UNA REGIÓN EN MARCHA / OPINIÓN

Una nueva política de agua y energía para hacer frente a las crisis

26/02/2022 - 

MURCIA. La crisis de la covid-19 puso de manifiesto, en la mayor parte de los países occidentales, la excesiva dependencia del exterior para mantener la actividad económica. Así, a la falta de material sanitario (mascarillas, epis, respiradores, test, etc.) se unió un cierto colapso logístico y productivo (chips, materias primas, plástico, etc.) que está lastrando la recuperación económica.

El conflicto Rusia-Ucrania, además de la enorme crisis humanitaria, está afectando de forma muy significativa al suministro y coste de la energía, con un continuo y constante incremento del precio del petróleo y del gas natural de gravísimas consecuencias para la economía de nuestro país, ya que somos enormemente dependientes de otros países.

España reúne las condiciones necesarias para incrementar la capacidad de producción de energía y alimentos y disminuir la dependencia exterior, asegurando un suministro estable a precios admisibles.

La producción energética de nuestro país está generada por renovables (30%), cogeneración y ciclo combinado con un 32%, nuclear el 21%, hidráulica un 10% y el 7% de carbón y fuel. Esto supone que para seguir avanzando en el proceso de descarbonización y reducir la dependencia del exterior y las emisiones de CO2, se debería sustituir casi el 50% de nuestra producción por energías limpias.

"La mitigación del cambio climático, la recuperación de espacios naturales, la lucha contra el hambre y el empleo no es posible sin agua y energía"

Nuestro país, gracias al sol, posee unas fuentes energéticas (eólica, fotovoltaica y termosolar) capaces de generar energía durante unas 2.500 horas de las 8.000 del año, por lo que son necesarias otras fuentes que completen nuestras necesidades. En este sentido, las centrales reversibles hidráulicas, capaces de almacenar energía, junto con una explotación adecuada de la energía nuclear, pueden garantizar el suministro, la estabilidad de los precios y una mayor capacidad de autoabastecimiento.

La implantación de un nuevo modelo de producción energética implica una nueva y moderna gestión del agua para incrementar la superficie de cultivo y garantizar caudales ecológicos en nuestros ríos.

Con una nueva gestión del agua y la energía se podrían aprovechar más de 25.000 hectómetros cúbicos de agua que actualmente van al mar, para incrementar la superficie regable hasta los 5 millones de hectáreas. Esto supondría creación empleo, mejora de calidad de vida en el ámbito rural y reducción de la dependencia del exterior en el suministro de energía y alimentos.  

Planificar una política moderna que integre el binomio agua-energía y los recursos naturales podría amortiguar los efectos de posibles bloqueos logísticos o falta de suministros y fortalecer la capacidad productiva del país mediante la potenciación de la producción agrícola y la generación de energías limpias

La mitigación del cambio climático, la recuperación de espacios naturales, la lucha contra el hambre y la creación de empleo no es posible sin agua y energía. La descontaminación de suelos, acuíferos, lagunas, ríos necesita agua. El agua también es necesaria para combatir la desertificación de nuestros territorios y para generar mantos verdes que reduzcan las emisiones de CO2.

Tenemos agua suficiente para hacer frente a las necesidades presentes y futuras de nuestro país mediante una adecuada regulación de los ríos. También se puede incrementar la capacidad de almacenamiento de agua para aprovechar las lluvias y los deshielos y posteriormente trasvasarla de zonas excedentarias hacia las deficitarias.

La nueva financiación europea posibilita el desarrollo y financiación de proyectos que fomenten la implantación de las energías renovables y un mayor aprovechamiento del agua para ampliar la superficie cultivable. Con ello se contribuirá a cumplir los objetivos de descarbonización de la economía, crear empleo y producir alimentos para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

Miguel Ángel Cámara Botía

Catedrático de Química Agrícola

Director Cátedra de Ecoeficiencia Hídrica

Universidad de Murcia

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