MURCIA. Cuando necesitas tapar tu incapacidad vendiendo como propio el esfuerzo ajeno, mal vamos. Y es precisamente a eso, a lo que se está dedicando desde hace meses el Gobierno de López Miras. Lo está haciendo con las ayudas al alquiler y, de forma generalizada, con las aportaciones económicas destinadas desde el Gobierno de Pedro Sánchez para políticas de vivienda en la Región de Murcia.
Han sido 20,4 millones de euros los que ha aportado el Gobierno de España a nuestra región desde el inicio de la pandemia. En concreto, 16 millones de euros que corresponden a la anualidad del Plan Estatal de Vivienda 2018/2021 y otros 4,4 millones adicionales, para atender medidas extraordinarias derivadas de la crisis sanitaria de la covid-19.
"el conformismo y la pasividad del Gobierno de López Miras nos está condenando a estar siempre a la cola con respecto a otras Comunidades"
Lo que para algunos resultaría bochornoso, a otros les parece algo natural y lo practican a diario sin ningún tipo de pudor. El consejero de Fomento, Díez de Revenga, se pasea por los medios utilizando una estrategia torticera, en la que omite por sistema decir la verdad a los ciudadanos sobre la procedencia de los fondos públicos en ayudas a la vivienda. La prueba de que esto es así la tenemos esta misma semana. Díez de Revenga anunció a bombo y platillo la convocatoria de las ayudas al alquiler dotadas económicamente con más de 3 millones de euros. Aparentaba una preocupación sin mesura por facilitar el acceso a la vivienda a los murcianos y murcianas, pero eso sí, de nuevo le traicionó la memoria y se le olvidó decir que su Gobierno no aporta ni un solo euro para estas ayudas, que están financiadas en su totalidad por el Ejecutivo Central. Así lo recoge la propia orden de convocatoria, publicada en el BORM el pasado viernes 13 de noviembre.
Si quienes desde su cargo tienen la responsabilidad de gestionar y tomar decisiones para garantizar el derecho a la vivienda de sus vecinos y vecinas pero no son capaces de hacerlo, incluso, y por poner un solo ejemplo, ni tan siquiera, han abonado aún las ayudas al alquiler de los años 2018 y 2019, a pesar haber recibido el dinero en su momento para ello, pocas salidas les quedan, salvo apropiarse de los méritos ajenos para, por lo menos, dar la sensación de que algo están haciendo.
Esta la realidad de la política de vivienda que desgraciadamente tenemos en nuestra Región, con un Gobierno al que no le queda otra que vivir de las rentas, a remolque de lo que recibe a través del Plan Estatal de Vivienda, porque ellos carecen de Plan.
Son muchas las medidas, los proyectos y las iniciativas que se podrían llevar a cabo para avanzar en nuestra Región en materia de vivienda, no solo desde el punto de vista social, sino también desde el económico, como motor para reactivar la economía. Medidas de absoluta urgencia y necesidad debido a la gravedad de la crisis por la que estamos atravesando. Estamos perdiendo una oportunidad de oro para transformar la actual forma de vida, las ciudades y las viviendas, pero el conformismo y la pasividad del Gobierno de López Miras nos está condenando a estar siempre a la cola con respecto a otras Comunidades Autónomas.
Difícil, muy difícil será remontar cuando quienes dirigen la Región no tienen ganas ni ilusión por trabajar para cambiar las cosas, cuando no tienen aliciente en la búsqueda de soluciones y nuevos proyectos. Difícil será remontar cuando el conformismo y la quietud se perpetúan en la política hasta el punto de necesitar vender lo ajeno como propio para esconder la incapacidad.
