem, y adquirí con él un compromiso personal de estar con él como secretario general el tiempo que estuviera de presidente. Las circunstancias han hecho que se alargue un poco lo que él en principio tenía pensado estar. Se prorrogó hasta dos años más con motivo de la pandemia su mandato, que tenía un límite de 8 años. Ese plazo cumple en junio de este año, que es cuando se tiene que producir la asamblea general ordinaria electoral. La coincidencia de irme casi al mismo tiempo han sido las circunstancias, cuestiones personales también, y sobre todo la tranquilidad de que no venía un secretario general de fuera que necesitara un rodaje mayor en el cargo en el momento en el que se fuese José María Albarracín. No va a haber ningún problema en la transición.
-¿Pretende iniciar nuevos proyectos a partir de ahora o piensa disfrutar de la vida del jubilado?
-No tengo proyectos para cuando esté fuera de la confederación. Llevo toda mi vida programándome por trabajo, cuando me llegue la jubilación quiero estar desprogramado, aunque sí pretendo hacer cosas. No quiero una jubilación pasiva. En la medida en la que yo pueda colaborar, siempre de cara a la sociedad, allí estaré. Yo quiero mucho a mi Región y si puedo en algún sitio poner mi granito de arena lo haré.
-¿Cuáles son los retos que le quedan por delante a Croem tras su marcha?
-Lo fundamental es mantener lo conseguido hasta ahora y mejorarlo, con la unidad empresarial por delante, especialmente en los tiempos que corren, con un Gobierno estatal que nos quiere limitar la libertad de mercado, la libertad de los empresarios para tomar decisiones, mediante decretos leyes. Nos quieren imponer cuestiones sin consulta previa con nosotros, como ha sido la última subida del SMI, de forma que la lucha es permanente desde las organizaciones empresariales. Nos vienen tiempos difíciles.
-¿Son las leyes de simplificación administrativa un logro para Croem?
-Las leyes de simplificación administrativa han servido para engrasar ese engranaje administrativo que obstaculizaba y retrasaba los proyectos de inversión empresarial. Cuando un empresario decide instalarse en esta Región y crear un nuevo proyecto o ampliar sus instalaciones no puede estar sujeto a unos trámites que se eternizan en el tiempo. Yo no puedo recibir una autorización ambiental ocho años después. Esa lentitud tiene un coste económico, incluso para la propia administración. Con esas leyes hemos pretendido decirle al Gobierno ·esto es lo que necesitamos para trabajar", siempre con el máximo respeto a la legislación vigente. Estamos trabajando con el Gobierno regional para hacer un texto refundido de esas leyes porque tampoco es bueno que haya muchas leyes de simplificación que generen confusión.
"nos molesta y si nos duele que no se reconozca el trabajo que hacemos"
-¿Cuáles son las claves para una negociación efectiva con los sindicatos?
-La clave está en el respeto y en la consideración a la otra parte. Los sindicatos son unos interlocutores no solo válidos, sino muy necesarios. Si no existiesen habría que inventarlos. No solamente son útiles en la negociación colectiva, también cuando negociamos un plan estratégico para la Región o cuando hablamos de una estrategia para la creación de empleo.
Son los representantes de los trabajadores, que son la parte fundamental de una empresa. La empresa no es solo un empresario, es lo que son sus trabajadores. Yo he tenido una relación muy buena con los secretarios generales de los sindicatos. La prueba está en que somos la Comunidad donde menos horas de trabajo se han perdido por huelgas laborales. Tenemos una ley de participación institucional que, aunque ha sido discutida por un partido político, nos otorga ese papel de representantes.
-¿Considera Croem un peligro esta postura tomada por Vox?
-Hay que recordar que nosotros no recibimos subvenciones. Nosotros recibimos compensaciones económicas por un trabajo que hacemos con nuestros profesionales en beneficio de toda la sociedad. Son finalistas esas ayudas. No obstante, nosotros tenemos una autofinanciación de más del 90%, así que no nos asusta que se reduzca un 25% esa cantidad en el año 2024. Sí nos molesta y si nos duele que no se reconozca el trabajo que hacemos.
-¿Cómo se encuentra la economía regional en estos momentos?
-Las empresas se han internacionalizado. Nos afecta no solo lo que sucede a nivel nacional, sino también los problemas europeos y mundiales, como la guerra de Ucrania, el conflicto en Gaza o, por si faltaba algo, el problema en Yemen.
"Creo que nos va a venir un año 2024 donde la economía se va a ralentizar y el consumo privado se va a mermar"
Lo que nos preocupa es que los indicadores de los estudios importantes nos dicen que la economía se está desacelerando. Cada vez nuestra economía, salvando algunos sectores, es menos competitiva. Tenemos problemas de productividad en las empresas y tenemos un problema de mano de obra en sectores como la construcción o los servicios.
La economía regional tenemos un sector agroalimentario que es modélico y muy eficiente en la utilización de los recursos hídricos, que cada vez nos están mermando más. Yo tengo el convencimiento de que quieren acabar con el Trasvase Tajo-Segura. Creo que nos va a venir un año 2024 donde la economía se va a ralentizar y el consumo privado se va a mermar.
-¿Cuáles son los grandes logros de Croem en su etapa como secretario general? ¿De cuál se siente más orgulloso?
-Yo como secretario general he sido solo una pieza más en el engranaje de la organización. De lo que me siento orgulloso de dejar, con el liderazgo del presidente, a una organización perfectamente estructurada y saneada. También hemos conseguido que la Región sea, junto con Madrid, el lugar donde hay más libertad de empresa para instalarse.
Por poner un ejemplo de nuestra actividad, Amazon está en Murcia gracias a que la confederación intervino en un momento en el que las administraciones tenían un problema para satisfacer las necesidades de una empresa de esa envergadura. La ley que teníamos en la Región impedía hacer determinadas cosas para que estos grandes inversores llegaran aquí. Nuestra intervención fue en tiempo récord porque Amazon tenía un plazo marcado y se nos iba esta inversión. Fueron muchas horas de trabajo para sacar un decreto ley por la vía de urgencia que modificara estos artículos. Llegamos casi a toque de campana, y eso te hace sentir una satisfacción especial. También hay que poner en valor el aeropuerto. Amazon está aquí porque había un aeropuerto internacional al lado. Si no, no hubiesen venido.
-¿Qué le haría falta a la Región?
-Nos falta que el Estado llegue a un acuerdo para la financiación de las comunidades. Nos falta dar el último paso adelante en comunicaciones y que se termine de una vez el Corredor Mediterráneo. Nos falta un AVE como Dios manda, con una llegada a Madrid por Albacete. Que tengamos comunicaciones para que podamos relanzar de una vez el turismo, que tenemos un potencial enorme. También tenemos que potenciar nuestro aeropuerto.