MURCIA. Se trata de una casa murciana de revista y nunca mejor dicho, ya que ha sido protagonista de dos publicaciones especializadas como son Interiores Minimalistas y, muy recientemente, Houzz. Casa Bel -como ha sido llamada- se encuentra en pleno centro de Murcia, en la calle Primo de Rivera, frente a la Cárcel Vieja, y ha experimentado un cambio espectacular a raíz de la reforma integral realizada en ella por el estudio murciano de Alberto García, que ha transformado una vivienda que había quedado anticuada en otra completamente diferente, donde priman la elegancia, la serenidad y el equilibrio; y donde se ha minimizado la paleta de colores con una selección de tonos neutros y blancos, que acentúan la calidez y la luminosidad de este hogar de 138 metros cuadrados habitado por una familia con tres niños.
Explica Alberto García que se pretendía dotar a una vivienda en pleno centro de la ciudad de las características que muchas veces se asocian con una casa unifamiliar de las afueras, como son los espacios amplios y luminosos, grandes ventanales, cocina abierta al salón, suficientes armarios, salón con librería,… Como punto de partida, se eliminaron los pasillos y gran parte de la tabiquería, con el fin de aprovechar y potenciar la luz natural, distribuyendo el espacio en una zona de día lo más abierta posible y otra de noche más independiente con los dormitorios (separadas por una puerta corredera).
El salón está marcado por un equilibro simétrico con la televisión como eje central, alrededor de la cual se organiza el mobiliario, la iluminación a ambos lados, los focos laterales y un falso techo, dando como resultado un salón más tranquilo, estable y sosegado.
Una de las peculiaridades de Casa Bel es que entre el salón y la cocina se ubica un armario-librería con iluminación oculta (regulable también a través del móvil) que sirve para diferenciar los dos espacios, además de ocultar una zona de almacenaje, un pilar y un radiador.
La cocina era una apuesta arriesgada, apunta Alberto García sobre este espacio sin puertas y desde el cual se puede ver el salón, del que queda separada sutilmente por el mueble de librería. La misma es un diseño del estudio, realizado a medida por la misma empresa de carpintería encargada de todo el proyecto, en el que se tuvo en cuenta la idea de poder cocinar en la isla con la televisión enfrente.
"Esta idea, no solo permite entretener a los más pequeños de la casa mientras comen, sino que también es de gran utilidad si eres un apasionado de la cocina y te gusta ver videos de recetas en YouTube", apunta el diseñador de interiores.
Respecto a la paleta de colores, Alberto García destaca que se han apostado por maderas naturales tanto para el pavimento como para los revestimientos verticales y gran parte del mobiliario. Al mismo tiempo, "apostamos por tejidos orgánicos y tonos naturales, siendo el lino, utilizado para las cortinas, nuestro favorito. Su textura, su caída y cómo difumina la luz natural lo convierten en el material perfecto para crear esta atmósfera natural".
Otro de los factores que contribuyen a la creación de este interior sereno, es la combinación de la alfombra con el acabado beige del sofá y el resto de elementos. El color se lo ha dejado el interiorista a un cuadro que preside el salón y al tapizado de las sillas en un tono acorde con el mismo.
Por otro lado, el dormitorio principal se ha concebido con las características de una habitación de hotel, con una iluminación indirecta detrás del cabecero y el espejo, que lo convierten en un espacio muy acogedor; a lo que contribuye la paleta de tonos tierra utilizado en los textiles y complementos.
Son muchos los detalles -como las puertas correderas, que además de prácticas y decorativas, dejan pasar la luz, o el espacioso baño en el que se han cuidado todos los acabados- que han hecho que esta reformada vivienda murciana se haya convertido una casa de revista.