el pasico del aparecido / OPINIÓN

Una instantánea política de Lorca

11/06/2022 - 

CARTAGENA. En el año 2005 se constituyó el Consorcio del LCU (Lorca Campus Universitario), del que formaban parte las consejerías competentes en Universidades y Formación Profesional, el Ayuntamiento, Ceclor, la Cámara de Comercio, la universidad de Murcia y la Politécnica de Cartagena. Culminaba así una historia que había comenzado cuando el geógrafo lorquino Gil Orcina, que fue rector de la universidad de Alicante, le sugirió al socialista Miguel Navarro, que fue presidente de la Asamblea Regional y alcalde de Lorca, que los abandonados barracones del acuartelamiento Sancho Dávila podrían ser utilizados como instalaciones universitarias. 

"la instantánea política de Lorca señaló que el Gobierno regional está esforzándose y el gobierno municipal también" 

Durante el debate parlamentario sobre la ley de creación de la UPCT, a finales de 2007, Navarro propuso una enmienda mediante la cual el Gobierno regional se comprometía a realizar un estudio sobre la implantación de estudios universitarios en Lorca. Aprobaba por unanimidad esa ley, empezó el largo proceso de elaborar ducho estudio. Llegado 2004 el presidente regional Ramón Luis Valcárcel decidió que urgía finalizar el informe años atrás legislado. Al año siguiente, como fruto de esa instrucción, nació el Consorcio y, mediante la colaboración entre el Gobierno regional pepero y el equipo municipal socialista, se erigieron las instalaciones necesarias para impartir Enfermería y Nutrición, a lo que el rector Cobacho dio su aprobación. Se iniciaron las actividades siendo alcalde el pepero Francisco Jódar y se aprobó el título de Terapia Ocupacional con el rector Luján, así como el doble título de Nutrición y Ciencias del Deporte, en el que colaboran la facultad de Ciencias Sociosanitarias Lorquina y la de Ciencias del Deporte de San Javier. Así mismo se han ido impartiendo diversos títulos de Formación Profesional de la Salud en el Centro Integrado anexo a los edificios universitarios, panoplia recientemente ampliada con los estudios de Cultivos Celulares. 

Ya se ve que ha habido un apoyo continuado del Gobierno regional, que empezó con Valcárcel, siguió con la providencial actuación de Pedro Antonio Sánchez, y continúa ahora con Miras, vinculado a Lorca. No menos tenaz ha sido el apoyo de los sucesivos equipos municipales, desde los alcaldes Navarro y Collado a Mateos, todos ellos socialistas, pasando por los peperos Jódar, Fulgencio y Paco, en cuyo mandato dieron comienzo las actividades lectivas de LCU. Una notable historia, en la que habitual confrontación entre los dos principales partidos de la Región ha sido excepcionalmente sustituida por una fructífera concordia.

Junto al sustento proveniente de la universidad de Murcia, desde Cobacho a Luján, no menos enriquecedor ha sido el aporte de la Fundación Poncemar, fundada en 1972 por el empresario lorquino Francisco Martínez Ponce. Dedicada a ayudar a los ancianos de Lorca y su entorno, ha levantado en los terrenos del campus un soberbio Centro de Día, provisto del más moderno material para atender a sus visitantes e investigar en Geriatría. También ha dotado una cátedra de Gerontología, que viene funcionando con gran eficacia. Ejemplar.

Con el nombre de Universidad de la Experiencia, ha organizado Poncemar un ciclo de conferencias relacionadas con las universidades y con la Gerontología, en el cual intervino el Aparecido el 1 de junio para relatar sus recuerdos de cómo nació LCU, apuntar que queda espacio para la segunda fase de equipamientos, y sugerir la posibilidad de establecer un acuerdo de colaboración con alguna institución israelita, toda vez que Lorca conserva una magnífica sinagoga no profanada, apta para el culto judaico, y mantiene excelentes relaciones con la red de juderías de España.  

