CARTAGENA. Verza, Elady, Lucas de Vega y Pablo Caballero marcaron los penaltis y Marc Martínez paró el definitivo para el ascenso a Segunda División… Cartagena entera y la Región estalló de júbilo y Alejandro lo hizo en su habitación del hospital La Arrixaca, en el que está ingresado.
Este niño de siete años, fiel hincha blanquinegro, fue "el arma secreta" del Fútbol Club Cartagena en el play off exprés celebrado en Málaga y que a estas horas todo el mundo sabe cómo acabó para los de la ciudad portuaria, que hoy están en el fútbol profesional.
Así lo reveló en plena celebración Borja Jiménez, entrenador del equipo y uno de los grandes artífices de este éxito -llegó hace siete meses en sustitución del uruguayo Gustavo Munúa y ha dado con la tecla-.
Alejandro está luchando contra el cáncer y su historia ha influido como estímulo en la moral de un grupo de profesionales sometidos a la máxima presión en busca de un objetivo común.
"Quiero acordarme en primer lugar de Alejandro, un chiquito que fuimos a ver el jueves a un hospital y que está superando un cáncer. Lo que viví con él y con su madre, esa sonrisa.. nos ha dado fuerza en esta tanda de penaltis y se lo recordé a los futbolistas. A Alejandro le prometí que volvería a verle con el ascenso y aquí está", comentó emocionado un Borja que en esa visita estuvo acompañado por el presidente del club, Francisco Belmonte, y por el portero Esteve Peña.
"Esto es de los jugadores y de la afición, que se lo merece, y de la ciudad, que llevaba muchos años persiguiéndolo y es increíble", añadió este consumado especialista en ascensos y es que a sus 35 años lo ha vuelto a hacer tras subir en 2019 también a Segunda con el Mirandés.