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el aGRM prepara una gran exposición sobre los 400 deportados de la región

El murciano que soñaba en un campo de concentración nazi con un arroz con conejo

6/05/2021 - 

MURCIA. Volver a comer un arroz con conejo de los que hacía su abuela. Este era el deseo que un prisionero murciano en un campo de concentración nazi le confesaba a su familia en una carta; otro le pedía a su esposa que no se preocupara por él, "que yo estoy bien y ya llegará el día en que nos podamos besar"; también era habitual que en estas cartas, muchas de ellas con faltas de ortografía que evidencian el origen humilde de quienes las escribían, se utilizaran términos coloquiales muy propios de Murcia como "nene". En general, en casi todas ellas, estos murcianos que sufrieron la crueldad del nazismo tranquilizaban a sus familiares sobre su situación y hablaban de próximos reencuentros con una esperanza seguramente fingida. Porque ya lo decían los propios oficiales alemanes: a los campos de concentración se entra por la puerta y se sale por el horno.

Un total de cuatrocientos murcianos fueron deportados a Mauthausen y otros campos de concentración nazis, de los que se calcula que solo sobrevivió el 30%. Ellos -sus historias, fotografías, documentos y objetos originales- serán los protagonistas de la exposición doble que está preparando el Archivo General de la Región de Murcia (AGRM), que se inaugurará en junio, coindiciendo con el Día Internacional de los Archivos, y permanecerá abierta hasta finales de septiembre. La muestra que se presenta en dos partes - 400 Deportados de la Región de Murcia (del AGRM) y Memoria robada (con fondos del Archivo Arolsen de Alemania)- irá acompañada de un banco de datos sobre las víctimas murcianas, un ciclo de conferencias y la publicación de un libro. Se espera, además, la asistencia de numerosos familiares, como es el caso de los descendientes de José Epita, "el 'negrito de Fernando Poo' que se casó con una blanca, luchó contra los nazis y sobrevivió al Tercer Reich". También, habrá un gran mural con referencia a todos los murcianos que protagonizaron este triste episodio de la historia. 

Con motivo del Día en Homenaje a las Víctimas Españolas del Nazismo, que se ha celebrado este miércoles, el AGRM ha publicado un vídeo como adelanto de lo que será la parte murciana de esta gran exposición. 

Los familiares responden al llamamiento del AGRM

Para recabar más información sobre la vida de estos murcianos que vivieron el horror del nazismo, el AGRM hizo un llamamiento público -que aún está abierto- para que sus familiares pudieran aportar testimonios, documentación y otros objetos relacionados con ellos. "Nos hemos visto desbordado", asegura Javier Castillo, director del Archivo Regional, quien asegura que se han podido poner en contacto con numerosos descendientes-a muchos les ha llegado la noticia por redes sociales, pero también por 'el boca a boca'-, que les han hecho llegar decenas de archivos documentales, pero también muchas "historias conmovedoras que rompen el corazón". La respuesta no ha llegado solo de la Región, también de la Comunidad Valenciana, Cataluña y Francia. Y es que muchos de los deportados murcianos a campos de concentración habían emigrado después de la Guerra Civil, bien con toda la familia o bien solos si se trataba de jóvenes soldados republicanos, que no llegaron a casarse. Es por ello, que entre los familiares se encuentran muchos sobrinos nietos. 

En este sentido, cuentan desde el Archivo Regional que uno de cada diez españoles refugiados en Francia acabó en un campo de concentración en Alemania. De hecho, hubo republicanos en todos los campos de concentración nazis, destacando Mauthausen. Fueron utilizados como mano de obra esclava en canteras, fábricas o construcción de infraestructuras, falleciendo casi la mitad de ellos, mientras que los supervivientes sufrieron secuelas de por vida.

Se puede hablar de dos fases en las deportaciones. Tras la invasión alemana y el armisticio de junio de 1940, muchos republicanos fueron detenidos e internados en campos de prisioneros de guerra, pero pronto perderían esta condición y serían deportados fundamentalmente al campo de concentración de Mauthausen, donde unos 9.000 españoles sufrieron trabajos forzados, violencia y todo tipo de privaciones que provocaron la muerte de la gran mayoría de ellos. De los 339 murcianos de este primer periodo, al menos 233 (el 69 %) de ellos encontraron la muerte por agotamiento, enfermedad, hambre o asesinados de distintas formas, entre ellas en la cámara de gas.

En un segundo momento, entre 1942 y 1945, la mayor parte de los deportados españoles y murcianos eran colaboradores de la Resistencia francesa detenidos por la policía o por la Gestapo e internados en otros campos, donde muchos de ellos también encontrarían la muerte. Las mujeres –entre ellas, dos murcianas: Braulia Cánovas, de Alhama de Murcia, y Antonia Fructuoso, de la pedanía fuentealamera de Balsapintada– fueron deportadas al campo de Ravensbrück.

Devolución de objetos personales

La segunda parte de la exposición es la que lleva por título Stolen Memory (Memoria robada), con fondos del Archivo Arolsen (Alemania). En ella se mostrarán varias decenas de objetos personales, como joyas, relojes, plumas, llaves o documentos que fueron confiscados a una veintena de internos en los campos de concentración, tanto de origen murciano como del resto de España y de Europa. Gracias a esta campaña, una cuarentena de objetos de deportados españoles han podido ser devueltos a sus familias, aunque aproximadamente una veintena adicional aún no han sido localizados.

Es por ello que esta parte de la exposición se estructura en dos ámbitos: Buscando, que recoge varios casos de deportados con objetos originales para devolver a familias no localizadas; y Encontrados, con ejemplos de deportados cuyos objetos ya se han devuelto a las familias. Entre los primeros se encuentra una pluma estilográfica de Mariano García López, natural de la capital o de alguna otra localidad sin determinar de la Región. Entre los encontrados, hay efectos de otros deportados murcianos como los de la alhameña Braulia Cánovas, el lorquino Andrés Gálvez Belmonte o el murciano de Churra Blas Martínez Aranda.

El Archivo Arolsen (Alemania) es el mayor centro de documentación del mundo sobre las víctimas del nazismo. Desde 2016 viene realizando una campaña internacional de localización y devolución a las familias de más de 3.000 efectos personales que pertenecieron a los internados. Esta exposición se ha mostrado en Venecia, Cracovia y recientemente en Barcelona y La Junquera.

La gran muestra que el AGRM tiene previsto inaugurar el 10 de junio cuenta con la colaboración del Archivo Arolsen, el Museo Memorial del Holocausto de Estados Unidos, la Universidad de Murcia y el Amical de Mauthausen y otros campos.

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