MURCIA. Terra Natura Murcia, en colaboración con la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente, ha realizado este jueves el anillamiento de cinco crías de cigüeñas para realizar un seguimiento de la población de esta especie en la Región de Murcia, lo que permitirá conocer el movimiento migratorio de estas aves y el control de su reproducción, entre otros aspectos.
Profesionales especializados de la consejería, pertenecientes a Orthem, han sido los encargados de aplicar esta técnica acompañados por el director general de Medio Natural, Fulgencio Perona, Gustavo Martínez y Manuel Gonzálvez, director y responsable de Animales de Terra Natura Murcia, respectivamente.
El parque natural cuenta en la actualidad con diez cigüeñas blancas (Ciconia ciconia) y otras cinco crías nacidas en este año que han sido adecuadamente anilladas para garantizar su identificación. Después de llevar a cabo este paso, los profesionales del parque continuarán con la alimentación de estos ejemplares dejando alimento en las zonas próximas al recinto y controlarán si estas aves tienden a quedarse por los alrededores o si bien deciden trasladarse libremente a otro lugar.
De esta forma, Terra Natura pasa a formar parte del censo nacional sobre cigüeñas blancas de Seo Birdlife, ONG que tiene como objetivo la conservación y el estudio de las aves y sus hábitats. Un hito para el parque de naturaleza murciano, ya que precisamente hace poco más de una década un grupo de cigüeñas blancas comenzó a nidificar en sus instalaciones dentro de la zona del aviario, aumentando su familia desde entonces.
Fruto de esa primera anidación, en 2012 se produjo el primer nacimiento de una cigüeña silvestre en la Región de Murcia desde hacía más de 40 años.
“Las cigüeñas blancas encuentran en Terra Natura Murcia un lugar tranquilo con agua y comida todo el año, además de una climatología que las hace no migrar”, ha señalado Manuel Gonzálvez.
Con este anillado, se pretende aportar más datos a la comunidad científica sobre las cigüeñas blancas. Además, también se toman medidas biométricas y, con todos los datos obtenidos, se pueden conocer posteriormente los flujos migratorios de las aves e incluso cambios en el clima o en los ecosistemas en los que suelen habitar.
