MURCIA. Náyades, la revista de costumbres, tradiciones e historias de la Región de Murcia, presenta este viernes 11 de octubre, en el Casino Cultural de Moratalla (a las 19.00 horas), su número 17, que en esta ocasión está dedicado a las fiestas históricas de pueblo en la Región. A través de diversos artículos, la publicación que dirige Ricardo Montes, repasa diversas fiestas y tradiciones como puede ser la Tradición del Tambor en Moratalla, la Quema de Judas en Albudeite, los Caballos del Vino en Caravaca, el Alarde de Armas en Yecla, el Día de la Virgen en Los Alcázares, las Pitanzas de Librilla o las Fiestas de Murcia, buscando sus raíces históricas, su significado cultural y las formas en que han sido preservados y transformados a lo largo del tiempo.
Estas son las paradas que hace la revista durante este viaje por las tradiciones en la Región:
Jesús Navarro Egea señala en este artículo que la antigüedad del festejo tamborista "es asunto enigmático". "Sin embargo, poco a poco, merced a la publicación de documentos varios procedentes en su mayor parte de los siglos XIX y XX, se va arrojando luz sobre tan misteriosa manifestación". Los datos investigados durante muchos años y divulgados por el firmante del presente trabajo apuntan hacia "un pasado impreciso con curiosas revelaciones". Se añade que "la expresión del retumbo como lo conocemos hoy aflora en 1850 y coincide con un periodo de libertades públicas tras otros de prohibiciones mientras perduró la Inquisición, conocida asimismo como Santa Inquisición, abolida en 1834".
José Francisco Beltrán Abellán y Ricardo Montes Bernárdez firman este artículo, en el que recuerdan que la Semana Santa es una de las celebraciones más importantes del calendario religioso en España, y en la Región de Murcia, cada pueblo tiene su propia manera de conmemorar la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. "Albudeite, una pequeña villa situada en el corazón de Murcia, destaca por una tradición particular y única: la Quema de Judas. Este ritual, que tiene lugar el Domingo de Resurrección, no es solo un acto religioso, sino también una manifestación cultural profundamente arraigada en la identidad local. En este artículo, exploraremos la historia, el significado y los diversos aspectos de esta tradición, que ha perdurado a lo largo de los siglos", avanzan.
"Las fiestas y las tradiciones son fundamentales para conocer la identidad de las poblaciones, son fruto de muchos años y han quedado como legado vivo generación tras generación", apunta en este texto Fernando José Barquero Caballero. Y añade: "Este es el caso de las pitanzas de San Bartolomé en la localidad de Librilla, donde a través de un acto de creencia y solidaridad dio lugar a esta importante tradición del lanzamiento de pitanzas (panes) desde los balcones del ayuntamiento".
Diego Marín Ruiz de Assin explica en este trabajo el origen y desarrollo del festejo de los Caballos del Vino, desde el siglo XVII hasta nuestros días. "La evolución desde que surgió, simplemente como parte del ritual de la bendición del vino por la Stma. y Vera Cruz, hasta haberse convertido hoy en un festejo que aglutina a millares de personas y que ha sido declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad".
Es Liborio Ruiz Molina quien aborda en la publicación el alarde de armas que se celebra anualmente en Yecla en honor de la Purísima Concepción, patrona de la localidad. "Se nos muestra como una preservación casi perfecta de cómo se organizada el ritual militar urbano en el Antiguo Régimen (siglos XVI al XVIII). El ritual jugará un papel determinante en el mundo del Barroco. Su análisis nos predispone para aproximarnos al sentido político, social y militar de aquella sociedad en la que el modelo organizativo del alarde responderá al ritual municipal de afirmación y representatividad ciudadana, a través de la pertenencia a la compañía de la milicia concejil. El proceso de hibridación o fosilización del larde de armas yeclano dentro de otras formas de celebración festiva de corete eminentemente religioso, ha sido la razón por la que se ha producido en Yecla esta preservación paradigmática de los viejos rituales milicianos desde el último cuarto del siglo XVIII hasta nuestros días".
"En Los Alcázares, en el siglo XIX se constata la existencia de una fiesta en torno al 15 de agosto, festividad de la Virgen de la Asunción, consistente en el desplazamiento masivo de campesinos de los campos de Cartagena y Murcia hacia el Mar Menor, con el objeto de tomar los baños en sus aguas". Así introduce el texto Antonio Javier Zapata Pérez, quien añade que "el día grande recae en esa misma fecha, aunque parece que la duración de la fiesta se amplía y ocupa varias jornadas. Encontramos diversas denominaciones para esta costumbre y, en particular, tiene éxito la de Fiesta de la Mar. Mediante el uso de la prensa escrita intentaremos trazar un recorrido donde se plasmen los diferentes cambios acontecidos en la Fiesta y su relación con otros fenómenos políticos, sociales y económicos de la Historia de España, desde la aparición de la primera mención en prensa hasta los años 40 del siglo XX".
Ricardo Montes Bernárdez, por su parte, habla de cómo "durante varios siglos, al menos desde el siglo XIV, tenemos constancia de que las calles de las poblaciones de la Región fueron testigo de numerosos desfiles y fiestas que animaban, a lo largo del año, las poblaciones y por tanto sirvieron de esporádica diversión a sus habitantes. Muchos acabarán por desaparecer a fines del siglo XIX. Destacamos, entre otros, Juego de cañas, Juego de la sortija, el Rey pájaro, Batalla de naranjas, alcancía, regularmente protagonizados por los caballeros. El carnaval, juego de bolos o las cometas eran más populares entre el resto de la población".
Finalmente, Juan José Ruiz Moñino analiza en un artículo el origen y antecedentes históricos del "emblemático espectáculo piromusical de la Quema del Raspajo de Las Torres de Cotillas que, año a año, pone brillante colofón a las Fiestas Patronales en honor a Nuestra Señora de la Salceda y que, ante su esplendor, calidad artística y masiva convocatoria de visitantes, el ayuntamiento del municipio ha solicitado ante la Consejería competente de la Comunidad Autonómica la declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional".