CARTAGENA. Quedan 16 semanas para el comienzo del verano. Un verano que volverá a estar marcado por la covid-19. A diferencia del pasado año, a nadie le pillará de improviso las restricciones que seguirán vigentes. Se cuenta con la experiencia del 2020, tanto para los hosteleros como para los ciudadanos. Existe la sensación generalizada de que, salvo giro inesperado (y muy positivo), no será posible realizar viajes de larga distancia. Londres o Roma quedarán todavía muy lejos para los españoles. Las miradas entonces se dirigen al mercado nacional de cara a disfrutar de una escapada para el periodo estival.
Los alquileres de apartamentos en la costa cartagenera para verano se han disparado mucho antes de lo esperado. Según varias inmobiliarias, el mercado se mueve en niveles similares a los de 2019. Una noticia muy positiva en medio de una crisis socioeconómica sin precedentes. "Este primer fin de semana después de que se permitiera la movilidad entre municipios de la Región hemos tenido muchas visitas. Digamos que en un nivel similar al de antes de la pandemia. La gente ya sabe a lo que agarrarse este verano. En vez de viajar al extranjero, que no se va a poder, o va a ser recomendable no hacerlo, se quedarán en la Región", señala Raciel Batista, de la inmobiliaria La Manga Selector.
La activación del alquiler de viviendas vacacionales ha sido mucho más tempranera que en años anteriores. "Desde diciembre ya hemos tenido reservas. La gente tiene muchas ganas de poder descansar y desconectar de este año de hastío por la pandemia", afirma Eva Olivares, de la inmobiliaria Abacasa. "Ahora mismo, tenemos el 80% de las viviendas en alquiler ya cogidas en Cabo de Palos”, añade. Un dato que habla de la tendencia que apuntan desde el sector turístico para este verano: escapadas cortas, tanto en distancia como en tiempo. “En enero se suele mover ya el mercado, pero en este quizá se ha precipitado algo más. Después de Semana Santa ya quedaran pocas cosas. Quien quiera alquilar entonces tendrá que conformarse con lo que quede".
Este aumento del alquiler de viviendas en la costa se suma a otra tendencia que se viene produciendo desde el inicio de la pandemia: el alquiler de una segunda residencia para todo el año. "Todos los apartamentos que hemos puesto para un alquiler anual los hemos colocado", cuenta Batista. "En nuestro caso, los alquilamos en seguida. Después del verano los alquilamos enseguida por las restricciones que hay en las ciudades. En cualquier caso, con el clima que se disfruta aquí durante todo el año, es un fenómeno habitual el tener alquilada una casa en la costa durante todo el año”, afirma al respecto Olivares. El hecho de que la vida en la ciudad se haya apagado ha propiciado que las escapadas a la playa, con el buen tiempo que ha hecho de forma generalizada este invierno, se hayan incrementado. En algunos casos, incluso trasladando su residencia habitual a la costa. El perfil de cliente que se ha lanzado ya a alquilar un apartamento en la costa es generalmente de la Región, aunque el mercado español sigue teniendo peso. Familias o parejas que apuestan desde ya por disfrutar de la costa cartagenera sin esperar a ver si se pueden realizar viajes más largos.
Pese al incremento de los alquileres, no se ha producido un aumento a su vez en los precios. "Los precios son similares a los de 2019. El año pasado no se puede tomar como referencia porque hubo una caída de precios generalizada en todo. Ahora además no hay mucho regateo, la gente quiere asegurarse una vivienda para verano y no espera mucho", afirma Batista. Una vivienda tipo de dos dormitorios, para dos meses (julio y agosto), sale por unos 4.300 euros de media. Si, por el contrario, se quiere alquilar para todo el año, el precio se incrementa cerca de un 20%. Este verano, la Región quiere costa.