Este hallazgo podría contribuir a la recuperación de la fertilidad en los hombres
MURCIA. Una investigación de la Universidad de Murcia (UMU) ha revelado que las células de Sertoli, eje central en la formación de espermatozoides, no permanecen constantes a partir de la pubertad, como se creía, sino que cambian y se renuevan, según informaron fuentes de la institución docente.
El estudio, que ha ocupado la portada en la revista Biology of Reproduction, concluye que un porcentaje de estas células muere y es sustituido por otras nuevas que proceden de su división. Por tanto, el paradigma de que la célula de Sertoli es quiescente, que ni muere ni se divide, no es correcto en el modelo animal utilizado, el hámster.
Este descubrimiento abre la posibilidad de buscar células de este tipo, con capacidad de dividirse, en el hombre, con el fin de manipularlas y repoblar así los túbulos seminíferos para que puedan producirse más espermatozoides, dada su función de cuidadoras durante su proceso de formación.
Y es que "durante el envejecimiento, el equilibrio entre muerte y generación de células de Sertoli se trastoca, mueren más que las nuevas que se forman. Por ello el número de espermatozoides que se genera va descendiendo", señala el investigador principal del grupo de Biología Reproductiva y Andrología Experimental en Mamíferos de la Universidad de Murcia (UMU) y del Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria (IMIB), Luis Miguel Pastor.
El hallazgo de esta capacidad de las células de Sertoli, denominadas así porque su descubridor fue el italiano Enrico Sertoli (1842-1910), supone la apertura de un nuevo campo de investigación de gran relevancia que puede ayudar a recuperar la fertilidad de los varones.
La importancia de las células de Sertoli reside en que la formación de espermatozoides está directamente relacionada con el número de éstas que posee un individuo.
"Se las suele llamar 'nursing', ya que actúan como cuidadoras al alimentar, realizar una labor de limpieza, mantener el orden y proteger a los espermatozoides durante su proceso de maduración", comenta el investigador de la UMU.
"Si en el hombre existe una parte de la población de células de Sertoli con la propiedad de poder dividirse, hay que encontrarlas y luego separarlas, pudiendo extraerse y cultivarse en el laboratorio. Posteriormente se podrían volver a introducir en su lugar de origen para que se produzca una recolonización, ayudando así a mejorar el proceso de formación de los gametos masculinos, señala el experto.