"Mateos, que persigue todos los balones y entabla conversaciones con todo lo que se mueve en Lorca, tiene buenas perspectivas de seguir en el cargo"

Junto a la vicedecana académica de la Facultad de Ciencias Sociosanitarias, la directora del Centro Integrado de Formación Profesional y Manuel Jódar en representación de la Fundación Poncemar, en la mesa presidencial del acto se encontraban el director general de Universidades, Christian de la Fe, y el alcalde, Diego José Mateos. Entre el público figuraban el vicealcalde, Francisco Morales, de Ciudadanos, la concejala socialista Nines Mazuecos, el responsable del Consorcio, Ángel García Aragón, la vicedecana de Infraestructuras, el alto funcionario universitario lorquino Antonio Mula, el secretario del Consorcio, Santos, el arquitecto Simón Ángel Ros, el exconcejal Pepe Murcia, de Izquierda Unida, el hijo del empresario Eusebio Abellán, y el catedrático Pedro Felipe Granados, de la asociación lorquina Amigos de la Cultura. Por la tarde se sumó Juan Jódar, el joven y dinámico presidente de Ceclor. En resumen, estaban presentes destacados miembros de la sociedad académica, cultural y empresarial de Lorca, pero también del Gobierno regional, en la persona del veterinario Christian de la Fe, y del ayuntamiento, tanto el alcalde como el vicealcalde.  

Aunque sería ridículo exagerar la importancia del acto, cabe otorgar cierto valor indiciario a las presencias y ausencias políticas en la sala de grados del LCU, máxime sabiendo que habrá elecciones municipales y regionales dentro de un año. El hecho de que el director general de Universidades se tomase la molestia de desplazarse desde Murcia indica que valora como se merece el significado del campus de Lorca. Siguiendo la estela de sus antecesores en el puesto, demostró un excelente conocimiento de la realidad universitaria regional y, asunto no menor, voluntad de trabajo y de diálogo. Dejó muy alto el pabellón del Gobierno regional, exhibiendo el suficiente pulso para afrontar con garantías el próximo ciclo electoral, como se refleja en las encuestas.

También supo aprovechar la ocasión el alcalde, que modificó su saturada agenda para presidir la reunión. Un tipo como Mateos, que persigue todos los balones, y entabla conversaciones con todo lo que se mueve en Lorca, tiene buenas perspectivas de seguir en el cargo, a poco que la galaxia podemita logre suficientes apoyos para completar sus resultados. Capítulo aparte merece el vicealcalde, Morales, de Cs. Este joven y simpático graduado tiene a su favor haber contribuido a estabilizar el Gobierno municipal del que forma parte. Piensa el Aparecido que el problema de Cs no es que pacte con el PP en unos sitios y con el PSOE en otros, pues eso cuadra con su vocación centrista, sino que desestabilice los pactos que elija, como ha hecho en la ciudad de Murcia y, más recientemente, en Ceutí. Si en algún caso los gobernantes de Cs discrepasen fuertemente de la actuación de su socio de gobierno, lo más inteligente sería dimitir y pasarse a la oposición, pues con las mociones de censura siembran la duda de si les mueve la ética política o la ambición de poder. Cuenta en el haber de Padín en Cartagena y de Morales en Lorca haber persistido en sus acuerdos iniciales; no obstante, sufren tal deterioro sus siglas que se hace difícil pronosticar si su constatable entusiasmo y activismo político les asegurará revalidar sus escaños. El resultado de las elecciones andaluzas dará alguna pista adicional al respecto.

Finalmente, no dejó de sorprender a la concurrencia el mutis de los concejales del PP en el acto. Quizás sin pretenderlo, dejaron aislado al director general del Gobierno pepero y facilitaron que buena parte del protagonismo lo compartiesen el grupo socialista y el de Cs. Si no hubiese sido por Christian, que conserva los reflejos que ya lucía como guardameta del Club Deportivo Las Palmas, habría dado la impresión de que el PP era ajeno al campus, gran injusticia, toda vez que al menos dos presidentes, Valcárcel y Sánchez, fueron decisivos para que el campus naciese y se mantuviese respectivamente. De forma análoga a cómo Courtois salvó al Madrid de una derrota, la oportuna actuación de Christian salvó la vinculación de su presidente, Miras, con el campus, vinculación que, según otros datos, es perfectamente real, que no en vano trabajaba en el hospital Rafael Méndez cuando el campus nació.

En resumen, la instantánea política de Lorca señaló que el Gobierno regional está esforzándose y el Gobierno municipal también. Los resultados en votos los veremos en unos meses. Y, por cierto, Vox puede tener algo que decir en las municipales, pues, si las previsiones andaluzas sirven de algo, ese partido destaca en los lugares con tensiones agropecuarias y donde abunden los inmigrantes, síntomas que Lorca exhibe. Razón de más para estar al loro con el campus, chachos, que 'la ciudad del Sol' no es Saint Denis, pero tampoco el barrio de Salamanca.

JR Medina Precioso

jrmedinaprecioso@gmail.com

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