MURCIA. Ione Belarra, Irene Montero, Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero, Juan López de Uralde, Javier Sánchez Serna, María Marín, José Luis Álvarez-Castellanos, Paco Morote, Antonio Campillo, José Daniel Espejo... Hasta 2.330 personas se han volcado en muestra de solidaridad y apoyo con Víctor Egío, el diputado murciano de Podemos sancionado con un mes de empleo y sueldo por negarse a abandonar un pleno tras las advertencias de la presidenta de la Asamblea Regional, quien le negó el derecho a defenderse de un ataque personal y un bulo de un diputado de Vox en el transcurso de una votación.
En menos de una semana, el parlamentario ha recibido el aliento de más de 2.300 personas que han firmado un manifiesto en Internet, titulado Firma en apoyo a Víctor Egío y contra la deriva autoritaria de la Asamblea Regional de Murcia, para que el Parlamento suspenda su sanción de un mes de empleo y sueldo. La mayoría de los firmantes, explican los morados, corresponde al ámbito de la docencia, la abogacía, la ingeniería y la psicología.
En el documento, los firmantes piden, además de la suspensión inmediata de la sanción, la recuperación de los plenos de control al Gobierno regional, "devolviendo a la oposición la posibilidad de control al Ejecutivo exigible en cualquier cámara de representación democrática del mundo", y la retirada del proyecto de Comisionado de Transparencia y la recuperación del Consejo de la Transparencia como "un órgano independiente y con capacidad de fiscalizar la acción de Gobierno y ofrecer a la ciudadanía toda la información relativa a la gestión que este realiza de los recursos públicos".
Abrumado ante esta respuesta, Egío, a través de un comunicado de su partido, expresaba su agradecimiento, y no sólo por los firmantes "que colapsaron la plataforma en las primeras horas de funcionamiento" (hubo 1.200 firmas en apenas 24 horas): "Después de un tiempo de reflexión, quiero dar las gracias de corazón, en mi nombre y en el de mi familia, a todas las personas que me han trasladado su apoyo estos días. Han sido cientos de mensajes y llamadas y pido perdón si a algunos todavía no he podido responder".
El diputado morado se mostraba "orgulloso" de ver entre los firmantes a miembros de Podemos, "pero también de organizaciones hermanas como Izquierda Unida, Alianza Verde y Equo". Además de "sindicalistas como Teresa Fuentes y Miguel Lajarín, así como referentes del mundo de la academia, la cultura y el pensamiento crítico como Antonio Campillo, Emilio Martínez, Fina Antón y Egea Bruno, que antes fueron maestros y ahora compañeros en la Universidad de Murcia".
Egío reconocía sentirse "emocionado" por el respaldo de "centenares de personas anónimas", que estos días le han "hecho llegar también sus historias". Entre ellas, relató, "muchos testimonios de terribles abusos y medidas represivas por ejercer algo tan humano como el derecho a la conciliación, que dejan en mantillas lo que yo he vivido”. Según Egío, "que esto ocurra en pleno siglo XXI demuestra que ningún avance en derechos es permanente y que seguimos teniendo mucho trabajo por delante".
El portavoz morado, además, remarcaba la "sorpresa" que le supuso el apoyo de "muchas personas que se dicen votantes de derechas y que nunca habrían pensado que estarían de acuerdo con un diputado de Podemos". A estas personas les pedía que "dediquen una parte de su tiempo a lo que está sucediendo aquí, en su tierra, no en Cataluña ni en La Moncloa". En su opinión, su expulsión es sólo "una pequeña injusticia" si se compara "con lo que los gobiernos de la derecha llevan años haciendo a la clase trabajadora, al patrimonio natural o a las instituciones de la Región de Murcia".
¿Qué sucedió exactamente el día del incidente, el 26 de junio? La Asamblea Regional se disponía a votar el cambio de una norma (la eliminación del Consejo de la Transparencia para convertirlo en un órgano unipersonal llamado Comisionado de la Transparencia) cuando el parlamentario morado, levantado desde su escaño y con gestos de clara indignación, pedía intervenir por haber recibido alusiones personales del portavoz de Vox, Rubén Martínez Alpañez, quien en su anterior intervención en la tribuna comentó "la ausencia del diputado de Podemos durante seis meses" por una baja paternal. Una acusación falsa, pues fue padre el 18 de abril y, según sostiene, sólo estuvo fuera seis semanas por el permiso de paternidad.
"Guarde silencio, no está usted en el uso de la palabra", le insistió en varias ocasiones la presidenta, que quería seguir con la votación y, ante las quejas de Egío, le rogaba que no "impida el desarrollo normal de este pleno". El dirigente de Podemos se amparó en el artículo 93 del Reglamento de la Cámara para pedir la palabra y defenderse por alusiones personales. La presidenta no se lo concedió, pues el incidente ocurrió en el inicio de una votación. A la tercera llamada de atención, Martínez le ordenó que abandonara el salón de plenos. "Abandone este salón", decía entre protestas de Egío. "Márchese, señor Egío", le reiteró, sin que el diputado se levantara de su escaño. "Esto es muy grave: interrumpir la sesión", lamentaba la presidenta del Parlamento, que ordenaba la cancelación del pleno.
Una semana después, la Comisión del Estatuto de la Diputada o Diputado y de la Actividad Política analizaba los hechos. El órgano aceptó la propuesta de la presidenta del Parlamento, Visitación Martínez, y pidió multar a Egío de sus funciones parlamentarias y la asignación económica durante un mes. El castigo se confirmó el pasado 17 de julio, votado por la propia Cámara, con 28 votos a favor de PP y Vox y el rechazo de 13 votos de PSOE y del Grupo Mixto (en el que se encuadra Podemos Izquierda Unida).
"Cuando ustedes me atacaron, señores de Vox, atacaron a mi familia. Y lo haría cien veces más, porque eso está por encima de cualquier reglamento, tenga el coste que tenga y hasta las últimas consecuencias", se defendía Egío la pasada semana en la tribuna. "Mi nombre es Víctor Egío y hoy voy a ser el primer diputado sancionado y expulsado en la historia de esta Asamblea. He sido condenado en un juicio sumarísimo por el diputado que me atacó por sus bulos y por las presidenta que no me dejó defender. Y nada de lo que yo haga vaya a cambiar". El parlamentario terminó su alocución alzando unas cadenas al cielo de la Asamblea.