CARTAGENA. Tras unos días de retraso sobre el calendario previsto y por causas meteorológicas, según alegan desde Navantia, en la tarde de este miércoles el submarino S-81 era trasladado al dique flotante, lugar en el que permanecerá hasta este viernes, cuando se haga la maniobra de puesta a flote.
La de este miércoles es una maniobra que supone varias horas y que termina cuando el submarino está en su posición final de puesta a flote dentro del dique flotante y los carros de botadura están fijados a la estructura del dique.
Recordemos que en la puesta a flote se lleva a cabo el movimiento del sumergible hasta la fosa, el lugar de la dársena con el calado necesario para inundar el dique. Una vez que el dique ha llegado a la fosa, comienza la inundación de sus lastres y empieza a sumergirse, comenzando el submarino a recibir agua y poco a poco a flotar por sí mismo. En este momento es necesario realizar una serie de comprobaciones vitales para la seguridad del submarino (soplado y ventilación de los lastres, soplado de rejillas, etc.) y a continuación se continúa inundando el dique hasta que el submarino flota libremente dentro del mismo.
En este momento, con la ayuda de los prácticos, los remolcadores y empujadoras sacan el submarino del interior del dique y comienza el traslado hasta el muelle de armamento, lugar de atraque del submarino para realizar las pruebas de puerto. El submarino carece de propulsión operativa hasta que se han realizado las pruebas de puerto sobre amarras. Con la ayuda del personal de la dotación, personal de tierra y los prácticos, se realiza el atraque del submarino en el muelle, quedando el submarino amarrado en su posición final en el muelle de armamento.
Cabe recordar que el pasado 22 de abril se produjo el acto de de puesta a flote del S-81, llamado Isaac Peral, al que acudía la Familia Real.