MURCIA. La industria de las mascotas generó 118.000 millones de dólares en el año 2019 y alcanzará los 275.000 millones en 2030, según un informe de Morgan Stanley. Un año después, en un 2020 tatuado en la vida de cada uno de nosotros que nos desestabilizó debido a la pandemia, tuvo efectos negativos de pánico generalizado y ansiedad creciente en las personas. Esos efectos han podido agravar síntomas como la ansiedad y la depresión en personas más vulnerables o con un diagnóstico de enfermedad mental. Todo ello propició que muchos hogares adoptaran un animal. Para haceros una idea, desde 2019 hasta el 2021 el número de perros y gatos domésticos creció un 44% frente al 17% de los dos ejercicios anteriores y las expectativas de este sector es que siga al alza.
Yo soy madre de un perro desde hace 8 años. No me hizo falta una pandemia para desear tener en mi vida a ese ser maravilloso ser, pero reconozco que lo adopté (¡no comprar, por favor!) para llenar vacíos que no conseguía llenar de otra manera. Esos vacíos pueden ser la soledad, la depresión o la ausencia de niños que ha impulsado este sector, dado que te llenan de amor, aguantan lloreras, risas, te obligan a levantarte de la cama o a salir a la calle cuando los ánimos flojean y te siguen incondicionalmente a donde vayas... Los quieres como uno más de la familia porque son, e incluso me atrevería a decir, más humanos que algunos humanos.
"El cariño, el apoyo y la lealtad que nos muestran estos animales hacen que mejoren nuestra autoestima"
El cariño, el apoyo y la lealtad que nos muestran estos animales hacen que mejoren nuestra autoestima favoreciendo nuestra propia aceptación y visión positiva. No te juzgan, no te critican, no nos diagnostican ....te miran con amor y alegría día tras día en su corta vida. Numerosos estudios indican que los animales tienen la capacidad de mitigar aquellos pensamientos que nosotros vemos como negativos combatiendo en muchos casos enfermedades como la depresión y otros trastornos psiquiátricos (la salud mental es otro tema importante para abordar). Una enfermedad, por desgracia, también en auge (sobre todo tras la pandemia), no sólo en adultos sino, más preocupante, entre los jóvenes. Hay distintos tipos de terapias con animales, sobre todo perros y caballos, pues se ha probado el papel beneficioso de los animales de apoyo emocional tanto para estudiantes en centros educativos, personas mayores, como para personas con ciertas discapacidades, o pacientes que enfrentan ansiedad y tristeza en los hospitales.
Por todo lo comentado animo a todos los lectores que aún no tengan animales (pero los amen como yo) a que amplíen la familia adoptando un animal doméstico siempre que formen parte de tu hogar, como un miembro más y no sean tratados como un capricho ocasional, un juguete o una herramienta más para vigilar tu casa. Tiene su responsabilidad tener un animal (visitas constantes al veterinario, medicación, salidas a la calle llueva, haga frío o mucho calor) pero os puedo asegurar que si pudiera pedir un deseo sería que mi perra, mi Luna (así se llama), viviera mucho más porque la mejor decisión de mi vida fue adoptarla para darme más vida.
Laura Tenas
Directora de oficina en SafeBrok Europe
Foto RojoLover by Mª José Puche