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CINE LGTB+

Historias de amor 'queer' a la carta

Las carteleras de cine y los catálogos de las plataformas de televisión por streaming se nutren de nuevas referencias tras completarse los doblajes, subtítulos y la postproducción de muchas películas, que quedaron paralizadas por la pandemia. El mes del Orgullo relanzó cintas que ayudan a empatizar con preocupaciones del colectivo LGTB+. Una oportunidad para que todos los públicos se acerquen a vidas cada vez más notorias. Un puñetazo de realidad desde nuestros sofás para normalizar las relaciones de afectos y entender el sufrimiento de su ocultación

9/07/2020 - 

MURCIA. Algunos largometrajes narran experiencias de amor y sexo con talante integrador de personas queer, ayudando a sacar a la luz identidades y sentimientos que, por imposición cultural o convención social, habían permanecido en la penumbra. La revelación o la identificación pública de la orientación sexual a todos los niveles continúa siendo uno de los subgéneros cinematográficos más frecuentes en cuanto a cine independiente, pero también llega a la cartelera comercial. Tanto las salas como las plataformas online presentan una enorme variedad de nuevos títulos que invitan a la reflexión.

Xavier Dolan es uno de los directores más prolíficos en esta temática. El enfant terrible del audiovisual canadiense ha vuelto a las salas con una temática bisexual o homosexual: Matthias & Maxime (2019), una película protagonizada por él mismo (como casi siempre) y Gabriel d'Almeida Freitas. Dos amigos millennials veinteañeros, hasta ese momento de perfil heteronormativo, se sorprenden tras besarse en una fiesta. Eso les trastoca los pilares esenciales de la relación de amistad, que se convierte en un aluvión de dudas y cuestionamientos sobre la sexualidad de ambos.

La trama apela a la conciencia de los protagonistas dialogando con el espectador, acostumbrado a planteamientos directos en películas como Maurice (James Ivory, 1987) o Brokeback Mountain (Ang Lee, 2005). Dolan busca un golpe de efecto para convertir toda relación homosexual en un tema tabú. Y llega a censurar el rodaje para que el trance del beso entre ambos protagonistas no sea una secuencia completa o explícita. Todo un experimento para reformular los cuestionamientos de conciencia de base en cualquier relación amistosa y darle un giro conceptual a esos afectos.

'Desobediencia'

En la misma línea, en Netflix podemos disfrutar de Desobediencia (Sebastián Lelio, 2017). La historia de una fotógrafa neoyorkina que vuelve a su municipio natal, una comunidad judía que la había rechazado por sentir atracción por otra mujer durante su adolescencia. Su regreso provoca una recuperación de aquella pasión, que se consuma. Un relato atípico y muy contemporáneo de contraposición de dos mundos: la modernidad de la ciudad frente a lo costumbrista, y sus perspectivas de identificación sexual en uno u otro ámbito, donde la convención religiosa es un obstáculo para que los sentimientos fluyan con naturalidad. Rachel Weisz y Rachel McAdams, las actrices protagonistas, están fantásticas bordando un drama que podría ser la versión lésbica de Call Me By Your Name (Luca Guadagnino, 2017), también disponible en Netflix desde hace algunos meses.

Otra de las novedades que han aterrizado en las pantallas con motivo del mes de la diversidad sexual ha sido Pequeños Gigantes (Keith Behrman, 2018), disponible en plataformas por streaming de Movistar y Filmin. Una historia muy parecida a la anterior sobre dudas, bisexualidad y homosexualidad; pero aquí desde otro ángulo y con otro tratamiento. Los protagonistas son jóvenes populares y con novia, dos guaperas de clase, deportistas y líderes de grupo, que durante una fiesta de cumpleaños comparten un ataque de lujuria, un encuentro apasionado e inesperado para ambos. Tras el incidente sexual, surge un debate que les lleva a enfrentarse para tomar decisiones que a ninguno de los dos les reconforta.

'Pequeños Gigantes'

Desde el ámbito juvenil también llega la historia Con amor, Simon (Greg Berlanti, 2018) disponible en Hulu y Amazon Prime. El protagonista de esta comedia es un chico gay de 16 años con una vida feliz, una familia extraordinaria, y una panda de amigos divertida, envuelta en pasiones y novia; pero nadie conoce su orientación sexual hasta que un e-mail cae en manos equivocadas. A partir de ahí se abre una trama para intentar por todos los medios que esta información no se haga pública; Simon sufre chantajes, pero el resultado final es un outing. Sigue las pautas de una narrativa audiovisual destinada a público adolescente y es una apuesta por hacer llegar la reivindicación de visibilidad al ámbito mainstream, y para todos los públicos. Consigue enternecernos con una historia de un personaje carismático, lúcido y conmovedor. Está basada en la novela Simon vs. la agenda del Homo Sapiens, recomendada en planes educativos que apuestan por la pedagogía e integración en materia de diversidad sexual.

La cinta más revolucionaria y premiada sobre experiencias LGTB+ de los últimos meses quizá sea Nevrland (Gregor Schmidinger, 2019) disponible en Filmin y Prime. La ficción austriaca mezcla el thriller y el terror psicológico narrando la historia de un joven de 17 años, Jakob, que intenta sanar su ansiedad a través de una relación telemática. Jakob trabaja limpiando cadáveres en un matadero de cerdos. Un día, inicia una relación de cibersexo en un chat con un artista mayor que él; una fórmula de conocimiento muy frecuente que se vuelve terrorífica. Esa cita física les lleva a mantener una relación mucho más intensa, abarcando más la capacidad de abducción mental que el propio deseo sexual. Un juego entre lo proyectado y lo visto, lo filmado y lo reproducido, la realidad y el caos.

'Nevrland'

Desde Francia llega a Filmin el documental Out (Denis Parrot, 2018), premiado en una decena de festivales de prestigio. Un reportaje de relatos personales y casos comunes, historias de amor y dolor que se reproducen cuando diferentes perfiles desvelan su verdadera orientación sexual en público, a sus familias, a sus parejas. La grabación, premeditadamente casera, obliga a empatizar con el drama que viven las personas que ocultan sus sentimientos durante toda su vida. Salen a relucir conflictos como el autoodio, las carencias afectivas o la necesidad de una aceptación popular que nunca habían sentido hasta la fecha. Lesbianas, bisexuales y gays se empoderan con sus declaraciones y se liberan de una carga que les ha oprimido y trastocado psicológicamente durante demasiado tiempo.

Una cinta esencial, con algunos años más, que se mantiene en los catálogos es Tangerine (Sean Baker, 2015). Una ficción con aires de documental sobre una prostituta trans. El relato incluye toda la problemática de la estigmatización social de la prostitución, lo mezcla con la marginación de las personas transgénero, y le añade un toque dramático cuando la protagonista descubre que su novio ha estado engañándola. Tiene secuencias completamente artísticas, dignas del cine más transgresor, al estilo John Waters; y culmina con un clímax de emociones que hace imposible no conectar con la historia. La película permite la asimilación de un personaje complejo, una mujer tremendamente valiente que es víctima constante de muchos tipos de violencia.

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