MURCIA (EFE). La Universidad de Murcia (UMU) va a llevar a cabo obras de mejora de la eficiencia energética en el aulario del Campus de la Merced, lo que obligará a mantenerlo desalojado durante lo que queda de curso, con lo que casi 3.900 alumnos serán reubicados en diferentes edificios de la universidad, tanto en la ciudad como en el Campus de Espinardo.
Las obras, ha explicado en una rueda de prensa la vicerrectora de Planificación e Infraestructuras, Belén López, supondrán una inversión de más de 5 millones de euros y permitirán incorporar un sistema inteligente de circulación del aire que conectará el aulario con el resto de edificios del campus, al tiempo que se mejorará el alumbrado, se renovarán los aseos y se llevarán a cabo tareas de pintura y sustitución de los suelos y de sectorización del aulario.
Según ha detallado el rector de la universidad, José Luján, fue durante la pandemia cuando se detectó la necesidad de impulsar estos trabajos, dado que el aulario de letras no contaba con medias que permitieran la circulación del aire y correcta ventilación, por lo que las obras, además de mejorar la eficiencia energética, servirán sobre todo para ganar en salud y seguridad de alumnado y profesorado, asegurando una mejor calidad del aire.
Así, según ha detallado la vicerrectora, este nuevo sistema de circulación y renovación del aire, juega con el aire frío del exterior y el caliente del interior, y supone además una mejora de la eficiencia energética que llevará a un ahorro de en torno al 20 por ciento del consumo.
A este se sumará otro ahorro de en torno al 10% del consumo eléctrico al mejorar los sistemas de iluminación del edificio.
Aprovechando que para llevar a cabo estos trabajos había que tener el aulario completamente vacío, la UMU ha optado por llevar a cabo también obras de sectorización del aulario para una mayor seguridad, la renovación de los aseos, que estaban obsoletos, la renovación de los suelos y labores de pintura, entre otras.
Las obras, ha subrayado el rector, han sido posibles gracias a la disposición de los decanos de las facultades de Letras y de Derechos, cuyo alumnado será el más afectado por estos trabajos.
Los 3.877 alumnos de esas facultades serán reubicados a partir del próximo 8 de enero, cuando da comienzo el segundo cuatrimestre, y estarán desplazados hasta que termine el curso, con el objetivo de poder comenzar el curso 2025-2026 ya en el aulario de La Merced.
Entre tanto, parte de ellos, unos 1.200, continuarán sus estudios en el Campus de Espinardo, y la vicedecana de Planificación e Infraestructuras está ya en conversaciones con la comunidad autónoma y el ayuntamiento para plantear posibles refuerzos del transporte público para sus desplazamientos.
No obstante, estos alumnos llegarán al campus de manera escalonada, ya que se han planteado clases a partir de las 9:30 horas (media hora más tarde del horario habitual del comienzo de las mismas) y otras son en turno de tarde.
El edificio que hasta hace dos años era la sede de la Facultad de Enfermería acogerá a todos los estudiantes de la Facultad de Derecho, mientras que los de Letras se repartirán por otros espacios de ese campus como el aulario norte o la facultad de Óptica, y también en otras sedes de la UMU en el centro de la ciudad, como los edificios Rector Sabater, Saavedra Fajardo o el Instituto Teológico, con el que se ha llegado a un acuerdo para la cesión del uso de algunas de las aulas.
Los profesores de las dos facultades se desplazarán a los correspondientes centros para impartir las clases, mientras que el personal de administración y servicios de La Merced continuará su trabajo en ese campus, fuera del edificio del aulario.
Los decanos de las dos facultades han agradecido el trabajo conjunto para garantizar las menores molestias posibles durante el tiempo que duren las obras, así como la sensibilidad mostrada hacia los alumnos con discapacidad, con los que se han hecho pruebas de accesibilidad a los nuevos edificios donde van a terminar el curso.
Además, se ha puesto especial énfasis en la información al alumnado, dado que el primer contacto que tendrán con los nuevos edificios en muchos casos será para llevar a cabo los exámenes de primer cuatrimestre.
Estas obras están financiadas con cargo a los fondos europeos Feder y Next Generation, y la previsión es que concluyan en el mes de agosto de 2025.
