CARTAGENA. Villa Calamari, un emblemático monumento de Cartagena, languidece entre el abandono y el expolio. A pesar de múltiples requerimientos y denuncias, el deterioro de esta joya arquitectónica no ha cesado, con la propiedad incumpliendo sistemáticamente su deber de mantenimiento. La situación ha escalado hasta el punto de poner en riesgo la seguridad de jóvenes que desafían la integridad del edificio.
La Asociación Cartaginense denunció en junio dos butrones en la vía denominada Camino de Versalles. Tres meses después, ante la falta de respuesta de la Dirección General de Patrimonio a la que se le requirió para que realizase una visita de inspección al monumento, reiteraron la denuncia vía recurso de alzada "que a fecha de hoy tampoco ha sido resuelto por el organismo competente regional", explican desde la asociación. Esta, junto a Huermur presentaron denuncia por expoliación de varios monumentos de Cartagena y Murcia. Entre ellos se encuentran los monumentos Villa Calamari y la Casa del Tio Lobo.
Desde que se abrió la vía administrativa varios requerimientos han obligado a la mercantil Inmobiliaria Vano a actuar en el inmueble protegido, subrayan desde la Asociación Cartaginense, todas ellas intervenciones de tipo menor "que no han evitado que la propiedad continúe incumpliendo su obligación de custodia y mantenimiento del edificio que cada vez se encuentra en peor estado de conservación", añaden.
Las fotografías que enviaron recientemente a la asociación muestran molduras de escayola rotas y tiradas en al exterior del inmueble, las paredes del recibidor carbonizadas, puertas y ventanas arrancadas y abiertas. "Un ambiente desolador de un jardín que contó con gran numero de especies arbóreas y ornamentales. Las edificaciones auxiliares y el muro perimetral destrozados , lo que contrasta con la edificación reciente con uso geriátrico", denuncian.
Las últimas noticias que llegaron desde la asociación de vecinos es que jóvenes compiten trepando por la fachada de un edificio protegido sobre el papel. "A lo largo de estos años hemos alertado también de que pudiera ocurrir algún accidente grave entre los jóvenes que no son conscientes del estado de las cubiertas y solados de un edificio abandonado desde el momento de su primera incoación en el año 1999".
“La ley vigente ampara el patrimonio histórico en cuanto al deber de preservación del mismo para las generaciones presentes y futuras. Resulta curioso que sea la actual administración y parte de la generación presente con sus actuaciones vandálicas las que priven a Cartagena de uno de los edificios construidos más bellos y con lo que pudiera ser un jardín monumental", añaden y subrayan que debe ser la fiscalía quien determine si la administración "es responsable del expolio por omisión del monumento, hasta dónde nosotros sabemos la sanción impuesta por el gobierno regional ha debido resultar irrisoria para las grandes fortunas que se ocultan bajo el CIF de Inmobiliaria Vano".
Desde la Dirección General de Patrimonio Cultural explicaban, por su parte a Murcia Plaza, que se han realizado inspecciones regularmente en La Villa Calamari, y fruto de estas inspecciones se procedió a tramitar una sanción sobre la que actualmente existe un recurso contencioso administrativo contra el expediente sancionador pendiente de resolver por el Juzgado.
Respecto a las denuncias por expolio, "estas nos constan por comunicación del Ministerio de Cultura, a quien se remiten este tipo de denuncias puesto que se trata de una competencia del Estado". Por último, desde la DG de Patrimonio Cultural indican que de la posibilidad o no de futuras sanciones a la propiedad "se tomarán las medidas pertinentes y necesarias para la protección y conservación de este bien, acordes a las posibilidades de actuación y ajustadas siempre a la ley vigente".
Ante la situación expuesta por la Asociación, la presidenta de MC Cartagena, María Dolores Ruiz, pedirá en el próximo que se inste al gobierno “a ordenar que sus servicios técnicos inspeccionen el BIC comunicando inmediatamente la situación a la Dirección General y adoptando, en su caso, medidas cautelares necesarias y en cumplimiento del artículo 110 de la Ley 13/2015, de 30 de marzo, que obligue a los propietarios a mantener los terrenos, instalaciones, construcciones y edificaciones en condiciones de seguridad, salubridad y ornato público”.
Añade Ruiz en su moción que el coste de las obras necesarias para el cumplimiento de lo determinado en el artículo 110 se sufragará por los propietarios o por la Administración, en los términos establecidos en la normativa aplicable. "Todo ello en cuanto al muro perimetral, las edificaciones interiores y el jardín de un monumento que, además es colindante con una residencia de ancianos y un parque público que sufren plagas de insectos y ratas a causa del abandono del monumento".